Redescubre la ciudad de los rascacielos. Te enseñamos los mejores planes del otoño en la Gran Manzana, incluidas las últimas aperturas. Dónde comer, dónde comprar y hasta por dónde pasear.
Nueva York merece la pena en todas las épocas del año. También cuando los colores anaranjados del otoño toman Central Park. El comienzo del curso escolar nos ha dejado inauguraciones y sorpresas. Desde el club-experimento de Pepsi hasta una zapatería especializada en zapatos planos que reivindican la fuerza de las mujeres.
El sabor de la Gran Manzana
Smorgasburg, el ‘food market’ más ‘cool’ de Brooklyn reúne cerca de 100 puestos de comida cada fin de semana. Gofres asiáticos, ‘breakfast sandwiches’, pizza y hasta el famoso ‘raindrop cake’, el pastel transparente que se hizo viral el pasado año, son algunas de las delicias que pueden encontrarse entre sus puestos. En invierno, se refugia en Skylight One Hanson, en pleno barrio de Williamsburg.

Otra opción para comer variado sin moverse del sitio son los ‘food courts’ donde la gastronomía de todo el globo se da cita para satisfacer a cualquier paladar. Ganservoort Market, en el Meatpacking District, o Union Fare, en una antigua librería de Union Square, son dos buenos ejemplos de esta tendencia. También con varias propuestas de restaurantes, puestos de comida y cafés, pero centrados en la gastronomía italiana, EATALY acaba de abrir una segunda localización (de más de 4.000 metros cuadrados) en el Downtown. Está en el tercer piso del World Trade Center Tower 4. Sirven desayunos, comidas y cenas de 7:00 a 23:00.

Y más comida con denominación de origen. Los amantes de la comida japonesa están de enhorabuena. TsuruTonTan, expertos en los famosos fideos japoneses, ‘udon noodles’, comienzan su aventura internacional en Union Square. También desde Japón llega el chef Yuji Haraguchi, que acaba de abrir un mercado de pescado muy cerca de su restaurante Okonomi. En Osakana, además de ofrecer los mejores productos tratados al estilo nipón, organiza cursos de cocina y eventos.
Compras más allá de la Quinta Avenida
Aunque el ‘Black Friday’ está a la vuelta de la esquina, cualquier momento es bueno para un día de compras en la capital de las tendencias. La zapatería Josefinas Portugal acaba de abrir en Nolita y ha conquistado a todos los ‘bloggers’ con sus zapatos planos, decorados con pompones en forma de gatito. Gloria Steinem, periodista y activista americana, ha colaborado con la marca, que quiere unir feminidad y feminismo con sus diseños.

En Bushwick se ha inaugurado Bookkeepers: ropa ‘vintage’, librería y ‘coffee shop’. Lo ‘hipster’ sigue reivindicándose con fuerza en este barrio de Brooklyn. Y no nos movemos de aquí: Brooklyn Flea se traslada al Skylight One Hanson junto al Smorgasburg. El interior del antiguo Williamsburgh Savings Bank Clock Tower acogerá a más de 100 vendedores cada fin de semana hasta finales de marzo, incluidos 75 puestos de objetos ‘vintage’ y artesanos.
La ciudad que nunca duerme
Los nuevos bares de copas son también cafés, restaurantes y ‘sports-pubs’. El co-propietario de Baby’s All Right, un club de Williamsburg con bar, restaurante y escenario para actuaciones, lo explica en términos económicos: “Si tienes un espacio y el alquiler es elevado, se te tienen que ocurrir formas creativas de activar el local durante más tiempo”. Dicho y hecho.
Kola House es la apuesta de Pepsi. Además de discoteca y restaurante, pretende ser un laboratorio de iniciativas de marketing. Sus cócteles tienen nombres sugerentes como ‘intergalactic peace’ o ‘biodigital jazz’, que sugiere elegir una bebida que no te guste para que el ‘bartender’ te haga cambiar de opinión.

The Vnyl, en el East Village, propone un macro-espacio de cuatro plantas con café, restaurante y tienda de discos. Con su inspiración setentera busca reproducir el glamour de la época de Studio 54. Squares, en NoMad, también se pone en plan retro con una estética basada en los ‘pixels’. El equipo de Quality Eats quiere conquistar ahora la vida nocturna de un barrio que empieza a buscar su lugar. Hasta los aperitivos tendrán forma de cuadrado.
Paseos pintorescos
Los colores del otoño reinan en Central Park, pero también en otros lugares menos conocidos, como el Jardín Botánico de Nueva York, situado en el Bronx. Cumple 125 años y te invita a celebrarlos con una exposición del fotógrafo Larry Lederman. Aunque el mejor homenaje son los ‘Fall Forest Weekends’, que exploran el bosque sumergiéndose en él: con un paseo en canoa por el Bronx River o una ruta por el Thain Family Forest.

Otra opción, más urbana, comienza bajo Manhattan Bridge, en el modernísimo barrio de DUMBO (acrónimo de Down Under the Manhattan Bridge Overpass), que además de tiendas y restaurantes, está al lado del Brooklyn Bridge Park, con las mejores vistas al ‘skyline’ neoyorquino. Y por último, otra de las zonas verdes por excelencia, teñida ahora de amarillo. El High Line, una plataforma construida sobre una antigua vía de tren. Este jardín elevado recorre desde las alturas el barrio de Chelsea, uno de los más vibrantes de Manhattan.
Clásicos que no fallan
El desfile de Acción de Gracias es uno de los planes imperdibles del otoño. Se celebra el último jueves de noviembre. Nunca verás Manhattan tan concurrido. Carrozas y números musicales toman las calles que bajan desde el Museo de Historia Natural hasta el Macy’s de Herald Square pasando por la Sexta Avenida. El desfile comienza a las nueve de la mañana, pero tres o cuatro horas antes ya hay gente cogiendo sitio. Los que mejores vistas tienen son los gigantescos globos de Mickey, Hello Kitty u otros personajes infantiles que sobrevuelan la ciudad durante el desfile. Si no te molestan los ‘spoilers’, puedes ver cómo los inflan el día anterior en Columbus Avenue y West 77th Street.