En la isla más poblada del mundo abundan también la cultura y la historia. Paisajes, templos y ciudades que la convierten en uno de los tesoros mejor guardados del Índico.
¿Sabías que fue en Java dónde se descubrió al ‘homo erectus’? En la última década del siglo XIX el científico holandés Eugène Dubois encontró los restos del ansiado ‘eslabón perdido’. Tras cotejar las pruebas encontradas, se concluyó que estaban ante el ‘homo erectus erectus’, también conocido como ‘Hombre de Java’. Fue en Trinil, en la parte central de la isla y su hallazgo es sólo una de las grandes sorpresas que esconde la isla.

Java es una de las más de 13.400 islas que forman Indonesia. De los más de 215 millones de personas que viven en este país, más de la mitad lo hacen en Java. Yakarta, la capital del país, es la ciudad más poblada. La metrópolis acoge a más de 10 millones de personas y su ajetreado caos contrasta con la espiritualidad del resto de la isla. Su espíritu multicultural hace de sus 661 kilómetros cuadrados el mejor exponente del lema nacional: “Bhineka Tunggal Ika”, unidos en la diversidad.
Patrimonio multicultural
Reúne la mayor comunidad musulmana del mundo, pero tal es su pluralidad religiosa que cuenta con el monumento budista más grande del planeta y un enorme complejo hindú. El primero de ellos, Borobudur es una de las atracciones más visitadas de Indonesia. Sus más 2.500 metros cuadrados se sitúan en lo alto de una colina, a 40 kilómetros al norte de Yogyakarta, la segunda ciudad más importante de la isla. Tiene forma piramidal y fue construido entre los siglos VIII y IX, pero olvidado bajo una capa de ceniza volcánica hasta su redescubrimiento en 1814. En 1970 fue restaurado con ayuda de la UNESCO, que lo incluyó como Patrimonio de la Humanidad en 1991. Está levantado en tres niveles: una base piramidal con cinco terrazas concéntricas, una parte central con forma de cono truncado y tres plataformas circulares, y la parte superior, una estupa monumental que se eleva a 40 metros del suelo. Más de 2.600 paneles y 504 Budas decoran el monumento de piedra. Debes madrugar para recorrerlo cuando aún está cubierto por la niebla, y si te interesa la cultura busita no te pierdas el día grande del templo. Durante la luna llena del mes de mayo, acuden miles de peregrinos y visitantes. Celebran el Vesak, que conmemora el nacimiento de Buda, su iluminación y su muerte.

Prambanan es el templo hindú más grande del sudeste asiático y también es Patrimonio de la Humanidad. Su cercanía a Borobudur es un indicador más de la pacífica convivencia entre las diferentes religiones de la isla. Conocido por los locales como Roro Jonggrang, debe este nombre a una princesa. Según cuenta la leyenda, para evitar casarse con Bondowoso, le retó a construir mil templos antes del amanecer. Él construyó 999, y, enfadado ante los trucos de su prometida para despertar al gallo antes de tiempo, la convirtió en piedra. En la realidad, no encontraremos 999 templos, pero sí más de 200. Los tres templos principales están dedicados a la Trimurti, la Santísima Trinidad del hinduismo formada por el creador (Brahma), el preservador (Visnú) y el destructor (Shivá). Se construyó bajo la dinastía Sanjaya del primer Reino de Mataram, en el siglo IX. Se calcula que data del año 856, fecha tallada en una inscripción de una de sus piedras.
Paisajes volcánicos
Sus verdes arrozales pueden confundir, pero toda la isla es de origen volcánico. El monte Bromo es una de las postales más típicas de Java. Mide 2.329 metros y es uno de los más activos del mundo. Está situado en la zona este y pertenece al Parque nacional Bromo Tengger Semeru, pero para sacar la típica foto del amanecer con el monte Bromo debes subir al monte Penanjakan, a dos horas y media de Malang.

Otro de los volcanes imprescindibles es el Kawah Ijen. La particularidad de este gigante de 2.386 metros es que la lava que escupe es azul. De ahí que se conozca como el volcán de las llamas azules o ‘blue fire’. Una imagen que parece ciencia ficción y que te llevará unas dos horas de caminata hasta su cráter. El color azul es el resultado de los gases de azufre que emite el volcán al reaccionar con el oxígeno de la superficie. Un lago de azufre turquesa te espera a 2.148 metros por encima del nivel del mar.

La flauta del océano
Las playas tampoco faltan en el paisaje de Java. Una de ellas es Klayar en Pacitan, East Java. Posee unas cautivadoras aguas cristalinas y una finísima arena blanca. Es conocida por el sonido que emiten las olas al romper fuertemente contra la roca calcárea Recuerda a una flauta de bambú, de ahí su sobrenombre ‘la flauta del océano’. El fenómeno va acompañado de la salpicadura de un chorro de agua, similar a un géiser, que sale propulsado desde un agujero en el suelo de la roca. Además, es perfecta para la práctica del surf porque además de cantarinas, sus olas son abundantes.
