Si en cualquier parte del mundo se menciona la novena sinfonía, cualquier persona de cualquier edad lo relacionará con el gran Beethoven. Una figura que forma parte de la historia de la humanidad, una música por encima de gustos, de estilos, que supone un lenguaje universal para entender la música. Y en este, el año de Beethoven, conoceremos un poco más de la mítica figura. Y qué mejor manera que caminar por donde el genio caminó, ver lo que el mismo vio y vivir en un ambiente lleno de magia, para poder descubrir un poco mejor qué inspiraba a una de las figuras más grandes de la historia de la música.
Visitar Bonn
Ludwig Van Beethoven nace en Bonn en 1770, y ya sin saberlo su nacimiento estuvo condicionado por la música. Su abuelo había conseguido un cargo relacionado con la música en la corte alemana, algo que le obligó a viajar desde Flandes. Y sería en esta ciudad de Bonn donde pasaría los primeros 22 años de su vida creciendo como músico y donde se guardan los recuerdos más antiguos del compositor, así como gran parte de su infancia.
Un viaje por los primeros pasos de Beethoven, donde conocerás un poco más su vida. Y puesto que la ciudad exhibe con orgullo ser parte del origen de Beethoven, existen numerosas exposiciones, museos e incluso rutas con paradas programadas en los lugares para conocer los pasos del compositor.
1. Calle Bonngasse
Esta es una de las calles donde más descubriremos el origen de Beethoven. Y es que es en esta calle donde vivió y se desarrollaron los primeros años de su vida. Es de visita obligada ir a su primera casa hoy convertida en museo. Además de ser el museo con la colección más extensa del autor, en él podemos ver la mayor joya de todas. Ya que además de objetos personales, se puede encontrar un manuscrito inacabado de la «Novena sinfonía”, su melodía, sin duda, más famosa. Tal ha sido su repercusión, que se declaró patrimonio de la humanidad.
2. Münsterplatz
Un lugar perfecto para completar la visita de Beethoven en Bonn. Aunque siempre podrás acércarte a Colonia, la ciudad al norte donde Beethoven con 7 años ya daba sus primeros conciertos de órgano. Volviendo a Bonn, te encontrarás en una de las plazas más famosas de la ciudad, que como todo en ella, rinde homenaje de alguna manera al autor. En esta plaza podemos ver su famosa estatua, la cual mira al otro gran punto de interés, la catedral de Bonn.
3. Gasthaus im Stiefel y Beethovenhalle
Lugares ideales para tomaros un descanso. La primera es la taberna donde su padre solía relajarse en su misma calle. La segunda una sala de conciertos que rinde homenaje al compositor alemán.
Visitar Viena
Como si del destino se tratase, Viena se convirtió en el epicentro mundial de los grandes compositores. Una ciudad de una arquitectura tan fina y delicada como las sinfonías más trabajadas. Una ciudad imperial donde el gusto por la música alcanzó un nivel de explosión único.
Tanto es así, que una de las leyendas sobre Beethoven, cuenta que en su primer viaje conocería a un Mozart que auguraría un futuro exitoso a Ludwig, aunque una década después, comenzaría su infierno personal debido a la sordera. Entre tanto, Beethoven dejaría recuerdos de toda una vida en Viena, lugar que le vio crecer y desarrollarse hasta convertirse en la leyenda que es hoy en día.
1. Pasqualatihaus y Beethoven Eroicahaus
Una de las suertes que tiene seguir los pasos de Beethoven es que llegó a ocupar hasta 20 casas en Viena. Esto ha provocado que muchas de ellas se hayan conservado y reconvertido en museos, e incluso, como veremos más adelante, en restaurantes. Todas ellas guardan parte de su colección, y estas dos son de las más representativas, y además están situadas en el centro de Viena.
2. Restaurante Ludwig van
Un lugar ideal para comer, ya que además de ser un restaurante moderno, está ubicado en una de las antiguas casa de Beethoven en Viena.
3. Zentralfriedhof (cementerio)
Lo más recomendado es que dejemos este lugar para el final. En este cementerio junto a otros genios como Strauss, está enterrado como uno de los más grandes compositores. Un adiós a un personaje cuya música siempre será eterna.
Visitar Heiligenstadt
Si Viena vio crecer y conseguir el éxito a Beethoven, a poco más de una hora en tranvía encontramos la que fue su casa de campo. Todo el glamour y la elegancia de las grandes cortes de Viena, y la belleza natural de su casa de campo, ocultaban una de las épocas más convulsas de Beethoven, cuando ya a sus más de 40 años, comenzaba a tener serios problemas de sordera.
Esto se puede observar en su famoso «Testamento de Heiligenstadt». Un escrito con tintes posiblemente suicidas ante la posibilidad de perder por completo el oído, algo que, sin duda, a un compositor de su talla debía aterrarle. Este documento se exhibe en su casa de campo, convertida hoy en museo.
Además, en esta misma zona, podéis disfrutar de las típicas tabernas vienesas, en un ambiente bucólico y natural, con una Viena de fondo acariciada por el Danubio. Una zona perfecta para visitar en otoño, ya que se celebra un popular festejo en honor del vino, celebrándose catas de los vinos más jóvenes. Un lugar ideal antes de darle el último adiós al maestro Beethoven.
Un viaje que no dejará indiferente a nadie, tengan la edad que tengan y los gustos que tengan. En esta experiencia te dejarás guiar por los pasos de una figura tan misteriosa e interesante como su propia música, una música que ha vivido y vivirá durante siglos, siendo verdaderos himnos.
Y como no podía ser de otra manera, los pasos de este genio le llevaron por lugares tan únicos y hermosos que quizás le sirvieron de inspiración, y es que estas idílicas ciudades y rincones han visto pasar por sus calles a uno de los más grandes genios de la música. Una música tan eterna y viva como el recuerdo de su creador, Ludwig van Beethoven