La Riviera Maya es uno de los principales atractivos turísticos de México. Un país en el que naturaleza, biodiversidad, historia, ocio y tradiciones se entrelazan íntima y armónicamente. Si tienes previsto viajar al otro lado de océano tras los calurosos meses de verano, acompáñanos en esta ruta en la que no tendrás un minuto que perder.
Riviera Maya en 1 Semana
Días 1 y 2: Playa del Carmen
Lo que antiguamente fue un pequeño pueblo, es hoy uno de los destinos más importantes del Caribe mexicano. Sus playas paradisiacas nunca llegan a estar desiertas pero tras la afluencia masiva de los turistas en verano, viven momentos de mayor tranquilidad y proporcionan a los visitantes el tiempo y el espacio para disfrutarlas sin aglomeraciones. Aquí podrás pasear, tomar el sol y practicar deportes acuáticos en sus cristalinas aguas. ‘Playa’, como lo llaman sus visitantes habituales, reúne las mejores tiendas, restaurantes y clubes nocturnos, tanto en los propios arenales como en la Quinta Avenida, la calle peatonal que atraviesa el corazón de la localidad. La gastronomía, las compras y el vibrante ambiente nocturno tienen aquí su máxima expresión, hasta el punto de albergar su propio festival: el Jazz Riviera Maya, que este año tendrá lugar del 1 al 3 de diciembre en Playa Mamita’s y congregará a grandes músicos del jazz mexicano e internacional.
A tan solo cuatro kilómetros de Playa del Carmen se encuentra el famoso parque eco arqueológico de Xcaret. Si dispones de tiempo, acércate y disfruta de sus múltiples atracciones que van desde un paseo entre delfines, hasta una fiesta que recrea la historia mexicana, pasando por un tour de búceo o la admiración de su espectacular reserva ecológica.
Día 3: Cozumel
Un ferry desde el muelle de Playa del Carmen te puede llevar hasta la conocida como isla de las golondrinas. Cozumel es la tercera isla mexicana en tamaño y en número de habitantes. Bañada por el mar Caribe, sus playas responden al estereotipo paradisíaco de arena blanca y aguas azules. Aprovechando la mayor tranquilidad de la temporada baja, puedes disfrutarlas con mayor desahogo para recorrerlas y para hacer snorkel o submarinismo. También para visitar la reserva ecológica más grande de la isla, ubicada en el ecoparque Punta Sur.
En el recinto encontrarás el Museo Cultural y de Navegación, el histórico Faro Ceralain e incluso una playa propia. Si dispones de tiempo, no dejes de ir a ver el yacimiento maya de San Gervasio, que alberga un santuario de Ixchel, la diosa de la fertilidad y el amor.
Día 4: Akumal
Akumal significa ‘hogar de tortugas’ en lengua maya. Su propio nombre ya nos da una pista sobre la naturaleza de un lugar que pudo ser el megadestino turístico que hoy es Cancún, pero que finalmente se ha configurado como espacio orientado a las actividades deportivas y al disfrute de la naturaleza. Sus paradisíacas playas son ideales para pasear y su costa para practicar natación y snorkel. El buceo en las costas de Akumal tiene grandes alicientes ya que la morfología de sus corales presenta formaciones de cavernas y cañones habitados por una gran variedad de fauna marina. A solo cuatro kilómetros al sur te recomendamos visitar el parque natural de Aktun Chen, consagrado a la protección y conservación del medio ambiente y de las diferentes especies de fauna y flora autóctonas. El complejo alberga varios ríos subterráneos y una espectacular cueva en cuya galería principal hay un cenote, una piscina natural entre formaciones kársticas.
Día 5 y 6: Tulum y Cobá
La ciudad amurallada de la cultura maya se encuentra en el Estado de Quintana Roo y sus playas a unos cuatro kilómetros del centro del pueblo. Este enclave constituye una oferta alternativa al turismo tradicional de la Riviera Maya que podrás disfrutar especialmente en temporada baja. Conserva un sabor más tradicional y alberga sus ruinas arqueológicas al mismo pie de sus nueve kilómetros de costa. Los alojamientos que salpican la playa son también ejemplo de la peculiaridad de Tulum: frente a los grandes resorts, aquí abundan los pequeños hoteles boutiques y las cabañas, algunas de ellas realmente modestas, en las que podrás vivir a la manera de los lugareños.
A unos 40 kilómetros se ubica Cobá, una ciudad precolombina que vivió su apogeo entre los siglos 500 y el 900 d.C. y cuyo yacimiento no puedes dejar de visitar por su importancia histórica y por su proximidad con Tulum. El recinto está dividido en varios grupos arqueológicos: Cobá, Chumuc Mul, Nohoch Mul o Macanxoc, que dan cuenta de lo avanzado de la civilización Maya, y entre sus principales atractivos destacan su observatorio astronómico y la pirámide de Nohoch Mul, la más alta de la Península de Yucatán, con 42 metros y más de 100 escalones de vértigo.
Día 7: Isla Holbox
La última parte de nuestra ruta nos conduce de vuelta a las proximidades de Cancún para, tras tomar el ferry Puerto de Chiquilá, visitar lsla Holbox, un auténtico paraíso terrenal que, por el momento, ha conseguido escapar a las esclavitudes del turismo masivo. Lo que encontrarás en estos poco más de 40 kilómetros de largo por dos de ancho son playas de arena blanca poco masificadas que se prestan a reconfortantes paseos y a la práctica de deportes acuáticos como el ‘kitesurf’, así como a la observación de su rica fauna marina. También hallarás un pueblecito de pescadores que traen diariamente los pescados y mariscos más frescos de sus costas. No dejes de probar la pizza de langosta.