En ocasiones, necesitamos que nuestro siguiente destino sea diferente y auténtico. Cansados de encontrar ofertas turísticas casi idénticas, necesitamos encontrar una ciudad rebosante de vida, de historia, de cultura y donde sea, prácticamente, imposible aburrirse.
Este es, sin duda, el caso de La Habana, donde sus gentes siempre te recibirán con una sonrisa y con la mejor atención. La capital cubana es mucho más que una ciudad, es un hervidero de gente de todo tipo que trata de salir adelante con fuerza, con imaginación, con alegría y buen humor. En ella podrás pasear entre edificios en apariencia casi destruidos, pero que resisten y se aferran a la vida. Podrás bailar en plena calle, descubrir museos de todo tipo, relajarte en su famoso malecón, admirar su gran flota de coches antiguos o rememorar la historia de la revolución. Solo es cuestión de echar un vistazo a los vuelos a La Habana para que pronto estés paseando por sus bulliciosas calles.
Viaje a Cuba: un deleite para tus sentidos
Nada más aterrizar en el aeropuerto José Martí sentirás que estás en un lugar distinto a los que habías conocido. El clima isleño de Cuba se percibe desde un primer momento, más todavía si la visitas en verano. Seguramente, lo primero que te llamará la atención serán los taxis de los años 50 y de todo tipo de estilos y colores que verás a tu alrededor. Sí, porque si algo caracteriza a Cuba y a la Habana, es poder ver y montarse en coches que en otros lugares, sencillamente, solo se ven en concentraciones puntuales. Este es uno de los contrastes de Cuba, ver en una misma calle coches de mediados del siglo pasado con otros recién estrenados. Así que subirte en uno de ellos, sobre todo en los descapotables de vivos colores, y darte un paseo por la Habana es una experiencia inolvidable.

Ya en la ciudad, la combinación de este tipo de vehículos con las fachadas medio desconchadas, con las antiguas calles habaneras y con todo tipo de gente transitando por ellas resulta espectacular. No es de extrañar que muchos fotógrafos y artistas encuentren inspiración aquí.
Visitar La Habana: los imprescindibles
Como en cualquier ciudad, en La Habana hay una serie de lugares y de cosas que hacer que resultan fundamentales. Caminar por el Paseo del Prado (Prado para los cubanos), que sirve un poco como separación entre La Habana Vieja y Centro Habana, es toda una gozada. Además, en él te encontrarás algunos de los edificios más emblemáticos como el Capitolio, construido en 1929 a imagen y semejanza del de Washington. Este paseo empieza en la histórica Fuente de la India, que sirve como homenaje a los aborígenes cubanos. Además, ahora es uno de los puntos de «conexión a Internet» más frecuentados por la juventud cubana.
Otro lugar interesante en las inmediaciones de Prado es el parque de la Fraternidad Americana, así como el Parque Central. Por otro lado, tampoco debes perderte otros lugares como el Gran Teatro de la Habana o el Barrio Chino. Además, aquí están algunos de los hoteles en la Habana más emblemáticos como el Telégrafo, el Inglaterra o el Sevilla.
El Malecón, la vida cubana en estado puro
Siguiendo por Prado llegarás al Malecón. Este inmenso paseo marítimo es uno de los centros neurálgicos de La Habana y de toda Cuba. Por el día puedes encontrar gente pescando, músicos y artistas callejeros, turistas procedentes de todo el mundo y cubanos que se acercan a relajarse. Mientras que por la noche todo se anima incluso más y se vive cada momento al máximo. Aquí también resulta interesante una visita al castillo de San Salvador de la Punta o al de los Tres Reyes del Morro. Sin olvidar, por supuesto, asistir a las nueve de la noche al cañonazo de las 9, que se efectúa desde el mencionado castillo de los Tres Reyes del Morro.

Plaza Vieja y sus alrededores: La Habana más auténtica
La Habana Vieja es la zona más frecuentada por los turistas. En ella es imposible no sorprenderse a cada paso, no detenerse a tomar una fotografía de sus fachadas, de sus puestos callejeros, de sus rincones más peculiares como la Plaza Vieja, que data del siglo XVI, la Plaza de Armas o incluso de sus puestos de souvenirs. No será extraño que encuentres música en directo, pues si algo caracteriza a La Habana, y a Cuba, es que se vive con el ritmo en las venas. La gente anda canturreando, moviendo la cintura incluso apoyada en los portales y dispuesta a bailar a la mínima ocasión. También en esta zona se encuentran museos como el del Museo del Ron, el del Arte Colonial, o el famoso edificio Bacardí.

Vedado, la zona más moderna de La Habana
En la capital cubana también hay grandes rascacielos que se erigen entre barrios de casas típicas con jardín. Uno de los más famosos es el Focsa, en la cima del cual hay un restaurante desde el que tendrás una de las vistas más espectaculares de la ciudad. También es muy recomendable acercarse al edificio Habana Libre. Además, enfrente de él se encuentra la famosa heladería Copelia, la cual no puedes dejar de visitar. En Vedado encontrarás todo tipo de galerías de arte y museos, así como una ajetreada vida nocturna. También en sus inmediaciones está el Cementerio de Colón o la famosa Plaza de la Revolución, que, junto al Museo de la Revolución, es uno de los mejores lugares para revivir la historia cubana.
Máxima diversión en La Habana
Además de visitar todo tipo de lugares y rincones, La Habana es un lugar para divertirse y disfrutar al máximo de la vida. No te pierdas los espectáculos de lugares como Tropicana o la Casa de la Música. Adéntrate en los bailes folclóricos de la religión yoruba, anímate a aprender algo de salsa, y no dejes de probar su ron o sus famosos habanos.
Visitar La Habana es adentrarse en un mundo diferente y peculiar. Es vivir la vida al máximo a cada segundo y sorprenderte a cada paso. Podemos garantizarte que esta ciudad, así como toda Cuba, te fascinarán y cuando estés de regreso solo pensarás en cuándo volver.
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