Puede que te hayas encontrado más de una vez con la expresión «turismo sostenible«. Queremos contarte lo que es, para que lo tengas claro al escoger el destino de tu próximo viaje de vacaciones.
El orígen de los viajes eco
Existen varios antecedentes que explican la aparición a nivel mundial de esta tendencia. Algunos de los más recientes, de 1992, son la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y la Agenda 21.
De estas iniciativas surge un muy amplio programa para lograr el desarrollo sostenible.
En él se establece la responsabilidad de las naciones en su logro, enfocado en lo social, lo ecológico y lo económico.
El 1995 la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible organizada en Lanzarote hace pública la Carta de Turismo Sostenible, que expresa: «El desarrollo turístico deberá fundamentarse sobre criterios de sostenibilidad, es decir, ha de ser soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales.»
¿Qué puedes hacer para colaborar?
La mejor manera de involucrarte con esta iniciativa es escoger los destinos, los medios de transporte y las actividades que sean compatibles con los postulados sostenibilidad:
– Escoge destinos protegidos, que cuenten con alguna actividad conservacionista o que hayan sido declarados Patrimonio Mundial, para generarles ingresos a estas iniciativas.
– Prefiere las empresas que desarrollen una gestión ambiental o que cuenten con certificaciones oficiales. Muchos hoteles se anuncian como ecológicos, pero debes indagar si realmente cuentan con una gestión ambiental relativa a temas como ahorro de energía y agua o colaboración con las comunidades.
– Usa medios de transporte que emitan el mínimo de CO2. Hay líneas aéreas inscritas en esta tendencia, que toman medidas para limitar sus emisiones. Los viajes baratos o las ofertas de última hora no están reñidos con esto. Privilegia medios como la bicicleta o el tren para tus desplazamientos.
– En los tours, perturba al mínimo la naturaleza.
- No molestes o alimentes a los animales, no destruyas la flora, ni te lleves «recuerdos».
- No adquieras productos provenientes de la caza ilegal o que usan partes de especies en peligro, como corales o tortugas.
- No te lleves semillas a casa pues pueden llegar a ser especies invasoras.
– Usa los centros de interpretación para informarte y aprender. Conocer los destinos y los atractivos turísticos, sus recursos y los riesgos ambientales es la mejor manera de empezar a apreciarlos en su integridad.
– Interactúa con las comunidades para tus necesidades. Compra las artesanías directamente a los artesanos locales, utiliza medios de transporte y establecimientos de restauración gestionados por los lugareños. Prefiere los ingredientes locales y de temporada.
– Apoya económicamente o con trabajo voluntario las iniciativas de organizaciones conservacionistas.
– Limita tu equipaje en tus viajes eco pues así reduces las emisiones de CO2.
– Respeta los códigos de conducta y de vestimenta en los lugares que visites. Esto es más importante en lugares como templos o santuarios.
El turismo sostenible es una tendencia poderosa que llegó para quedarse. La naturaleza, el planeta, las comunidades y tú lo merecen. ¡Hay muchas razones para formar parte de ello!