Viajar es uno de las mejores experiencias en la vida, con la que se aprende de otras culturas y ayuda a abrir la mente y los horizontes personales. Además, permite desconectar de la rutina diaria, salir de tu zona de confort y explorar nuevos lugares, en los que perderte para encontrarte de forma renovada. Y para eso, nada mejor que planificar un circuito por Jordania, que te atrapará desde el primer momento con sus encantos arquitectónicos y naturales y con su exquisita gastronomía.
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¿Circuito guiado o viaje por libre a Jordania?
Jordania es un lugar con muchas cosas que ver y que permite visitarlo de distintas formas, ajustándose al tiempo disponible y al bolsillo. Así, puedes ir por libre, planificando los sitios que visitar y cómo te moverás, teniendo las opciones del transporte público o el alquiler de coche. Esta última opción de viajar por libre te permite ir a tu ritmo, pero si tienes unos días determinados de vacaciones, no te quieres complicar con la organización, la seguridad, las visitas a contratar y demás, lo mejor es que hagas un circuito por Jordania, que te ahorrará tiempo y te permitirá visitar los lugares imprescindibles de este paraíso oriental.
Además, con el viaje planificado ahorrarás tiempo y tendrás la comodidad de no tener que preocuparte por nada más que disfrutar del lugar y de la buena compañía que elijas para esta experiencia inolvidable. También hay que tener en cuenta que al escoger un itinerario organizado, viajarás con un guía que te explicará todos los encantos y las curiosidades históricas de cada lugar que visites, por lo que es algo muy positivo que deberías tener en cuenta.
El tiempo mínimo recomendado para ver Jordania son 7 días y entre 8 y 10 días para disfrutar sin prisas y poder acercarte hasta el mar Rojo, en la parte jordana, y dedicarle dos jornadas. Por ello, el circuito organizado es la mejor opción para olvidarte de la planificación y, dados sus bajos precios, no te costará decir que sí. Además, en el caso de que viajes solo, es una estupenda posibilidad de conocer a otras personas.
Datos básicos de Jordania
Jordania es un país con casi 11 millones de habitantes, cuya lengua oficial es el árabe y en cuya capital, Amman, aterrizan y despegan la mayoría de los vuelos internacionales, por lo que se convierte en el punto de partida de tu itinerario.
Su moneda oficial es el dinar jordano (JOD), por lo que una de las primeras cosas que tendrás que hacer al llegar será un cambio de divisa para poder regatear y comprar a buenos precios y siguiendo sus costumbres.
Qué ver en Jordania
A continuación, te presentaremos el itinerario con las ciudades que visitarás en este apasionante viaje con una duración de 8 días y 7 noches.
Día 1: Amman
Este destino, como ya se ha dicho anteriormente, es el principal en vuelos internacionales, por lo que la llegada es casi obligada en Amman, para trasladarte al hotel que hayas escogido con anterioridad y cenar, si llegas antes de las 21 horas. Después, puedes descansar y tomar fuerzas para prepararte para la jornada del día siguiente que, sin duda, te traerá nuevas emociones. 16 Cosas que debes saber antes de ir a Amman.

Día 2: Amman/ Mar Muerto/ Amman
Después de recargar energías con el desayuno, el siguiente paso es tomar camino hacia el mar Muerto, descendiendo 400 metros bajo el nivel del mar, donde podrás bañarte.
Este mar se sitúa entre Palestina, Israel y Jordania y ocupa la parte más profunda de una depresión tectónica atravesada por el río Jordán.
Tiene unos 80 km de largo, 16 km de ancho y una superficie de 810 km. El nivel del agua se ve reducido a un metro al año, debido al cambio climático y a la extracción de agua dulce, lo que lo hace un destino muy preciado y un reclamo para el turismo.
Además, la composición de sus aguas, ricas en calcio, magnesio, potasio y bromo, y pobres en sodio, sulfatos y carbonatos, hace que se produzca una mayor flotabilidad, por lo que puede verse a personas flotando mientras leen un periódico, tranquilamente y sin miedo a hundirse.

Día 3: Amman/ Mar Muerto/ Amman
Después del desayuno, podrás visitar Amman, recorriendo zonas como la Ciudadela, el museo Arqueológico y el teatro Romano. Después conocerás Jerash, una ciudad grecorromana, más conocida como la «Pompeya del Este» y famosa por conservar en un magnífico estado obras arquitectónicas como la Puerta de Adriano, el Hipódromo, el Teatro, el Ágora, el Cardo Máximo y los templos de Zeus y de Artemisa, para los amantes de la mitología griega.
Después podrás recorrer el castillo de Ajlun, construido en 1185, destruido por los mongoles y reconstruido en el siglo XIII; tiene su origen en las cruzadas y está situado en lo alto de una montaña, desde la que hay unas vistas panorámicas excelentes.
Tras una jornada de primera toma de contacto con el país, el día termina de vuelta a la ciudad que te vio aterrizar, para cenar y descansar.

Día 4: Amman/ Madaba/ monte Nebo /Shobak/ Petra
En el cuarto día, te adentrarás en Madaba, comenzando por una visita a su iglesia de San Jorge, famosa por sus mosaicos de las épocas bizantina y omeya, cuya representación de todos los territorios bíblicos (Jerusalén, Tierra Santa y el delta del Nilo) es única; por ello se llama a este lugar «Ciudad de los Mosaicos».
La siguiente parada es monte Nebo, conocido porque, desde su cima, Moisés, después de que se le negara la entrada a la Tierra Prometida, vio la tierra de Canaan antes de morir. Además, según la Biblia, en una cueva de dicho monte Jeremías escondió el Arca de la Alianza por mandato de Dios.
Tras el misticismo de monte Nebo, te espera Shobak, con su castillo «Mont Real», situado en la ladera de una montaña sobre árboles frutales, con una gigantesca puerta y una triple pared alrededor protegiéndolo. Esta no sirvió de mucho, pues 75 años después de ser construido cayó en manos saladinas.
Este castillo fue erigido con la función de controlar la ruta de caravanas entre Siria y Egipto y, a pesar de la aridez de las tierras que lo rodean, disponía de un pozo de agua al que se accedía descendiendo 375 escalones.

Día 5: Petra
El quinto día podrás admirar la superfamosa ciudad de Petra, considerada una de las siete maravillas del mundo, y averiguar el porqué de tanta popularidad. Y es que es conocida como la «ciudad rosa» porque, hace más de 2000 años, los nabateos situaron su capital durante más de 500 años y cincelaron templos y tumbas en sus montañas rosas. Para ello utilizaron unos sistemas muy modernos de agricultura y de canalización del agua en una zona desértica, pero en medio de una importante ruta comercial.
Dentro de Petra hay varios lugares de obligada visita como los siguientes.
- La Tumba de los Obeliscos.
- El Siq, que es un cañón de más de 1 km que, además, esconde algunos relieves y esculturas que corroboran la esencia comercial del pueblo nabateo, ya que entre estas figuras hay mercaderes, camellos y otros objetos que hacían que la ciudad fuera culta.
- El Tesoro, una enorme tumba con columnas y esculturas como decoraciones principales de gran belleza arquitectónica.
- La calle de las fachadas, por la que podrás caminar para llegar hasta el Teatro y descender los 850 escalones que te trasladarán hasta el monasterio de «El Deir».
Llama la atención que, a pesar del turismo que atrae Petra, el 80 % de la ciudad sigue oculto, por lo que hace gala a su nombre de «ciudad perdida», que sigue enterrada bajo la arena y que fue abandonada por sus habitantes y descubierta en el siglo XIX por el explorador suizo Johann Ludwing Burckhardt.

Día 6: Pequeña Petra/ Wadi Rum
También conocida como Siq al-Barid, data del siglo I a. C. y fue uno de los suburbios de Petra y un lugar de paso dentro de las rutas comerciales. Allí se cree que se controlaba el acceso de las caravanas y las intenciones de los comerciantes.
A lo largo de sus calles, se pueden observar fachadas casi intactas. En la calle de los comedores se ven vestigios de lo que eran lavabos en el exterior, pues era costumbre lavarse las manos antes de comer, por lo que culturalmente era una sociedad avanzada.
Además, la pequeña Petra contaba con un inmejorable sistema de sumideros y cisternas (bajo la ciudad, a unos 10 o 12 pies) que permitían el acceso al agua en la ciudad. Y sus cuevas de las afueras sirvieron de alojamiento en el Neolítico.
Con el espíritu aventurero a flor de piel, puedes encaminarte hacia Wadi Rum, forjando con el viento y el agua sus laberintos de rocas y rascacielos de más de 1750 metros de altura; es el sueño más deseado de los escaladores experimentados. Además, su tranquilidad te permitirá recorrer sus cañones y depósitos de agua y ver las pinturas de sus rocas de hace más de 4000 años.
Este lugar también es conocido por ser escenario de películas como Lawrence de Arabia, Rogue one (Star Wars) y The Martian.
Pero si lo que te va son las emociones fuertes y quieres una buena descarga de adrenalina, un recorrido en 4×4 es lo tuyo, con el que alrededor de tres horas podrás disfrutar de los derrapes en la arena con un conductor especializado y un guía.
También puedes disfrutar del lugar con un paseo en camello o en globo, donde podrás tener una perspectiva global del conocido «valle de la luna» y de zonas específicas como el puente de piedra de Burdah (el más alto de Wadi Rum) y los Siete Pilares de la Sabiduría, entre otros.

Día 7: Amman
Amman es la capital de Jordania y, por lo tanto, tiene una gran relevancia. Probablemente, con las prisas del itinerario, no te hayas dejado tiempo para pasear por sus calles y conocer de forma pausada otros muchos lugares que se salen de los mapas turísticos, pero que, sin duda alguna, son de obligada visita.
- Nymphaeum: Es una antigua fuente pública romana de 600 metros cuadrados del siglo II, muy grande y de gran belleza, que se sitúa cerca del zoco y que puede visitarse de forma gratuita.
- Jafra Café, destacado entre el resto de cafés jordanos. Ahí podrás degustar un buen café o fumarte una shisha junto con buena comida. Casi todas las noches ofrece música tradicional en directo y sus paredes revelan una combinación entre elegancia y tradición.
- Jabal Amman, el barrio Hípster. Está situado en una de las colinas de Amman, por lo que para acceder a él tendrás que activar tu cardio y subir empinadas calles decoradas con murales de colores. Este barrio ofrece modernidad a través de tiendas de moda occidentales, alegres cafeterías y grafitis, que combinan tradición y modernidad. Entre sus calles más famosas está Rainbow Street, con farolillos y comercios de todo tipo.
- La Mezquita Al Hussein, una de las más antiguas de Jordania y abierta al culto. Fue construida en 640 y reconstruida en 1932 y está situada en el zoco, cerca del teatro romano. Puedes visitarla por dentro, vestido con arreglo a su cultura, y por fuera, que realmente es lo más extraordinario.
- El zoco es, sin duda, uno de los atractivos de la capital, y sigue manteniendo una actividad comercial incesante y tradicional. Se encuentra junto a la mezquita Al Hussein y tiene decenas de puestos de comida y de productos del hogar.
- El Al burkhari market se orienta más a las antigüedades, la artesanía, la decoración y las tiendas de recuerdos; tendrás que regatear para conseguir buenos precios.
- La Mezquita Rey Abdullah de 1980 destaca por su cúpula azul y tiene una capacidad para alojar 3000 fieles. Puedes visitarla aunque no seas musulmán, y guarda en su construcción un tierno sentimiento, pues fue ordenada por el rey Hussein en memoria de su abuelo.
Otras actividades por descubrir
También puedes hacer otras actividades como relajarte en un hamman y disfrutar de la variada gastronomía.
La primera opción trata de unos baños árabes, siendo el más tradicional el de Al-Pasha Turkish bath, de estilo turco, donde puedes darte unas friegas que te dejarán totalmente relajado. Tiene su origen en el Imperio romano, cuando se construyeron amplios baños. Más tarde, los bizantinos crearon los baños públicos, de menor dimensión, que más tarde se transformarían en los hamman de la actualidad.
En cuanto a la gastronomía jordana, hay varios platos que destacan por encima del resto porque que son los más representativos del país; sin duda, tienes que probarlos durante tu visita.
- Baba Ganoush: Se trata de un hummus de berenjena que se sirve como aperitivo.
- Tabule: Una ensalada de sémola de trigo, hierbabuena, perejil, cebolleta, limón, sal, pimienta y tomate.
- Kibbeh: Un tipo de albóndiga rellena de carne picada de cordero o ternera y envuelta en una masa de carne. Se sirve frita u horneada.
- Mansaf: Es un plato beduino que se prepara para las celebraciones importantes. Simboliza la hermandad, pues se sirve en una única bandeja central de la que todos los comensales comen con la mano derecha. La receta lleva carne de cordero sofrita con cebolla y cocida con yogur líquido, sal, nuez moscada, pimienta y curry.
- Fasoliyeh: Un plato de judías estofadas, aunque también puede elaborarse con guisantes.
- Zarb: Una barbacoa beduina, hecha en un horno que es un agujero excavado en la arena, donde se enciende el carbón y se introducen los alimentos que se van a cocinar. Posteriormente, se tapa con una alfombra para que no pierda el calor.
- Maqlouba: Es una especie de paella árabe que se come los viernes (día de descanso en el islamismo). Se cocinaba para aprovechar los restos de carne de toda la semana.
- Waraq Enab: Se trata de hojas de parra rellenas de arroz, carne picada de cordero con perejil, cebolla y tomate; todo ello va cocinado al vapor.
- Kefta: Es un plato muy parecido a las albóndigas, pero su carne está muy especiada y va acompañado de salsa de tomate.
Para poner el punto final a la comida, destacan los dulces clásicos como los baklavas y pasteles hechos a base de miel y frutos secos como los pistachos, las avellanas y las almendras. Aunque, sin duda, es el kunafa uno de los postres más destacados, con el queso como ingrediente principal de este pastel. Una capa de cabello de ángel y pistacho en polvo sirve como colofón.
Jordania es un país que enamora por sus atardeceres entre las ruinas, por sus fachadas rosas esperándote intactas en Petra, por sus desiertos de películas repletas de aventuras, por la amabilidad de sus gentes y la exquisitez de sus platos, por sus templos y tumbas rescatados del pasado y por su importancia como cuna de la religión, que jugó un papel muy importante en enclaves destacados de su geografía.
Un lugar para perderse en el pasado y descubrir los orígenes de civilizaciones ancestrales que te devolverán a la realidad con un espíritu renovado. Y un emplazamiento en el que podrás disfrutar de la modernidad de sus calles combinada con las costumbres más tradicionales de la región. Sin duda, un viaje a Jordania es algo que no puedes perderte.
¡Qué increíble itinerario para explorar Jordania en 7 días! combinando lugares históricos, paisajes naturales impresionantes y consejos prácticos para cada etapa del viaje. Sin duda, una lectura imprescindible para quienes están planeando su aventura en Jordania.