Pañuelo rojo, ropa blanca, siestas en cualquier parque… ¡y mucha diversión! Lleva aprendida la lección y no pecarás de novato en tus primeros Sanfermines.
Uno de enero, dos de febrero… ¡Siete de julio, San Fermín! Por fin llega la esperada fiesta grande de Pamplona. Famosa en el mundo entero gracias a las palabras siempre apasionadas de uno de sus asiduos visitantes: el escritor Ernest Hemingway, quien retrató los Sanfermines en su novela ‘Fiesta’ (1926). Otras promociones del evento han tenido menos éxito. Es el caso de la película ‘Noche y día’. En este film ‘made in Hollywood’ los encierros de San Fermín desfilaban por las calles de Sevilla. Salvo Tom Cruise –protagonista de la cinta–, todo el mundo sabe que los toros toman las calles de la capital navarra anualmente durante la segunda semana del mes de julio. Y no lo hacen solos. Durante el recorrido de menos de un kilómetro de longitud (825 metros), decenas de corredores conducen a los animales desde los Corrales de Santo Domingo hasta la plaza de toros. Es la fiesta grande de Pamplona y si quieres disfrutarla al máximo, debes tener en cuenta algunas pautas importantes.

Migel / Shutterstock.com
Uniformados de la cabeza a los pies
Cualquier rincón de la ciudad se tiñe de blanco y rojo, el color de la indumentaria de todo ‘sanferminero’. En rojo, el fajín y el pañuelo; en blanco, la camiseta y pantalón. Elige tejidos como algodón o lino que transpiran y se secan pronto. Si no vas provisto, en cualquier tienda encontrarás la ropa necesaria. El calzado debe ser muy cómodo y cerrado, nada de sandalias o chanclas.

Lasse Ansaharju / Shutterstock.com
Reserva con antelación
No pienses descansar como acostumbras a hacerlo. Todo ‘sanferminero’ que se precie terminará echando una cabezadita en cualquier parque o plaza que tenga un poco de verde o un banco a la sombra. Los alojamientos comienzan a colgar el cartel de completo varios meses antes, así que debes reservar pronto o hacer amigos pamplonicas que te acojan en su casa.
Abstenerse pulcros, ha llegado el calimocho
Por muy limpio que seas, será imposible que tu camiseta blanca acabe siendo del mismo color tras las fiestas. Esos días no te preocupes demasiado por tu ropa o por tu pelo y dedícate a disfrutar. El calimocho, esa bebida realizada a base de vino, refresco de cola y mucho hielo, es el rey de la fiesta. Se sirve en cachis (‘katxis’), vasos de plástico con capacidad de 750 mililitros, y será imposible no acabar salpicado por ellos.

Migel / Shutterstock.com
Seguridad ante todo
Como novedades de 2016, se creará un Libro Blanco donde se recogerán impresiones y sugerencias para la mejora de las fiestas en los próximos dos años, prestando especial atención a la seguridad. Además, cada encierro será grabado al detalle por un sistema de cámaras y quienes infrinjan las normas serán sancionados. Evita robos llevando una riñonera o mochila con el dinero justo para el día, el DNI y el móvil. Para cualquier emergencia, tanto la Policía, como ambulancias, cajeros automáticos o tiendas están disponibles.
El chupinazo
El día 6 de julio a las doce de la mañana comienza todo. Se lanza el chupinazo desde el balcón del ayuntamiento y bajo el grito de “Pamploneses, pamplonesas, Viva San Fermín, Gora San Fermín” se dan por inaugurados los festejos. El momento que locales y visitantes llevan esperando 365 días.
Encierros, eje central de la celebración
Los encierros se programan todos los días después del toque de diana, cuando el reloj de la iglesia de San Saturnino marca las ocho de la mañana. En ese instante comienza el cántico: “A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos su bendición”. Únicamente puedes correr el encierro si eres mayor de edad y cumples una serie de requisitos (vestimenta, comportamiento…). Infórmate bien y si no estás seguro, “mira los toros desde la barrera”, pero coge sitio con horas de antelación. Los toros corren por el casco antiguo. La calle Estafeta es una de las principales y la esquina con Mercaderes el lugar más solicitado por los fotógrafos y el tramo que le sigue, el más recto del itinerario.

Migel / Shutterstock.com
Un turismo particular
Durante los días que duran los encierros es difícil que puedas hacer turismo por Pamplona. Si lo consigues, la Ciudadela, las murallas, el Palacio de la Diputación, la catedral o la avenida Carlos III son imprescindibles. Así como la Plaza del Castillo, centro de actividades para todos los gustos y edades: verbenas, música de las bandas municipales, conciertos (este año a cargo de las Nancys Rubias y Celtas Cortos), comparsas de Gigantes y Cabezudos, concurso de fuegos artificiales…
Despedida y cierre
El 14 de julio a las doce de la noche terminan los festejos hasta el año siguiente. Es tiempo de entonar el “Pobre de mí”, todo un himno de despedida. El calendario vuelve a situarse en el 365 y hay que ir descontando días para los próximos Sanfermines.