En una sociedad tan digitalizada como la actual es necesario, de vez en cuando, apagar y desconectar varios días. Te mostramos varios retiros expertos en desintoxicación digital.
El gesto de mirar el móvil cada cinco minutos se ha convertido más en un tiranía que en una rutina para muchas personas. Esa dependencia de conexión constante ha desembocado en un tipo de turismo que se conece como ‘digital detox’. ¿Casa rural sin cobertura o un gran hotel en el que te ‘encautan’ el móvil nada más llegar? Escoge la fórmula de escapada que más se adapte a tu nivel de dependencia y dale al ‘off’ durante unos días.

La vida rural, la vida mejor
«No tenemos wifi pero aquí encontrarás una mejor conexión». Es el lema de la casa rural Mas Els Terrats que Natalia e Israel regentan en Girona. Allí el wifi no existe, a cambio se ofrecen vistas envidiables a las montañas de la comarca de la Selva. Seis amplias habitaciones dobles con chimenea, lavabo y calefacción, donde poder disfrutar de un buen libro o mejor conversación, pero en la vida real, no en la virtual. Las mascotas son bien recibidas, tanto en las habitaciones como en el resto de la casa. En la sala común, el billar y los juegos de mesa se convertirán en las mejores redes sociales. Y durante los meses de verano, su piscina natural es el lugar donde pasar gran parte de la jornada tumbado en una hamaca y una barbacoa entre amigos. Fuera de la casa puedes disfrutar de actividades como la pesca y el baño en el río Ter o una ruta de senderismo. Súbete a la bicicleta hasta el Pantano de Susqueda o toma la vía verde por la Ruta del Carrilet Olot-Girona. Y si buscas soltar adrenalina, tu alternativa es un viaje en parapente desde Santa Brígida o el Coll, gracias a Vol Factory.

No son un caso extraordinario. De hecho, cuatro de cada diez alojamientos rurales en España carecen de conexión a Internet, según el Observatorio del Turismo Rural. En Mil Madreñas Rojas ni siquiera hay televisión. Este complejo rural en Salientes, en la provincia de León, está completamente desconectado de todo. Aquí no hay Internet y la cobertura no llega a este rincón de la montaña leonesa en el que habitan osos pardos, urogallos y corzos. Lo mejor es disfrutar de las rutas organizadas y hacer talleres creativos. Al noroeste de la provincia de León se encuentra la comarca de Os Ancares, un sistema montañoso y de valles que limita con Lugo. Es en la parte lucense donde se encuentra la casa rural O’Crego. Abandonada por más de 40 años, sus actuales dueños tardaron una década en recomponerla, siempre manteniendo la estructura original de complejo ancarense: dos casas, una de dos plantas en forma de ele y la otra, el ‘palleiro’, también de dos pisos, para almacenar hierba y aperos. Y en el patio, un tradicional hórreo. Eso sí, sin wifi, sin cobertura y sin televisor. Los paseos por el monte aseguran una paz bucólica que difícilmente se consigue en otros lugares que no sean el prácticamente desconocido Valle de los Ancares.
Tampoco disponen de televisión en La Gándara, en Crespos, Burgos. «Para recuperar así esos pequeños placeres olvidados: la tertulia, la lectura, el silencio y el juego». La comunicación real aquí es tan importante, que los desayunos y cenas, con productos ecológicos locales, se hacen en una mesa común con todas las personas alojadas. Se ubica en el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, dentro de la comarca de Las Merindades. Una de las excursiones imprescindibles es visitar el mirador del Cañón del río Ebro. Además de las rutas a pie, se puede optar por ‘rafting’, paseos a caballo, observación de aves, espeleopaseos y visitas a monumentos de localidades cercanas.

Retiros desintoxicantes deluxe
Lejos de los alojamientos rurales también existen hoteles de cinco estrellas que, aunque curiosamente están digitalizados a la última, ofrecen paquetes de experiencias ‘detox’. Dos de ellos son de la cadena Vincci, y contemplan «depósito voluntario de aparatos electrónico». Uno está a pie de pista en Sierra Nevada, Granada, a 2.400 metros de altura. El Vincci Selección Rumaykiyya apuesta por recargar fuerzas, esquiar y relajarse en su spa sin necesidad de estar conectados a aparatos electrónicos. Solo abre en temporada alta de esquí, a principios de diciembre.

Y de la montaña a la playa, en concreto a la de Marbella. Allí el Beach Club Vincci Selección Estrella del Mar garantiza una depuración digital. Una propuesta que también ofrece el hotel Barceló Sancti Petri de Chiclana de la Frontera, Cádiz. Una escapada de desintoxicación tecnológica en la que se incluyen tratamientos en manos y muñecas para evitar agarrotamientos del «mal del smartphone». Con propuestas como estas es el momento de colgar en tus redes sociales el cartel: cerrado por ‘detox’. Los ‘selfies’ compartidos en las redes sociales deberán esperar al próximo viaje, a no ser que te ‘enganches’ a no meter el móvil en la maleta.