La isla del pavo real: un rincón alemán que te sorprenderá
Situada en el río Havel que pasa al sureste de Berlín se encuentra esta isla, de la que han tomado posesión algunas bellas aves. Se trata de la isla del pavo real o Pfaueninsel en alemán.
La isla está abierta al público de abril a octubre, de martes a domingos y desde las 10 hasta las 17.30 horas.
Disfruta al viajar a Alemania
Cuando vayas a tomar vuelos baratos a Berlin para conocer este maravilloso país, no lo puedes hacer sin visitar esta isla paradisíaca, ubicada cerca de la capital y a solo un corto viaje en autobús y 20 minutos en ferry. Antaño, cuando los nobles prusianos eran grandes señores en esta región de Europa, establecieron allí sus espacios de ocio y esparcimiento.

Edificaciones
Varios de los edificios construidos en la isla tienen un pretendido y deliberado aspecto de estar en ruinas. Ello se debe a la corriente estética de la época que equiparaba esta condición derruida con sentimientos románticos y apasionados.
En esta isla de pacífico entorno está el Castillo Blanco, que fue construido entre 1794 y 1797 por el rey Federico Guillermo II, quien fue propietario de la isla. Lo ideó pensando en disfrutarlo con su amante, la condesa Wilhelmine Encke von Lichtenau.
En su interior conserva el mobiliario romántico de la época y una colección valiosa de reliquias en una sala de antigüedades. También alberga un gabinete para las lecturas, construido en forma de choza de bambú.
Este castillo conserva un aire de cuento infantil con su pasarela de hierro que une los dos torreones blancos. Luce semiderruido, lo que fue deliberado a la hora de levantar la construcción. Puedes conocer sus espacios interiores mediante una visita guiada.
En otro lugar de la isla, Federico Guillermo II también ordenó levantar un falso monasterio en ruinas, un templo griego, una lechería y establos, espacios que puedes recorrer. Este monarca ideó un espacio de ensueño para su romance. Su propósito era crear un ambiente entre medieval y gótico con un aura de serenidad.
Animales
En algún momento, en esta isla se criaron conejos y posteriormente búfalos de agua, de los que aún quedan algunos.
Existe una gran pajarera, construida en 1824, donde se alojan faisanes blancos de Siberia, gallinas peludas de China y enormes gallos alemanes. En los prados y jardines deambulan en libertad unos cincuenta pavos reales que dan su nombre a la isla. Ojalá desplieguen sus hermosas colas cuando estés cerca, para tomar una fantástica foto.

A esta isla se va a pasear entre los robles milenarios, a mirar la fauna y en especial los pavos reales. Puedes visitar el jardín de rosas, la estatuilla de la actriz Rachel o la fuente de Martin Friedrich Rabe.
Es un lugar, como planeó Federico Guillermo II, de serenidad, de contemplación de la naturaleza, para tomar el sol y disfrutar del aire límpido.
Si vas a viajar a Alemania a conocer sus fantásticos paisajes, sus idílicos castillos y su gastronomía, prueba a alojarte en alguno de los hoteles en Berlin y no dudes en completar el viaje con una visita a la isla del pavo real.