A orillas del lago Lemán, en la desembocadura del río Ródano y con los Alpes como fondo, se encuentra la pequeña ciudad de Ginebra, pequeña pero no por ello menos importante y es que es la ciudad más cara de Suiza, además de sede diplomática y centro financiero mundial, además de contar con un gran número de comercios de lujo, tanto en moda como en joyería o accesorios.
Con solo dar un paseo por la pequeña Ginebra te das cuenta que es una ciudad en la que impera el lujo, no sólo por la majestuosidad de sus edificios históricos, sino por la elegancia y saber estar de sus ciudadanos y el lujo que respira la ciudad, cuenta con muchas firmas de lujo en sus calles, pero, además, verás coches que en pocas ocasiones habrás podido ver, tales como Ferrari, Porsche, incluso Maserati y no verás pocos coches de esta gama…
Ginebra no se caracteriza por tener precios bajos, aunque Suiza en general es un país de gran poder adquisitivo y por tanto de altos precios, recuerda que su moneda es el franco suizo y tendrás que pasar los euros a francos para saber que cuestan las cosas, pero para que os hagáis una idea una botella de agua de 33cl. puede costarte cerca de 3€.
Una vez que estás en Ginebra preparado para visitar esta ciudad, deberás tener en cuenta dos cosas, una que podrás recorrer muchas distancias a pie dado que no es una ciudad grande y todo queda relativamente cerca y que los habitantes de Ginebra, de Suiza en general, cuidan mucho su aspecto y su gran mayoría van perfectamente vestidos para cualquier momento del día, con esto no digo que vayan de gala a diario, pero si se preocupan de seguir un estilo elegante y cuidado, de vestir bien, incluso llevando sneakers.
Por eso, para visitar la ciudad y resistir a una buena ruta de shopping, os recomiendo que optéis por un look casual chic, a base de unos pantalones vaqueros o unos más formales tipo chino o de vestir, una camisa con un jersey bonito y una blazer, un bolso que os resulte cómodo y unas zapatillas o zapatos de cordones. Además, si viajáis en los meses más fríos no olvidéis un buen abrigo y una bufanda, porque podéis incluso, disfrutar de Ginebra nevada.
Ya vestidos para conocer la ciudad, el casco histórico de Ginebra es visita obligada, antes amurallado, allí disfrutareis de calles empedradas y calles con mucho encanto. Un punto de reunión para sus habitantes es una fuente del s.XVIII, en la Place du Bourg-de-Four, muy acogedora y repleta de cafés. No muy lejos de aquí se encuentra la catedral de San Pedro, donde no podéis perderos las vistas de la ciudad desde sus torres desde donde podréis ver privilegiadamente el lago Lemán y el Jet d’Eau, una fuente artificial situada en el puerto desde 1951 que lanza agua en vertical alcanzando los 140 metros de altura.
También en el caso antiguo encontraréis la iglesia rusa que data de la segunda mitad del s.XIX, de estilo bizantino con sus impresionantes cúpulas doradas y el parque de los Bastiones, uno de los puntos preferidos para dar paseos y presidido por el muro de los reformistas, en homenaje a los fundadores de la Iglesia Reformista.
En Ginebra además está el Palacio de las Naciones Unidas, es una de sus sedes y la visita es más que aconsejable, organizan visitas donde os enseñarán sus salas y os explicarán que se hace allí, es una visita muy interesante. No muy lejos de aquí está el jardín botánico, perfecto para dar un paseo y ver las más de 16.000 especies vegetales que hay.
Y aunque Suiza cuenta con ciudades y pueblos verdaderamente preciosos, con mucho encanto y rodeados de montañas, si hay algo por lo que también se caracteriza, además de sus quesos y chocolates, es por ser uno de los países con mayor poder adquisitivo, por eso no es de extrañar que Ginebra, aun no siendo una de las capitales de la moda del mundo, albergue en sus calles las tiendas de las firmas más prestigiosas del mundo.
Todas las ciudades tienen una calle famosa por albergar estas tiendas y Ginebra no iba a ser menos, así la Rue du Rhône es la calle más cara y elegante de Ginebra, cuna de las compras de lujo y donde encontraréis los nombres más prestigiosos del arte relojero, las joyas y el mundo de la moda. Dicen además que en ningún otro lugar hay una concentración mayor de marcas nobles como en esta calle.
En esta calle encontrarás, por ejemplo, la joyería de Bulgari, Tiffany, Cartier o la tienda de Bucherer, famosa por la venta de relojes en la cual se puede encontrar la selección más grande del mundo de relojes Rolex. Situada frente al puente de Mont Blanc, vende relojes de lujo y diamantes de marcas como Piaget, Ebel, Baume & Mercier, Omega, Tissot, Rade, Swatch y la ya mencionada, Rolex.
En cuanto a firmas de moda, las mejores se encuentran en esta calle, como Chanel, Elie Saab, Yves Saint Laurent, Gucci, Céline, Louis Vuitton, Jean Paul Gaultier, Hermés, Christian Louboutin, Jimmy Choo, entre otras.
Pasar por esta calle puede ser perjudicial para tu bolsillo, pero la sensación de pasear por ahí y ver todas esas maravillas, aunque no puedas comprar nada, será una experiencia única en el marco incomparable de la bella Ginebra.
Hay otra calle, la Rue Robert-Ceard, donde se encuentran las segundas líneas de grandes diseñadores internacionales como Armani, Burberry, Gianfranco Ferré o DKNY.
Pero si quieres ir de tiendas de verdad por Ginebra, las tiendas de moda a bajo precio las encontrarás en la Rue de la Confédération como H&M, Douglas, Body Shop, Fnac…También cuenta con tienda en Ginebra, la española Zara, pero eso sí a precios mucho más elevados que en nuestro país.
En materia de shopping, además de las firmas de lujo y las marcas low-cost, también hay espacio para las tiendas más clásicas y tradicionales como las camiserías, boutiques de deportes de élite, tiendas de música, salones de té y demás en la Rue de la Corraterie.
Ginebra se caracteriza además por ser una ciudad con infinidad de anticuarios y tiendas donde encontrar piezas muy antiguas, por eso si estás por allí un miércoles o un sábado no puedes dejar de ir al mercado de las pulgas o “Plainpalais”, situado en el distrito de este mismo nombre, donde está plaza en la que habitualmente se vende fruta y verdura cambia su estampa por completo para convertirse en un rastro en el que se venden piezas antiguas, tales como libros, joyas, muebles, cuadros…
Después de toda esta actividad diurna, os recomiendo que os relajéis y saquéis a pasear vuestras mejores galas, un vestido negro o azul de encaje o en guipur, ambos tan de tendencia, acompañados de unos stilettos, un abrigo bonito y de color primaveral que contraste con el oscuro del vestido y un clutch original serán tus aliados para acabar el día dando un paseo por el “Jardín Inglés” en el que se encuentra el Horloge Fleurie, reloj de flores, construido como homenaje a la tradición relojera del país, que va cambiando sus flores y diseño con cada estación, situado junto al monumento nacional, recorrer el lago en un Mouette Genovoise, típica lancha amarilla desde el que podréis ver como atardece en la preciosa ciudad de Ginebra, para después disfrutar de una cena romántica si vas en pareja o divertida y sofisticada si vas con una amiga en alguno de los magníficos restaurantes de la ciudad o en el restaurante de uno de los lujosos hoteles de Ginebra.