Este sabroso plato es ideal para tomar a la hora del aperitivo. El foie y la patata son los ingredientes básicos para hacer un parmentier.
Ingredientes para 4 personas
– 700 g patatas
– 50 g mantequilla
– 200 g foie de pato
– 1 dl nata
– 1 yema de huevo
– 1 dl oporto
– 4 hojas de salvia
– 1 dl caldo de ave
– sal y pimienta
Preparación del plato:
1. Lo primero que hay que hacer es cocer las patatas enteras hasta que estén blandas, retirar del fuego y pelar.
2. Se pasan por el pasapurés, se añade la mantequilla y se salpimienta.
3. A continuación se rellena con este puré hasta la mitad de cuatro aros de emplatar.
4. Se reparte el foie encima del puré y se acaba de rellenar con el resto del puré.
5. Se monta la nata y se mezcla con la yema de huevo.
6. Rematamos los aros con esta mezcla y gratinar unos minutos.
7. Cocemos el oporto con el caldo de ave y las hojas de salvia hasta que reduzca
8. Finalmente servimos los pasteles de patata y foie en los platos elegidos y acompañamos con la salsa de oporto.
Todo lo que te faltaba por saber de la gastronomía parisina
En la Ciudad de la Luz prácticamente se tiene al alcance toda la comida francesa regional, así como una magnífica representación de cocinas internacionales. Disfrutar de una exquisita comida en uno de los elegantes restaurantes de alta cocina es uno de los grandes placeres de París.
La cocina es una de las aficiones favoritas de los parisinos. Ya sea en casa, de picnic en un parque o en uno de los múltiples restaurantes que existen en la ciudad, en París comer es, sin duda, un auténtico placer. La capital es un espléndido escaparate en el que encontrar los platos y sabores más diversos y las novedades en este sector. No en vano, es un punto de referencia de la gastronomía mundial y los grandes chefs internacionales tienen una mirada puesta siempre en París.
Entre las últimas tendencias que definen la escena culinaria, se encuentran el “bistronomique” (manjares regionales elaborados por cocineros de prestigio a precios económicos) y “le fooding” (cocina servida en los locales más vanguardistas).
Al margen de las modas pasajeras, los parisinos apuestan por una cocina saludable que tiene su punto fuerte en la combinación hábil de productos frescos y de mercado. Un picnic en uno de los jardines y parques más populares de la ciudad es una actividad que goza de gran tradición y con muchos adeptos, sobre todo, los fines de semana.
Los restaurantes suelen ofrecer para el almuerzo (y en ocasiones también para la cena) un plato del día o un plato principal fijo más un entrante o un postre a un precio más barato que los platos que incluye la carta. Algunos sitios pueden servir un aperitivo entre el entrante y el plato principal; otros, cuentan con un equivalente dulce antes del postre y suelen incluir unas cuantas galletas o pastelitos con el café.
Desayunar en París
El desayuno está considerado un simple precursor del almuerzo y, aunque muchos parisinos no invierten mucho tiempo en él, existen diversas y atractivas opciones para saborear un auténtico desayuno a la parisina, desde el típico cruasán acompañado de un café con leche en la terraza de una cafetería al calor de los primeros rayos del sol hasta un delicioso “brunch” en uno de los locales más distendidos y chic de la ciudad.
En el moderno barrio de Marais, son muchos los que se apuntan a esta alternativa por entre 15 y 20 €.
Sabores del mundo
En París habita una rica mezcla de culturas y cada una brinda al turista una variada muestra de sus platos y productos típicos. Las distintas comunidades que viven en la ciudad cuentan con sus propios negocios de alimentación y restaurantes, por lo que degustar alimentos procedentes de Tailandia, Vietnam, Pakistán o Turquía está al alcance de cualquiera.
Menús para niños
La mayor parte de las cadenas de restaurantes cuentan con un menú infantil a un precio asequible que suele constar de carne, patatas fritas y un postre. Como regla general, el menú infantil está reservado a los niños de hasta 12 ó 13 años (suele venir indicado en la carta).
Una opción saludable y económica es la cafetería del Bazar de l’Hôtel de Ville, en la 5ª planta de estos grandes almacenes situados en el número 14 de rue du Temple. Ofrece un bufé libre de carne y postres.
Restaurantes vegetarianos
La carne es uno de los platos principales en Francia, por lo que encontrar un menú vegetariano requiere un poco de tiempo. A pesar de ello, cada vez son más los parisinos que se preocupan por seguir una alimentación libre de grasas y algunos restaurantes han empezado a incluir platos de estas características en su carta.
Una idea para los turistas vegetarianos es acudir a los florecientes restaurantes africanos y orientales; suelen tener platos sin carne y dan la oportunidad de conocer otros sabores distintos a los típicos franceses.
Comida rápida
Si su visita a París es corta y no dispone de mucho tiempo, una opción es recurrir a las panaderías, sandwicherías y cafeterías autoservicio. En la ciudad, la comida rápida no es sinónimo de comida basura. En estos lugares (son muy abundantes cerca de los ejes turísticos), podrá adquirir productos saludables y de calidad a un precio más económico que en los restaurantes.
Las brasseries, típicamente parisinas, son un poco más caras pero sus ensaladas y parrilladas son deliciosas. Los precios medios suelen ser de unos 15 €.
Otra alternativa es comprar una baguette en uno de los numerosos puestos callejeros que venden bocadillos de todo tipo: vegetales, con carne, de jamón y queso, etc.
Alta cocina
La comida en París tiene tanta tradición como su historia, su arte o su sentido de la libertad. La cocina de los reyes, en la que monarcas, nobles y aristócratas se deleitaban con mesas cubiertas por decenas de platos, fuentes de frutas y postres de nombres extravagantes, es propiedad actual de los chefs y de los restaurantes exclusivos: es la alta cocina.
Los nombres más célebres de la gastronomía francesa poseen un restaurante en París y muestran sus últimas creaciones. Estos locales de prestigio se definen por su originalidad, su cuidada y suntuosa y su innovación: en ellos, los grandes chefs reinventan los platos tradicionales y fusionan en un alarde de maestría las especias dulces y saladas para conseguir sabores sorprendentes.
El turista debe tener en cuenta que algunos de estos restaurantes cierran durante los fines de semana y en el mes de agosto. En estos lugares de moda y de alta cocina, se recomienda reservar con la mayor antelación posible; en algunos casos, esto supone llamar un par de semanas e incluso meses antes.
Algunos de los restaurantes de alta cocina son los siguientes: L’Arpège (del chef Alain Passard, en rue de Varenne), Le Jules Verne (del chef Alain Reix, en Champ de Mars), Guy Savoy (del chef Guy Savoy, en 18 rue Troyon) y Le Grand Véfour (del chef Guy Martin, en 17 rue de Beaujolais).
El precio de las cenas es bastante más elevado que en las comidas y los precios pueden superar los 300 € por comensal. Sin embargo, el espíritu igualitario que los franceses han desarrollado en los últimos siglos ha hecho que su cocina resulte un poco más accesible en otros locales en los que es posible degustar platos de excelente calidad por unos 50 €.