¿Alguna vez te has planteado hacer un viaje por la meseta castellana? Esta tierra está llena de historia. Y, si de su parte septentrional hablamos, más todavía. Por ello, una magnífica idea es hacer una ruta por el norte de esta maravillosa zona y, más concretamente, viajar a Burgos.
En esta provincia podrás descubrir la belleza de muchos pueblos del norte de Burgos, algunos poco conocidos para el visitante en general. Uno de los que no te puedes perder, es la comarca de Las Merindades, origen del Condado de Castilla y en el que podrás visitar parques naturales como el de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón o el de Montes Obarenes-San Zadornil.

Pueblos a visitar en Las Merindades
Podría decirse que todas las localidades de esa zona son bonitas pero algunas de ellas no pueden dejar de visitarse. Para hacerlo, podéis hacer un recorrido en coche y alojaros en alguna de las muchas casas rurales u hoteles que hay repartidos por Las Merindades.
Todos ellos, además, os permitirán disfrutar de la buena gastronomía burgalesa, con platos como el lechazo asado a la brasa de horno de leña, la morcilla con arroz o el queso fresco. Y también de los buenos vinos de la zona, como los de la Denominación de Origen Ribera de Arlanza. Pero hablábamos de visitar pueblos bonitos de Burgos y, ante la imposibilidad de mencionarlos todos, nos centraremos en algunos de los más importantes.
Espinosa de los Monteros
Situada casi lindando con Cantabria, es el municipio con más monumentos catalogados después de la capital de la provincia. Entre los civiles, el palacio renacentista de los Fernández-Villa, el de Chiloeches y las torres de los Velasco, de Cantinflor y de los Monteros. En cuanto a los religiosos, destacan las iglesias de Santa Eulalia, la de Nuestra Señora de Berrueza y la de San Nicolás.
Más curioso aún es el poblado pastoril de Castromorca, todo él formado por cabañas pasiegas. También hay una ruta que une la localidad con Oña y que atraviesa los monumentos naturales de Ojo de Guareña (singular complejo kárstico con más de 100 kilómetros de cuevas) y el citado anteriormente de Montes Obarenes, donde destaca el Pico Humión, de casi 1500 metros. En la zona destacan, asimismo, otros pueblos como Puentedey o Villarcayo.

Frías
Justamente al partido judicial del último citado pertenece Frías aunque se incluye en la merindad de Valdivielso. Su casco urbano está dominado por el imponente castillo de los Velasco, edificado en la Edad Media sobre una muela o promontorio rocoso pero muy bien conservado. También medieval es el espectacular puente sobre el Ebro, que tiene una torre defensiva en su parte central.
No menos espectacularidad tienen sus casas colgantes, que se apoyan unas sobre otras y parecen estar al borde de la roca. Igualmente dignas de ver en Frías son su interesante judería y la antigua calzada romana. A tan solo cuatro kilómetros de esta localidad se halla el pequeño pueblo de Tobera, donde destaca una ruta de senderismo: la que recorre las cascadas, que, además, parte de las ermitas del Cristo de los Remedios y de Santa María de la Hoz, esta última construida en el siglo XIII y muestra de románico tardío.

Berberana
Diferente es el caso de esta pequeña localidad, cuyo atractivo reside en la naturaleza, porque desde ella se llega al famoso Salto del Nervión (no obstante, perteneciente a Álava), la caída de agua más grande de España, con 222 metros de altura. Desde su parte más elevada se aprecia maravillosamente otro prodigio natural: el cañón de Délica, cuyo eje central es el mismo río Nervión y hogar de una importante colonia de aves rapaces entre las cuales destaca el buitre leonado.
Briviesca
Capital de la merindad de La Bureba, es una de las villas más pobladas de la provincia con casi 7000 habitantes. Con una gran importancia en la Edad Media, está, por tanto, cargada de historia. En ella resulta imprescindible visitar el conjunto monumental de Santa Clara, integrado por una casa solariega con hospital, monasterio e iglesia.
Esta última alberga un extraordinario retablo al que se conoce como «la joya de Briviesca». Otros monumentos de la villa son la Casa de los Salamanca, la de los Soto Guzmán y el Santuario de Santa Casilda, ubicado a 13 kilómetros, sobre un monte y al cual se acercan en romería los briviescanos una vez al año. Si visitáis esta localidad burgalesa, no olvidéis comprar sus populares almendras garrapiñadas, todo un manjar.
Medina de Pomar
Otra villa importante de la provincia de Burgos, con 6000 habitantes y una de las que más tiene para ver, ya que alberga joyas como el Alcázar de los Condestables de Castilla, el Monasterio de Santa Clara (ambos del siglo XIV) y los arcos de la Judería y de la Cadena, que fueron dos de las antiguas entradas a la población. Así mismo, el citado alcázar alberga el Museo Histórico de Las Merindades, donde se puede ver todo un recorrido por la Historia de la zona desde sus orígenes hasta el siglo XVII y a cuyo interior se ha trasladado una fuente romana encontrada en Villaventín.
Oña
Villa también de enorme importancia en la Edad Media, historia que se teatraliza anualmente en el llamado «Cronicón», destaca por el imponente Monasterio de San Salvador, construido en el siglo XI, y la iglesia de San Juan, con su portada gótica y su torre románica. En el interior del monasterio, no os podéis perder el espectacular claustro y el órgano barroco. Finalmente, hay que citar en la localidad las estrechas rúas medievales, como la calle Barruso.

En conclusión, los pueblos de Las Merindades burgalesas son todo un prodigio natural y están llenas de historia y monumentos. Su proximidad los hace ideales para recorrer en coche y por el alojamiento no os preocupéis pues resulta muy fácil encontrar un hotel en la provincia de Burgos, y más en esta zona tan turística. Una magnífica gastronomía respaldada por buenos vinos y ancestrales festejos acompañan a todo lo anterior para otorgar a estas localidades un irresistible atractivo turístico.
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