¿Sueles organizar escapadas de fin de semana con tu pareja, familia o amigos? ¿Te gustaría visitar un lugar donde se combinan historia y paisajes alucinantes? Visita el Monasterio de Piedra y conoce su historia y sus rincones, te fascinará.
Escapadas de fin de semana con historia y naturaleza
Situado en el municipio zaragozano de Nuévalos, a 110 kilómetros de Zaragoza, el Monasterio de Piedra es una edificación cisterciense del siglo XIII. Fundada por 13 monjes que se establecieron en 1194 en los terrenos de una antigua fortaleza musulmana, durante siglos fue un lugar religioso hasta su desamortización en el siglo XIX.
Debe su nombre al río Piedra, que es quien abastece de agua al monasterio. Como anécdota, fue el primer lugar de Europa donde se cocinó el chocolate en 1534.
Tras la desamortización, los terrenos fueron subastados, y en 1844 su nuevo dueño transformó la antigua construcción religiosa en un establecimiento hostelero e hidroterápico. Aprovechando la abundancia y calidad de las aguas en ese paraje, sustituyó los huertos por jardines paisajísticos y construyó la primera piscifactoría de España.
Declarado Monumento Nacional en 1983, en 2009 fue nombrado Bien de Interés Cultural, y en 2010 se reconoció como Jardín Histórico.
Qué ver en el Monasterio de Piedra
Abierto todo el año, es ideal para visitar en familia o para escapadas de fin de semana. Posee un hotel con spa, restaurantes y la posibilidad de celebrar eventos como congresos y bodas. Por ejemplo, allí se celebró la boda entre Pocholo Martínez Bordiú y Sonsoles Suárez, en la antigua iglesia del monasterio.
También se programan espectáculos de cetrería, hay un Centro de Interpretación de la fauna piscícola, además de los museos del vino, del carruaje y del chocolate.
Pero si las instalaciones son de primer nivel, el entorno natural te enamorará, pues al monasterio lo rodean una serie de cascadas, lagos y frondosos bosques por los que se puede pasear y recorrer sus grutas, disfrutando de paisajes de cuento, en un recorrido de unas dos horas y media de duración.
Uno de estos lugares es el conocido como la Cola de Caballo, un espectacular salto de agua de 90 metros que esconde una gruta, llamada Gruta Iris, que se puede recorrer y ver desde detrás la majestuosa cascada de agua.
En contraste con este paisaje, encontramos el Lago del Espejo, un bello lago de aguas cristalinas que, debido a la quietud del agua, refleja los árboles y la vegetación que lo rodea, consiguiendo un efecto espejo espectacular.
Y es que no son pocos los pintores y fotógrafos que han visitado el lugar para reflejar en sus obras la belleza del entorno.
Visita el Monasterio de Piedra en invierno
Si estás planteándote tu próximo viaje, el Monasterio de Piedra en invierno es una gran opción, porque además la afluencia de gente es menor que en verano y podrás disfrutar tranquilamente del recorrido y sus recodos y relajarte en sus modernas instalaciones integradas en el conjunto del antiguo monasterio.
No lo dudes, visita el Monasterio de Piedra y disfruta de toda su magia y belleza.