Bali es una pequeña isla de Indonesia. Ubicada muy cerca de Java, es una de las provincias del archipiélago indoneso. Se trata de una isla pequeña, de 140 kilómetros de largo y 90 de ancho, con una vegetación exuberante y muchas atracciones para el turista.
De clima tropical y con una temperatura media entre 20 y 30 grados, sus estaciones se dividen en la estación seca, que va del mes de junio a septiembre, y una estación lluviosa, de octubre a marzo.
Conocida como la isla de los dioses, resulta un lugar muy atractivo para viajar si estás pensando en hacer un viaje a Bali de descanso, aunque también cuenta con numerosos lugares para visitar durante tu estancia.

Cómo llegar y cómo moverse
El vuelo a Bali es bastante largo por las distancias, pero se trata de una isla muy bien comunicada, acostumbrada a recibir visitas de países europeos y también del continente australiano. El aeropuerto de Denpasar absorbe mucho tráfico aéreo, por lo que hay que ir preparado para las colas habituales que se suelen generar en la entrada, a la hora de realizar el visado.
Si viajamos de un país europeo, no es necesario llevar el visado cumplimentado desde nuestro país, ya que con el pasaporte, en la entrada, haremos la gestión en el mismo día.
Bali es una isla pequeña, por lo que las carreteras que la unen son secundarias. Muchos hoteles cuentan con servicio de transporte que se puede contratar en el propio hotel en Bali. También tenemos la posibilidad de alquilar una moto o un coche si lo que queremos es movernos a nuestro aire.

Qué hacer en Bali
Bali cuenta con numerosos atractivos turísticos, desde los templos que aparecen a lo largo del territorio, pasando por los arrozales, las playas kilométricas y hasta sus parques naturales.
Ubud
Puedes escoger pasar unos días en el centro de la isla. En poblaciones como Ubud encontramos templos, el palacio, zonas comerciales, un pequeño mercado de comida que abre por las mañanas, el Monkey Forest y el museo del pintor español Antonio Blanco, entre otros. Esta pequeña localidad cercana al aeropuerto tiene muchos atractivos y muchas cosas que visitar.
El Monkey Forest es un espacio natural, un bosque sagrado de monos, donde podrás interactuar con ellos, en medio de antiguas ruinas, pasadizos y una naturaleza salvaje que invita a perderse durante horas.
El museo de Antonio Blanco llama la atención por sus aires excéntricos, que han sabido mimetizarse con la arquitectura de la zona, y que ofrecen unas vistas incomparables desde la terraza que han habilitado como cafetería a la salida del mismo.
Ubud es una localidad en la que perderse por sus calles, visitar las tiendas de artesanía, pasear por los arrozales que rodean las casas y que encontraréis en la montaña más cercana. Podéis ir a ver una danza balinesa en uno de los múltiples teatros que ofrecen esta actividad nocturna, contratar clases de yoga, y perderos con los lugareños en sus campos, donde os dejarán jugar al fútbol con ellos, si es lo que os apetece hacer.

Bali y sus templos
El templo Ulum Danu Batur se encuentra en el centro de la isla. Ubicado en un entorno idílico y por la belleza de los lagos y el paisaje que lo rodean, es una visita más que recomendable si queremos adentrarnos y conocer un poco la religión balinesa. Tiene reminiscencias del budismo, pero con peculiaridades propias que solo se encuentran en esta isla.
El templo Gunun Kawi, también en el centro de la isla, se encuentra rodeado de arrozales y palmeras, y constituye un monumento funerario donde se encuentran enterrados los miembros de la familia real.
El templo Luhur, ubicado en un acantilado, en el que se hospedan en sus alrededores una familia de monos bastante habituada a los robos de turistas. Si lleváis comida tened cuidado, es posible que os acosen hasta conseguir todo lo que llevéis encima.
El templo de Tanah Lot es uno de los más emblemáticos de la isla. Ubicado en el mar su acceso se ve restringido a las horas en las que la marea está más baja. La mejor hora para visitarlo es el atardecer, momento en el que podemos recibir una bendición de los monjes.

Bali y sus playas
Si algo distingue a Bali son sus playas kilométricas de arena blanca y la temperatura de sus aguas. Es un lugar atractivo para surfistas, ya que muchos han decidido acercarse a vivir en esta isla aprovechando las olas de la zona.
Seminyak es una zona muy buena para disfrutar del sol y de la playa. Con numerosos complejos hoteleros que se extienden a lo largo de su interminable playa, y una zona de tiendas en la que disfrutar de buena comida y copas en cuanto el sol se pone.
Toda la isla tiene zonas espectaculares en las que poder dedicarse a los deportes acuáticos, y en las que disfrutar de sus idílicas playas, si eso es lo que nos gusta hacer.
Bali y sus arrozales
Bali es conocida por los bancales de arroces que cubren sus montañas, y le dan un aspecto con entidad propia a la isla. Podemos ver a los lugareños trabajando en los bancales, y acercarnos a las plantaciones que son la base de su gastronomía.
Gastronomía, artesanía y ocio
En Bali encontraremos todo tipo de platos de inspiración asiática. Hechos con productos naturales, zumos tropicales y una calidad excepcional en cualquier lugar en el que decidamos pararnos a comer.
El yoga es una filosofía de vida en la isla, y mucha gente se desplaza a este lugar, para recibir clases de yoga o meditación y parar del ritmo frenético al que estamos acostumbrados en la ciudad.
En cuanto a la artesanía son numerosos los productos que podemos encontrar: desde telas pintadas a mano, camisetas, ropas de algodón, figuras de piedra hasta muebles de maderas tropicales, todos ellos con inspiración colonial.
Si quieres un viaje especial y único visita la isla de los dioses, el recuerdo perdurará para siempre en tu memoria.