Difícil será que no hayas visitado Barcelona como mínimo una vez en la vida. A nosotros es una ciudad que nos encanta por un montón de motivos y teníamos muchas ganas de enseñársela a Koke.
Barcelona en familia
Es la ciudad en la que se crió Rubén, de donde vienen muchos de sus recuerdos de infancia y a la que hemos hecho un número de visitas, del que ya hemos perdido la cuenta.
Hemos venido a ella solos, en pareja, con amigos, embarazados de Koke y ahora teníamos ganas de (re) conocerla en familia.
Organizando las jornadas de visita con niños.
Con uno más en el equipo, toca hacer un planning de actividades que sea del disfrute de todos. De hecho, siempre que nos preguntan cómo organizamos las jornadas viajando con un niño, respondemos lo mismo: tratamos de buscar un equilibrio en los planes.
Ni todo el día metidos en los parques, ni todo el día viendo monumentos. Solo hay una única norma: hay que ponerle ganas a cada una de las experiencias, sean o no nuestras favoritas.
Con este punto de partida, se cuelan en nuestro itinerario visitas que ya habíamos hecho pero que nos gusta repetir para disfrutarlas desde el nuevo punto de vista del que levanta menos de un metro, algunos que otros planes infantiles y tiempo para la improvisación.
Porque si algo hemos aprendido en estos casi ya tres años de viaje con niño, es que cuanto más altas son nuestras expectativas para tratar de cumplir un planning, mayor es la decepción cuando empiezan a surgir imprevistos. Y sí, hay que asumirlo: viajar con niños está lleno de sorpresa. Aunque por otro lado, forma parte de la sal del propio viaje.
Así que después de una semana patenando la ciudad y aprovechando para ponernos al día con varios reencuentros, aquí van algunas de las experiencias que más hemos disfrutado en familia por la ciudad de Barcelona:
La ruta de Gaudí
Diríamos que es uno de los arquitectos que más se pueden disfrutar viajando con niños. Por la gran inspiración que toma de la naturaleza y la amplia gama cromática que utiliza, sus obras dan mucho juego para ser visitadas con niños.
La Pedrera, la casa Batlló, la Sagrada Familia y el paque Güell son las que hemos tenido tiempo de visitar en una semana. Interesante estudiar la opción de comprar la Barcelona Card si se quieren visitar varias de las obras de Gaudí y reservar las entradas con antelación a través de la web porque muchas de ellas tienen especificado el horario de visita.
Aunque no es obra de Gaudí, dejamos por aquí la visita guiada al Palau de la Música Catalana. Otra de las obras del modernismo catalán en la que además, se puede escuchar el órgano de la sala funcionando en directo.
Callejear por el centro
Pasear por el Gótico, el Born y el Raval. Cada uno de ellos con un aire diferente pero con algo en común: el entramado de las calles no permite que proliferen grandes edificios y todavía son mayoría los pequeños negocios con todo tipo de objetos y ropas muy especiales.
Salpicadas entre las calles, aparecen de vez en cuando pequeñas plazas. Las más anchas, con terrazas y columpios incorporados. ¡Eso sí que es pensar en los padres!
Irse de museos en familia
Somos unos grandes defensores de llevar a los niños a los museos desde que son bebés. Es cierto que ahora, enfocamos las visitas de otra manera dependiendo del momento en el que se encuentre Koke. Cuando era muy bebé, bastaba con pasear con él en la mochila y que fuera un momento más para estar juntos. Hace unos meses buscábamos colores, luego pasamos a buscar objetos escondidos y ahora le damos nuevos títulos a los cuadros.
Esta vez hemos pasado por el MACBA y por el CosmoCaixa. En el primero, aprendió que los cuadros se ven mucho mejor desde lejos y así además, redujimos el número de infartos de los guardias de sala. En el segundo, pudo tocarlo todo y acercarse a la ciencia de una forma muy amena.
A veces nos preguntamos qué habría sido de nosotros si en lugar de aprender delante de un libro, hubiéramos tenido la oportunidad de encontrar respuestas de una forma mucho más experimental. Echa un ojo a nuestras recomendaciones en: museos en Barcelona.
Salir de la urbe: el Parque Natural del Monsteny
Una de las formas de intentar desmasificar un poco las ciudades es que le demos una oportunidad también a sus alrededores. Tomarse un tren para llegar a las playas que están un poco más allá del centro, salir a conocer los pueblos, darse un paseo por los Pirineos, visitar el Macizo de Montserrat o echar un día por el Parque Natural del Montseny.
Las rutas se pueden elegir en función de la edad que tengan los niños. Nosotros tuvimos oportunidad de remojarnos en el río, ver ranas, peces y renacuajos, hacer carreras de barquitos y hasta de construir un pequeño puente.
Entre visita y visita, nos dejamos algunos huecos para visitar el parque de atracciones del Tibidabo, pasear por el Barrio de la Barceloneta, bañarnos en las playas, perseguir palomas en la Plaza de Catalunya…
Disfrutar de PortAventura
Es lógico que PortAventura esté entre los planes que tengas en mente para hacer en familia. Lo primero que tienes que saber es que hay ofertas de hotel más entradas a PortAventura si quieres un descuento, también puedes ver cuáles son los mejores hoteles en PortAventura en este artículo.
Pero obviamente, nos quedaron muchísimas cosas que ver. Aunque como decíamos por ahí arriba, si algo hemos aprendido desde que viajamos en familia, es que ahora más que nunca, se hace evidente que lo más importante del viaje es aprender a disfrutar del camino.