Hacer la maleta puede ser un motivo de estrés antes de comenzar un viaje para muchas personas, especialmente si el que vas a visitar es un país como Canadá, al que se suele ir por períodos largos. Canadá tiene una climatología especial, para la que debemos ir preparados, lo que quizá se traduzca en abrigos gordos o botas de nieve. Pero no te preocupes, tenemos los mejores trucos para hacer la maleta para que tu viaje a este país lleno de paisajes de ensueño sea todo un éxito.
Trucos para una maleta bien hecha
Medita sobre el viaje que vas a hacer
Lo primero es pensar en el tipo de viaje que vas a hacer. No solo los días que vas a estar fuera o lo lejos que vas a ir, sino también aspectos como la climatología que te vas a encontrar, las actividades que vas a realizar, si vas a estar moviéndote mucho, si irás de hotel o de camping… Por ejemplo, si no te vas a mover mucho de lugar, puedes llevar una maleta común sin problemas, pero si pretendes viajar de ciudad en ciudad o incluso por zonas más rurales, quizá te resulte más cómodo llevar una mochila.

Si el lugar al que viajas es cálido, probablemente no necesites una mochila o maleta tan grande, pues la ropa de verano ocupa bastante menos espacio que la de invierno. En Canadá depende de la estación en la que viajes y los lugares que planees visitar, ya que el clima varía mucho de un sitio a otro debido a la vastedad del país. Por ejemplo, si decides viajar en verano, te encontrarás con temperaturas más bien cálidas, que pueden alcanzar hasta los 30 grados centígrados en casi todo el territorio. En primavera y otoño, puedes encontrarte días calurosos, pero las primeras nevadas pueden comenzar ya en noviembre y durar hasta abril, así que dependerá de los sitios a los que viajes. El invierno es frío en todo el país y las temperaturas suelen mantenerse por debajo de los 0 grados, aunque en ciudades como Toronto o Vancouver pueden llegar a los 5 grados y la nieve puede limitarse solo a los meses de diciembre y enero. Si viajas en invierno, probablemente lo mejor sea limitase a visitar la costa oeste, generalmente algo más cálida, y grandes ciudades con vías subterráneas para trasladarse de un lugar a otro.
En este apartado, referido a la maleta que vas a emplear no debes olvidarte de leer bien los requisitos para volar de la aerolínea con la que viajarás, y comprobar si tu equipaje se ajusta al peso y las medidas exigidas.
Elabora una lista para no olvidar nada
Una de las claves de una maleta bien hecha es una buena planificación. Para ello, siempre viene bien comenzar a pensar con tiempo lo que vas a necesitar y dejarlo preparado y no dejarlo todo para el último momento. Para planificar bien esto, puedes elaborar una lista con antelación con todos los elementos que creas que van a serte de ayuda en el viaje. De hecho, hacer la lista con tiempo te puede permitir reflexionar sobre lo que te has puesto y añadir nuevas cosas, quitarlas o sustituirlas por otras que veas más útiles. Cuando creas que tienes la lista definitiva, ya solo tendrás que localizar los artículos y ponerte a hacer la maleta.

Lleva ropa que sea combinable entre sí
Uno de los aspectos que no solemos tener en cuenta en todo lo referido a cómo hacer maletas es llevar prendas de ropa que combinen todas entre sí. Por el contrario, se suele elegir las prendas que más nos gustan, pensando en un solo conjunto para cada uno de los días. Esto va a resultar en que te lleves mucha más ropa de la realmente necesaria, ocupando demasiado espacio. Lo mejor es llevar partes de arriba y de abajo que sean todas combinables entre sí, para así poder crear muchos conjuntos diferentes con poca ropa. Esto será especialmente útil si vas a realizar un viaje de muchos días. Además, debes pensar en que, en caso de que te quedes corta de ropa, siempre tienes la opción de lavarla en el lugar de destino en una lavandería.
Distribuye bien el equipaje
Una de las formas de aprovechar al máximo el espacio es colocar las cosas con lógica en la maleta. En el caso de Canadá, quizá te convenga llevarte un abrigo para la nieve o un chubasquero, que siempre debes colocar al fondo de todo, ya que es probablemente lo que más ocupe. Si vas a llevar calzado extra (botas para la nieve o más mudas si vas a estar fuera mucho tiempo), conviene llevarlo en bolsas individuales para no manchar la ropa.
En lugar de doblar la ropa de la manera tradicional, puedes enrollarla, formando como tubos. Si llevas camisas, trajes o prendas de cachemira que no queremos que se arruguen, siempre se colocarán encima de todo.

Si en lugar de una maleta te has decantado por una mochila, pondrás los objetos de mayor peso en el centro, intentando no dejar huecos libres ni crear una forma que te vaya a ser incómoda al llevarla a la espalda. Si te mueves mucho de lugar, es mejor que dejes las cosas de mayor frecuencia de uso arriba de todo, como el pijama o el neceser.
Recuerda también llevarlo todo organizado durante el viaje (en la medida de lo posible, claro), para localizarlo todo rápido y no tener que estar rebuscando en las profundidades de la mochila o maleta.
Lleva puesto lo que más pese y ocupe
Si vas a llevar un abrigo, bufanda y botas para la temporada fría en Canadá, intenta llevarlas puestas para que no ocupen sitio en la maleta. Aunque no las lleves puestas, puedes llevar el abrigo en el brazo para no tener que introducirlo con el resto de tu equipaje.

Y es que, hacer la maleta es más importante de lo que creemos, de este momento depende que no nos olvidemos en casa algo que nos va a resultar imprescindible durante el viaje, y del espacio que dejemos libre en ella depende la cantidad de compras que podremos realizar en Canadá.