Casas bajas cubiertas por la nieve. La postal típica de la Navidad se hace realidad en algunos lugares de Europa. Te lo mostramos para que creas estar en un cuento de Charles Dickens.
¡Oh, blanca Navidad! Y también colorida porque muchos pueblos de Europa se muestran resplandecientes con la llegada de las fiestas navideñas. La mayor parte de ellos ya parecen escenarios sacados de la fantasía de un dibujante de cuentos. Pero cuando la nieve, las luces y los árboles de Navidad llegan, su magia es tal que querrás hacer las maletas y pasar allí las vacaciones.

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Rothenburg, Alemania
Es el pueblo más navideño del mundo. Tanto que hasta en verano parece Navidad. Rothenburg ob der Tauber, que es su nombre completo, es una ciudad medieval de Baviera. Según pones un pie en sus calles verás que evoca a un cuento. De hecho, en la versión de Disney de ‘Pinocho’ se inspiraron en sus calles para recrear cada espacio de la película. Durante esta época, su mayor reclamo es su mercado navideño, Reiterlesmarkt. Este año se establece desde el 25 de noviembre hasta el 23 de diciembre. Para combatir el frío hay que tomar vino caliente, ‘glühwein’, y el dulce típico, unas enormes bolas de chocolate llamadas ‘rothenburger schneeballen’. Adquiere tus recuerdos en Kathe Wohlfahrt, la tienda navideña por excelencia, donde un coche de época cargado de regalos hace guardia en su entrada hasta en verano.

Hallstatt, Austria
Un pueblo a orillas de un lago es la postal navideña perfecta para este rincón de Austria. Se trata del pueblo de Hallstatt y el lago donde se ubica es Halsstätter See. Pasear por sus calles y su plaza central Marktplatz es un entretenimiento que se completa con visitas como la del Museo Kulturerbe Hallstatt, un viaje de 7.000 años de historia donde se exponen los restos encontrados tras excavaciones arqueológicas. En Hallstatt hasta el cementerio es bonito, por eso no puedes dejar de echarle un vistazo, así como a la Iglesia Parroquial Católica y el osario Hallstätter Beinhaus, con unos 1.200 cráneos perfectamente colocados. Cerca se encuentra su gran tesoro de ‘oro blanco’, la mina de sal más antigua del mundo, cuya explotación se remonta hasta mediados de la Edad de Bronce, siendo responsable de la riqueza de la región. Tu viaje será redondo si visitas las cascadas de Waldbachstrub, un salto de agua de 90 metros.
Gruyères, Suiza
Es el pueblo donde se fabrica uno de los quesos más famosos del mundo, el gruyer. Sin embargo, la visita a la quesería La Maison du Gruyère, que desde 1969 elabora este producto de manera tradicional, no es la única atracción. Este pequeño pueblo medieval alberga un castillo de cuento con ocho siglos de antigüedad, el de St. Germain. Además de ofrecer un juego de búsqueda del tesoro para los más pequeños, alberga el Museo H. R. Giger, conocido artista plástico y ganador de un Oscar por crear el monstruo y escenarios de la película ‘Alien, el octavo pasajero’. A pesar de encontrarse en un cantón suizo, posee un Museo del Tíbet con más de 300 objetos budistas. Un encantador pueblo navideño donde es imposible que te aburras y que gana, más si cabe, con su iluminación nocturna.

Grindelwald, Suiza
Nieve y luces navideñas, mezcla perfecta para la época del año más mágica en este pueblo del cantón de Berna. Grindelwald es una importante estación de montaña, tanto en verano como en invierno. Así que, además de disfrutar de un típico pueblo de cuento, puedes practicar esquí en sus 200 kilómetros de pistas. Se encuentra en un valle resguardado por las paredes norte del Eiger y el Wetterhorn. Allí encontrarás varios miradores desde donde obtener una amplia perspectiva de la blanca y mágica Navidad suiza.
Colmar y Eguisheim, Alsacia, Francia
Parece navideño sin ser Navidad. Ese es el encanto de Colmar. Cuando piensas en un cuento de casitas de madera, cada una de un color, es este destino de la Alsacia al que debes dirigirte. Es el lugar de nacimiento de Frédéric Auguste Bartholdi, creador de la Estatua de la Libertad que Francia regaló a Nueva York. Es bonito en cualquier época del año, pero más en invierno con su decoración típica y su mercadillo, que se desarrolla en hasta cinco puntos de la ciudad y se establece del 25 de noviembre hasta el último día del año. Y para entrar en calor, toma una copa de vino porque Colmar es la capital del vino de Alsacia. También en esta región y de similares características, es Eguisheim. Está adscrito a ‘Les plus beaux villages de France’, una condecoración a los pueblos galos más encantadores. Su mercadillo navideño ocupa las calles principales del pueblo desde noviembre hasta fin de año. Cada semana cambia de temática pero siempre relacionado con la Navidad.

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