Viajar aporta experiencias, diversión y conocimiento. Descubrir otros paisajes y culturas enriquece y, al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta tomarse unas vacaciones fuera de casa de vez en cuando? Son muchas las personas que aman viajar, pero que se ven coartadas por su miedo a volar en avión. Si eres víctima de este temor irracional o quieres ayudar a alguien para que deje de sufrirlo, las siguientes claves para volar sin miedo te servirán de ayuda.
Consejos para superar la aerofobia
Comprende las etapas de un vuelo
Si es la primera vez que vas a viajar en avión, lo mejor es que te familiarices con las etapas del vuelo para evitar así el miedo a lo desconocido. En Internet puedes encontrar los sonidos habituales de los motores del avión y vídeos que explican el despegue y el aterrizaje. Pregunta también a aquellos conocidos que viajen habitualmente cómo suelen ser sus vuelos y si tienen alguna experiencia con las turbulencias para que, llegado el día de subirte al avión, sepas todo lo que te espera en el tiempo de viaje y no haya nada que te resulte extraño.
Entiende cómo funciona un avión
El avión es el medio de transporte más seguro, tenlo en mente. Para que estos aparatos puedan circular deben pasar numerosas revisiones (anuales, mensuales, diarias e, incluso, previas a cada vuelo). Además, están preparados para funcionar en perfectas condiciones si alguno de sus motores dejase de operar. ¿Y si dejan de funcionar todos los motores? El avión está preparado para planear durante más de 200 kilómetros, margen suficiente para encontrar un lugar de emergencia para aterrizar. De hecho, esta situación solo ha ocurrido dos veces en la historia y en ninguna de las dos hubo ningún herido.
No temas las turbulencias
Imagina que vas en un coche o autobús y que las turbulencias son como los baches de la carretera, indefensos. ¿No te sirve como consuelo? Entonces debes saber que los aviones están preparados para cualquier tipo de turbulencia. Siendo el número 6 el grado máximo de turbulencia que puede encontrarse, correspondiente a un huracán, a los aviones se les exige estar preparados para un grado 9, que ni siquiera existe. Y, por si esto no fuera suficientemente tranquilizador, la normativa actual solo permite a los pilotos volar por zonas de turbulencias de grado 1 y 2.
¿Y si hay tormenta?
Puestos a tener miedo, somos capaces de pensar en cualquier cosa. No debes sentir ningún temor porque caiga un rayo sobre el avión, de hecho, es algo que ocurre habitualmente. Por esta razón, están preparados para que la carga eléctrica se reparta por su superficie sin afectar en ningún momento a su interior y sin que los pasajeros se percaten de ello.
Confía en la tripulación
Tanto los pilotos como el resto de personal a bordo reciben una formación muy completa que les enseña qué hacer en cada momento. Pero ellos no son los únicos en hacer del avión un lugar seguro, también hay otros expertos encargados de revisar la aeronave antes, durante y después de cada vuelo. Saber que estás en buenas manos te ayudará a relajarte.
Elige bien tu asiento
Si tienes la posibilidad de escoger asiento y parte de tu miedo se debe a las alturas, trata de sentarte en el asiento del pasillo para evitar la sensación de vértigo.
Para reducir la sensación de temblor, elige los asientos que se encuentren en la parte de las alas, donde el avión es más estable.
Por último, si quieres sentirte más seguro en caso de que algo ocurriese en el avión, puedes optar por elegir los asientos delanteros y aquellos que se encuentran junto a salidas de emergencia, donde también tendrás mayor espacio para estirar las piernas.
Disfruta del entretenimiento
En los vuelos largos, la mayoría de compañías ofrecen entretenimiento a bordo para los pasajeros, como series o películas. Si no es el caso de tu vuelo o prefieres elegirlo con antelación, puedes llevar tu propio entretenimiento desde casa. Por ejemplo, puedes llevar contigo algo de lectura, música, algún videojuego, un libro relajante para colorear o, si viajas acompañado, algún juego de mesa para dos en su versión de viaje (eso sí, elige uno que no sea ruidoso para no molestar al resto de pasajeros).
Conversa con tu vecino de asiento
Si no llevas nada con lo que entretenerte o tus nervios no te dejan concentrarte en ello, prueba a hablar con la persona que tienes al lado. Puede que descubras que esa persona también está nerviosa o aburrida y terminéis entablando una conversación sobre vuestros planes en el destino al que os dirigís o cualquier otro tema que a ambos os distraiga y haga que el vuelo se os pase mucho más rápido. Además, quién sabe si puedes llevarte un nuevo amigo de esta experiencia.
Piensa en el destino al que te diriges
Evita analizar cada sonido o movimiento del avión y piensa en todo lo bueno que te espera al llegar a tu destino. Un reencuentro con seres queridos, bellos paisajes en los que vivir nuevas experiencias…
Controla tu ansiedad
Aunque muchas personas piensan que es recomendable llegar cansado al vuelo, esto solo aumenta la ansiedad acumulada. Lo ideal es librarse del estrés de las horas previas practicando deporte y tener un sueño reparador la noche anterior al vuelo. Una vez en él, controlar tu respiración te resultará muy útil a la hora de relajarte.
Si estas soluciones no te funcionan, también puedes acudir con anterioridad a tu médico para que te recete algún medicamento que calme tu ansiedad u optar por tratamientos naturales como tila o valeriana.
Cómo ayudar a alguien con miedo a volar
Si eres el acompañante de alguien que sufre aerofobia y quieres ayudarle, lo primero de todo es que no le pidas que se tranquilice, ya que eso solo hará que se ponga aún más nervioso. En lugar de ello, anímale a que exprese con libertad su miedo y sus sentimientos. De esta forma acumulará menos tensión.
Perder el miedo a volar no es fácil, pero hay múltiples formas de intentarlo y de hacer el viaje más llevadero. Que nada te impida disfrutar de tus vacaciones.