Aún existen sitios inexplorados en Riviera Maya, ¡Descúbrelos!
A veces nos olvidamos de estas insólitas cavernas inundadas de origen kárstico que hemos descubierto gracias a los leyendas de los mayas. En muchos casos están cerca de complejos arqueológicos y nos los podemos encontrar a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos.
La península de Yucatán, por la que no discurre ningún río, cuenta con la escalofriante cifra de 7.000 cenotes y cavernas, de las cuales, únicamente son accesibles en torno a 142, en las que se ha podido comprobar que están decoradas con estalagmitas y estalactitas de diversos tamaños. Por eso y otras muchas razones, los cenotes mexicanos se han ganado su fama entre los aficionados al submarinismo y esnórquel y rápel de todo el mundo que año tras año vuelven a estos pozos.
Para los más expertos está Nohoch, una cadena de ríos subterráneos de más 20 kilómetros de largo, y el cenote del Jaguar, situado en la comunidad de Pacchén, en Quintana Roo, con 13 metros de profundidad y 80 de ancho. Los amantes del rápel tienen una cita en el cenote Chimuch, en las proximidades de Cobá, y los que sólo quieran darse un refrescante chapuzón deben ir al cenote de X-Keken, a 7 kilómetros al suroeste de Valladolid. Sus aguas cristalinas nos permiten observar los peces.