Te enseñamos los metros más espectaculares, antiguos y famosos de todo el mundo.
El metro más antiguo del mundo
A mitad del siglo XIX, Londres era la ciudad más grande del mundo y, por tanto, no es de extrañar que los ingleses se propusiesen hacer un enlace subterráneo entre Paddington y Farringdon Street para descongestionar el tráfico. Fue el 10 de enero de 1863 cuando se inauguró la primera línea del tube, palabra con la que los londinenses llaman al metro de la capital inglesa. Con los años se ha convertido en la red más extensa del mundo, con más de 400 km y 361 estaciones repartidas por toda la ciudad, en 12 líneas, (sólo en el centro hay 63). Es, sin duda, el mejor medio de transporte de la urbe ya que existen estaciones en casi cualquier rincón.
El Metro de NY, nunca duerme
Si existe una seña de identidad de Manhattan es el metro de Nueva York. Visitarlo es casi una parada obligada para cualquier turista que decida pasar unos días en la capital de las compras. Es, además, una de las más famosas estrellas de cine ya que ha sido escenario de miles de películas. Está abierto desde el año 1904, y es uno de los subterráneos más transitados del mundo, con unos cinco millones de pasajeros diariamente. Es uno de los pocos metros de todo el mundo que funciona las 24 horas del día, 365 días al año.
En la actualidad dispone de 26 líneas y 468 estaciones y es la MTA New York City Transit la compañía encargada de operarlo. La mayoría de las líneas son locales, es decir, paran en todas las estaciones. Sin embargo, conviven con las llamadas líneas exprés, como la E, la 4 o la 5, con las que pueden realizar trayectos muy largos en muy poco tiempo. Asimismo, y según la hora del día, hay líneas que en hora punta no hacen parada en algunas estaciones pasando a ser semi-exprés. Si te montas en un tren semi- exprés solo te queda bajarte en la siguiente estación y coger otro local en dirección contraria.
El Métropolitain parisino, el tercero más largo de Europa
Es el segundo más antiguo solo por detrás de Londres. La belleza del subterráneo parisino reside, más que en el interior de sus pasillos y vagones, en el exterior, en sus bocas de metro, de Art Nouveau. Aún así, algunas estaciones como la de La Bastilla o Arts et Métiers, son de una belleza sublime, dignas de ser visitadas solo por el placer de verlas. El subterráneo se inauguró en 1900 y pronto se constituyó como el tercero más extenso de Europa, detrás del de Londres y el de Madrid. Tiene 16 líneas, con 300 estaciones que se extienden por toda la ciudad de la luz. Es rápido y te lleva a casi todos los puntos de la urbe.