Cambian las diferentes opciones a la hora de elegir un establecimiento en el que permanecer unos días mientras nos encontramos de vacaciones. Si hasta el momento las tendencias se habían guiado por la ubicación del hotel, por las vistas que este tenía, por las prestaciones como piscina, spa o gimnasio… ahora lo que los turistas esperan es que el hotel al que acudan huela bien.
Sí, efectivamente, lo lógico es que el hotel huela bien y sus moquetas no desprendan olor de humedad, pero vamos un poco más allá del «huele a limpio» de toda la vida.
¿Recepción? ¿A qué huele esa habitación?
Antes de que naciera esta nueva moda, probablemente ante esta pregunta cualquier recepcionista habría saliendo corriendo por la puerta giratoria, pero ahora mismo es una pregunta que se repite casi a diario.

Y es que, nos alojaremos en una o en otra habitación si el aroma que le han aportado tiene que ver con cómo queremos sentirnos durante esos días, si sus propiedades van a beneficiar nuestro descanso o, por el contrario, van a conseguir aumentar la pasión en nuestra pareja.
El marketing olfativo
Está empezando a implementarse en algunos establecimientos pero, dentro de poco, no nos parecerá tan raro elegir, a parte de una carta de almohadas, también entre una amplia carta de aromas. Y es que las opciones pueden ser muy diferentes, y nos ayudarán a que nuestro propósito de viaje se cumpla totalmente.
Dependiendo de tus necesidades, elegirás un aroma que te permitirá encontrarte tan feliz en ese lugar que a la salida seguramente pedirás referencias de ese ambientador para llevártelo a tu casa.
El aroma de la recepción del hotel
Pero, ¿cómo pensáis que un establecimiento hotelero empieza a conquistar a un cliente? Evidentemente, en la primera impresión: la recepción.
Cuando un cliente accede por primera vez al hotel, el aroma que desprende la recepción no es el mismo que el de la habitación, pero invita a permanecer allí, siendo como un prólogo de lo que posteriormente ocurrirá en las habitaciones. Tranquilidad, delicadeza y, sobre todo, olor a hogar…así huele una recepción de hotel que ha decidido sucumbir a los maravillosos encantos del marketing olfativo.
Elige tu habitación y disfrútala
Ya no podemos decir que una habitación no tiene personalidad o que todas son iguales. Puede que su apariencia lo sea, pero no lo es lo que nos transmiten. En tu primer contacto con el hotel, le contarás que viajas por motivos de negocios y que, al llegar al hotel lo que deseas es relajarte, de modo que el aroma que ellos elegirán para ti logrará ese cometido. Posiblemente viajes con tu pareja y lo que quieres es despertar vuestras pasiones…pues ese aroma y un buen baño lo conseguirán…¿Y si viajas solo y el hotel se encuentra en un municipio costero? Pues decántate por un aroma a mar, a sal y a playa…¿no es alucinante?

Y sí, es cierto que el aroma a limpio tiene muchos adeptos, pero empieza a pensar en los beneficios que puede tener que una habitación huela tal y como deseas.