Llega el cambio de armario para los países del hemisferio norte del planeta. El follaje de los árboles modifica su paleta de color, abandonando los tonos verdes vivos y dejándose ver con un look más sobrio y elegante. Algunos lugares lucen especialmente bonitos en esta época, aquejados por temperaturas extremas en verano e invierno. Apunta estas recomendaciones para hacer del otoño tu estación favorita del año. No hay mejor alternativa para no echar de menos el verano.
Como Richard Gere y Winona Ryder
Pocos parques lucen tanto los colores de esta estación como Central Park en Nueva York. Con sus 855 metros de ancho y 4,13 kilómetros de largo es uno de los parques urbanos más grandes del mundo y uno de los más fotografiados, además de escenario de muchas películas de Hollywood. Rara es la cinta de Woody Allen (‘Annie Hall’ o ‘Historias de Nueva York’) donde no se le rinde homenaje. También tiene su papel en ‘Love Story’, ‘Todos dicen I love you’, ‘Spiderman’, la serie ‘Sexo en Nueva York’ y hasta una oportuna ‘Otoño en Nueva York’ protagonizada por Richard Gere y Winona Ryder. Las referencias son inagotables. Además, en estos meses es un excelente lugar para practicar deporte, disfrutar con amigos… O, simplemente, pasear admirando sus lagos y fuentes como la imponente Bethesda, custodiada por su ángel.
La paleta de colores de Quebec
Canadá y otoño combinan a la perfección. Sobre todo la región de Quebec, la provincia más grande del país, con ciudades como Quebec o Montreal (la urbe más poblada). Pero si hay un lugar donde el otoño llega con fuerza es en sus bosques. Desde finales de septiembre comienza una explosión de colores vivos que representa lo que es una verdadera paleta otoñal. También se notan los perfumes y, por supuesto, los sabores. En concreto a manzana recién recolectada y a arándanos agrios (‘canneberge’), con los que se elaboran zumos antioxidantes. Tiene su propio centro de interpretación en Saint-Louis de Blandford. Hasta el 16 de octubre celebran la 20ª edición del festival en torno a este fruto. Los visitantes pueden degustarlo en sus distintos derivados como mermeladas, asistir a su cosecha y conocer una plantación que aporta un rojo intenso a la estampa otoñal canadiense. También el blanco es protagonista, el del plumaje de las ocas de las nieves. Durante esta estación, hacen una parada en Montmagny, en la región de Chaudière-Appalaches, antes de emprender su viaje hacia Carolina del Sur donde pasan el invierno. Es motivo del Festival de la Oca Blanca, del 6 al 10 de octubre. Y hasta el día 2 de octubre, en Baie Saint-Paul, se celebra el 26º festival Rêves d’automne, ‘Sueños de Otoño’, donde se inmortalizan los paisajes de la región de Charlevoix. El mejor plan es optar por un coche de alquiler y poner rumbo por carretera por toda la provincia Quebec, dueña de los bosques.
Varsovia, ciudad natural
Una cuarta parte de Varsovia es verde. O mejor dicho, está cubierta de vegetación –por eso del cambio de la hoja–. Tanto, que es de las pocas ciudades que acogen un parque nacional dentro de sus límites urbanos. Se trata del Parque Nacional de Kampinoski, Reserva Mundial de la Biosfera y auténtico pulmón de la urbe. Además, los jardines y parques, antes privados, ahora están abiertos al uso público. Aunque la oferta cultural de la capital polaca (museos, catedrales y castillos) te mantendrá entretenido en cualquier época del año, en otoño el mejor plan es pasear a orillas del río Vístula o por el Parque Real Łazienki, el medidor estacional de la ciudad.
Cuando el gris se tinta de otoño
El gris combina con todo. También con los colores otoñales. Y Edimburgo es la ciudad gris por excelencia. En la capital de Escocia pueden darse las cuatro estaciones en un mismo día. No obstante, sabrás que es otoño al ver los colores rojizos en contraste con las históricas piedras de edificios tan emblemáticos como su castillo. Sus lagos y parques, ahora dorados, convierten la ciudad en un cuento. Por eso en octubre (del 21 al 31) llegan los cuentacuentos al Scottish International Storytelling Festival, un encuentro de lecturas, espectáculos y talleres para todas las edades. Y puestos a celebrar, el último día del mes tiene lugar el Año Nuevo celta, ‘Samhuinn’, con la celebración de un festival de fuego, a cargo de la Beltane Fire Society. El desfile nocturno transcurre desde lo alto del castillo hasta The Mound pasando por Royal Mile. Fuera de la capital, Escocia, ofrece un infinito paisaje otoñal en las Tierras Altas de William Wallace, donde lo verde deja paso al tostado. La naturaleza es sabia, por eso sabe que con estos panoramas cautivadores se olvida rápido que el verano ha llegado a su fin.