Después de una jornada zigzagueando sobre la nieve toca cambiar los bastones por una cerveza y unas buenas tapas. Es la hora del après ski, para muchos, la mejor parte del día.
La llegada del invierno tiene su lado bueno por mucho que los personajes de ‘Juego de Tronos’ se empeñen en decirnos lo contrario. La estación fría es bienvenida sobre todo por los amantes del esquí y el ‘snowboard’, que empiezan a consultar a diario la previsión del tiempo esperando los primeros copos. Pero además de las horas de descensos y saltos, hay algo que esperan casi tanto como la primera nevada: el après ski.
Sierra Nevada, tapas de altura
La estación de esquí más alta de España se corona como una de las reinas del après ski. Situada en la provincia de Granada, no faltan las tapas, aunque en esta ocasión el telón de fondo no es la Alhambra sino la plaza de Pradollano. Entre todos los bares y restaurantes de tapas, destaca El Cartujano. Esta típica taberna andaluza suele llenarse a partir de las 17:00, cuando cierran las pistas. Después de más de tres décadas, poco ha cambiado su menú, con platos tan tradicionales como la tortilla de patata, la morcilla de la tierra y el lomo al ajillo. Un clásico que no falla.

Otras opciones son La Tinaja de la Sierra, en el hotel Meliá Sierra Nevada, cuya decoración rústica de madera recuerda a los restaurantes alpinos, o La Bodega, a más de 2.100 metros de altitud y con una terraza con vistas a las montañas. Este último ofrece buffet libre tanto en la comida como en la cena, y una completa carta de licores y gin-tonic para entrar en calor. Para tomar una copa, también está The Lodge, a cuya terraza se accede directamente desde la pista Maribel. Cierra a las 18:00, pero aún tendrás tiempo de ver atardecer acurrucándote en una de sus butacas. Sus estufas y las mantas de piel ecológica serán el mejor abrigo junto a su carta de cócteles.
Los que prefieran terminar la jornada en un ambiente de relax, tienen una cita en el Yhi Spa del hotel Meliá Sol y Nieve. 2.500 metros cuadrados de piscinas hidrotermales, jacuzzis, baños turcos y saunas para relajar tanto el cuerpo como la mente. Todo ello, con luz natural gracias a la pirámide de cristal que adorna el techo. Es una de las opciones más lujosas, junto con el del Hotel Vincci Selección Rumaykiyya, un hotel de cinco estrellas situado en el corazón de Sierra Nevada.

Andorra, la unión hace la fuerza
Grandvalira y Vallnord agrupan a las diferentes estaciones de esquí que poblaban el territorio andorrano. A pesar de ello, las opciones de ocio en el ‘país de los Pirineos’ se multiplicaron.
Grandvalira es la estación más grande del sur de Europa, con 210 kilómetros de pistas, su oferta de après ski es una de las más completas. Las terrazas y la música toman las diferentes pistas. En El Tarter, Red Chill Out lo hace a ritmo de un DJ en asientos de diseño y con vistas a los Pirineos nevados. Riba Escorxada, también en El Tarter, acaba de ser remodelada para duplicar su capacidad: 1.170 metros cuadrados que incluyen zona ‘chill out’, mesas de picnic y una cabina de DJ. La terraza Gall de Bosc se sitúa en el Pla d’Espiolets, en Soldeu. En el sector Grau Roig se encuentra una de las más originales, la del Iglú Bar, que forma parte del Iglú Hotel. Este ofrece la oportunidad de dormir en un iglú a 2.350 metros de altura.

La estrella del après ski es L’Arbaset. Programa fiestas casi a diario durante la temporada de invierno y a su escenario se han subido artistas y DJs internacionales. Está a pie del sector de El Tarter y se puede acceder sin forfait, por lo que es ideal para aquellos a los que no les llama tanto la pista. Este año inauguran un nuevo espacio reservado, con capacidad para 30 personas, patrocinado por la marca de champán Veuve Clicquot.

Para cenar, el restaurante Cala Bassa Costa Rodona lleva el ambiente ibicenco a lo alto de los Pirineos. En su ‘snow lounge’ te sentirás como en un ‘beach club’: hamacas, sofás, comida mediterránea… Solo cambia el ‘outfit’, bastante más abrigado. El mismo grupo se encargará de gestionar el espacio San Miguel, a pie de pistas en Pas de la Casa, que promete convertirse en la alternativa a L’Arbaset.

Vallnord también cuenta con una amplia oferta de restaurantes y bares para disfrutar del après ski. La Borda de la Coma, en Ordino Arcalís, organiza cenas bajo las estrellas. En Pal Arinsal, Pla de la Cot Ski & Lounge proponen noches al calor de sus ‘raclettes’ y ‘fondues’ a 2.052 metros de altitud. En Cow Bella tienen degustación de gin-tonic premium todos los sábados de 15:00 a 17:00, además de un menú especializado en carnes y vistas panorámicas a las pistas. Y para recargar pilas apuesta por el espacio Wellness del hotel Princesa Parc o Diana Parc, donde te dejarán a punto para volver a las pistas al día siguiente.