Aparcamos el ‘running’ y llevamos la cultura del ‘slow movement’ a su traducción más literal con esta rutas de senderismo.
‘Se hace camino al andar’, decía Machado, pero una ruta bien señalizada nunca viene mal, sobre todo para un senderista. España cuenta con una red de 60.000 kilómetros de senderos homologados y el noventa por ciento de su territorio es rural. Su buen clima invita a descubrirla a pie. Además el senderismo ayuda a mantenerse en forma, fomenta el contacto con la naturaleza y apenas cuesta dinero.

“Ves lugares distintos, pasas por sitios muy diferentes y bonitos”, añade como beneficios Fernando Quintero Domingos, apasionado del senderismo. Fue precisamente esa afición la que le llevó fundar en el año 2002 el club de ‘Amigos del Camino de Santiago’ de Huelva. Se trata de asociaciones con sedes por toda España, pues como dice Quintero, “con Santiago pasa como con Roma, llegan todos los caminos”. Pero el objetivo era, y así lo han ido cumpliendo, organizar senderos todos los meses. Así, además de volver una o dos veces al año a Santiago de Compostela, casi todos los fines de semana tienen excursiones, ya sean fuera de España o, lo más frecuente, dentro de las fronteras nacionales.

Cuando van a Santiago, optan por la ruta denominada de la Plata, del sur al norte. Es la misma que comienzan en otras provincias andaluzas y que después unifican su camino en la localidad extremeña de Zafra. En total 1.035 kilómetros que suelen recorrerse en cinco tramos de siete u ocho días. Atraviesa ciudades como Cáceres, que aún conserva su recinto amurallado, con un conjunto de arquitectura emblema del periodo renacentista. O como Zamora, ideal para los senderistas, con lagunas como las de Villafáfila, y con los acantilados de los Pueyos, en las cercanías de una vieja ermita abandonada. El Camino de Santiago es uno de los más concurridos tanto en esta ruta como en la que va de Francia a Santiago por el norte, el camino francés.
La sierra de Aracena y un restaurado Caminito del Rey
“España tiene por todo el país antiguas vías de trenes acondicionadas como senderos, y en Andalucía tenemos muchas de ellos”, destaca Quintero, que pone como ejemplo la sierra de Aracena: rutas entre encinas y alcornoques que llegan hasta los Picos de Aroche.
Entre los senderos que la asociación ha recorrido, uno de los que destaca es el Caminito del Rey, en Málaga. Está construido sobre el desfiladero de los Gaitanes y hasta hace poco más de un año era un camino peligroso e inaccesible. Tras su restauración se ha convertido en un paraje igual de impresionante que antes, pero con las medidas de seguridad idóneas. Situado entre los municipios de Álora, Antequera y Ardales, dispone un cañón, una garganta natural y un puente colgante a 105 metros de altura que sustituye al camino viejo.

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Los lagos de Saliencia, el Cañón del Río Lobos y los Pirineos
El norte también ofrece múltiples senderos. Los lagos de Saliencia, en Asturias se encuentran en el paraje natural de Somiedo. Es recomendable el sendero P.R. AS-15, ruta de los Lagos, que parte de la Collada de la Farrapona. Se tardan unas cinco horas en atravesar el valle. Por el camino, pueden verse las consecuencias de la explotación de hierro de la mina de Santa Rita, ya abandonada.
El Parque Natural del Cañón del Río Lobos, en Soria, es una zona de acantilados marcada orográficamente por la acción erosiva de desgaste, que los ha dejado inundados de cuevas y sumideros. Toda la comarca ofrece alternativas de senderismo interesantes, desde la Ribera del Duero hasta la tierra de Almazán o de Medinaceli.
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en los Pirineos, está compuesto del valle de Pineta, las Gargantas de Escuaín y el Cañón de Añisclo. El Macizo de Monte Perdido alcanza en su pico más alto los 3.348 metros, por lo que hay muchos senderistas entre los bosques de hayas y abetos, pero también muchos escaladores.

De Cuenca a las islas
En los alrededores de Cuenca hay varias rutas atractivas. Como la de las Caras, que parte de Buendía y atraviesa un paseo por varias esculturas con nombres como el extraterrestre, el chamán o la Virgen de la Flor de Lis. El sendero de las Hoces de Alarcón es también una buena opción en las inmediaciones, donde además de ver el paisaje, el senderista puede adentrarse en las hoces del río Júcar.
Fuera de la península, las islas ofertan parajes para hacer senderismo. El Camí de Cavalls de Menorca, patrimonio histórico de la isla, son 185 kilómetros que rodean la isla muy cerca de la costa. Nació como camino de defensa militar de vigilancia de costas. En el año 2000 se apostó por su recuperación, pues había quedado muy deteriorado con el paso de los años. Por su parte, en Las Palmas de Gran Canaria, el barranco de los Cernícalos deja un sendero, que se adecua a diferentes niveles de preparación, por el que tras subir entre matorrales se llega hasta las cascadas y los desfiladeros.
La verdad es que el senderismo es una bálsamo de paz y felicidad. Y aunque vayas con más personas, si no se habla nada sientes que estás allí sóla disfrutando en la intimidad de la naturaleza. Es una sensación magnífica, y muy depuradora.
Gracias por este post tan inspirador.
Saludos.