Viajar a Portugal es siempre sinónimo de vacaciones inolvidables. Es en el país vecino donde se puede visitar la preciosa isla de Madeira. Esta ínsula encierra una serie de secretos que van desde sus famosas levadas para senderistas a una larga serie de pequeños pueblos en los que te será muy sencillo conocer la idiosincrasia y la cultura de este mágico lugar.
Las levadas para senderistas
La UNESCO las declaró Patrimonio Mundial en 1999. Datan del siglo XVI y se crearon para facilitar el riego en terrenos abruptos. Son canales de medio metro de profundidad que alcanzan una extensión total de 2.500 kilómetros. Es posible caminar en paralelo a su trazado o bien sobre la superficie de aquellas que ya no están en funcionamiento.

Recorren toda la isla, siendo las que cruzan algunos túneles las más interesantes. También recorren acantilados junto al mar y otras recorren otras áreas de alto interés. Sus dimensiones varían dependiendo de la leva escogida. En ocasiones, tienen una anchura suficiente para que varias personas caminen en paralelo y en algunos casos, hay que caminar en fila india. Entre las de obligado recorrido destacaríamos las siguientes:
– Levada dos 25 fontes y Levada do Risco. Arrancan en la E.R. 110 y terminan en Rabaçal. Los paisajes son impresionantes e imprescindibles para practicar el senderismo.
– Levada do Caldeirão verde. A 980 metros de altura y por el parque das Queimadas. Ruta magnífica para poder disfrutar de la naturaleza.
– Levada Fanal. Comienza en Paul da Serra y termina en Fanal. La posibilidad de admirar el bosque de Laurisilva, Patrimonio Natural de la UNESCO, y su peculiar fauna convierten a esta levada en una actividad irrenunciable.
– Levada do Furado. Recorre el antedicho bosque a lo largo de sus once kilómetros de distancia. Es una de las levadas más largas y, a buen seguro, la más indicada para los amantes de la ornitología.

Pueblos con encanto
Dependiendo de tus intereses, deberás escoger entre las distintas opciones que te proponemos:
– Playa. Si te gustan las de arena negra, no tendrás problemas en encontrarlas. Si las prefieres con arena blanca, solo podrás ir a Machico o a Calheta. Entre las más populares se encuentran São Vicente en São Lourenço. De preferir pasar todo el día a la orilla del mar nada mejor que usar dos horas y media de tu tiempo para llegar, en ferry, a Porto Santo. Kilómetros de playas magníficas te esperan.
– Vila Baleira. Se encuentra en la última isla citada. Su playa es maravillosa y su peculiaridad más llamativa es que fue el pueblo en el que residió Cristóbal Colón durante años. De hecho, hay un museo dedicado a este personaje histórico.
– Santana. Es uno de los más indicados para visitar las recreaciones de las casas más tradicionales. Al entrar encontrarás un paraje de enorme belleza natural rodeado de varias cascadas. La visita merece la pena para viajar al pasado de Madeira fácilmente.

– Câmara de lobos. Si algo caracteriza a la isla, es la proliferación de pueblos de pescadores tan pintorescos como insustituibles. Este es uno de ellos y, además, es el que disfruta de mayor estabilidad climática. No te olvides de visitar Cabo Girão, un acantilado de 580 metros de altura con unas vistas inolvidables.
– Ribeira Brava. A pocos kilómetros del pueblo anterior, está enclavado en uno de los valles más fértiles de la isla. Frutas tropicales de todo tipo se cultivan en sus alrededores. En el centro se puede visitar la Igreja de São Bento. Sus azulejos son un vestigio del siglo XV de incalculable valor histórico.
– Porto Moniz. El antedicho bosque de Laurisilva es el eje sobre el que gira toda la actividad del pueblo. Sus piscinas naturales son de visita obligada para todo tipo de viajero.

– Machico. Antes te mencionamos su playa y es, sin duda, uno de nuestros pueblos favoritos. Pico de Fracho es el faro más antiguo de Madeira, sus acantilados permiten disfrutar de unas vistas de la bahía de enorme belleza.
– Canical. Te recomendamos la visita a este pueblo de pescadores tanto por sus dimensiones como por su museo. En su interior admirarás una reproducción, a tamaño natural, de una ballena. Idóneo para visitar con tus hijos.
El destino ideal para…
Los amantes de la naturaleza encontrarán un paraíso en el que llevar a cabo actividades de diversa índole. También te aconsejamos que viajes con tu pareja si deseas recorrer lugares románticos al aire libre que bien pueden ayudarte a mejorar tu relación. Madeira es también recomendable para familias con hijos adolescentes.
Al ofrecer tantas actividades, resulta muy sencillo encontrar siempre algo que hacer aparte de relajarse o practicar algún deporte acuático. Los grupos de amigos también podrán combinar tranquilidad con la práctica deportiva y la sana diversión.
Hoteles en Madeira
El respeto a la naturaleza es absoluto por parte del sector turístico madeirense. Se intenta siempre integrar el hotel en su entorno sin alterar nunca ni la estética, ni el diseño urbanístico de la zona en la que se ubica. Siempre se apuesta por edificios de pocas alturas, por la integración de la vegetación autóctona en los jardines y por convertir cada establecimiento en espacios de descanso perfectos para disfrutar de la isla.
Vuelos a Madeira
El aeropuerto de Funchal recibe vuelos diariamente desde nuestro país. El viaje dura en torno a las cuatro horas al hacer escala en Lisboa. La impresionante pista del aeródromo exige a los pilotos una gran destreza.
Desde tu llegada podrás experimentar emociones muy interesantes. Las mejores compañías de Europa tienen línea regular con la isla, por lo que no ha de ser nada complicado para ti adquirir tu billete.

Quizás Madeira nunca ha entrado en tus planes bien sea porque te atraen otros destinos, bien porque prefieres otras latitudes. Tanto por precio como por todo lo arriba comentado, la isla bien puede convertirse en el escenario de tus próximas vacaciones. Los visitantes así lo certifican, comentando su total satisfacción con su estancia, por lo que de ti depende pasártelo bien en esta bellísima isla del Atlántico.