Hotel Riviera

El hotel Riviera es un hotel de tres estrellas localizado en un edificio de corte clásico que cuenta con las más modernas tecnologías. Se ubica en el barrio de Montmartre, junto al Sacré Coeur, en París. Tiene a disposición de sus clientes 32 habitaciones de decoración encantadora y muy acogedoras.

El Riviera se encuentra junto a uno de los monumentos más visitados de París: el Sacré Coeur. Desde allí, también puedes acceder fácilmente a las Galerías Lafayette o a la popular Place du Tertre. Además, en las calles de Montmartre se respira aire bohemio con la cantidad de pintores que recrean escenas originales del lugar.

El establecimiento está preparado para recibir a personas con movilidad reducida. Tiene ascensor y rampas de acceso con el fin de hacer la estancia más agradable. La recepción está abierta las 24 horas y siempre están dispuestos a ayudar en caso de que surjan complicaciones durante el viaje. En la misma recepción se puede pedir información turística y se puede contratar el aparcamiento de pago.

Localizado en pleno barrio de Montmartre, desde allí se puede llegar dando un pequeño paseo a los puntos de interés turístico de la ciudad. Por ejemplo, se puede hacer un breve recorrido visitando a pie las Galerías Lafayette, uno de los centros comerciales más emblemáticos de París; el Moulin Rouge, el cabaret más famoso del mundo y el Museo de Dalí. Para aquellos lugares más alejados, a 400 metros del hotel Riviera se encuentra la entrada al metro y en cuestión de minutos se llega a los distintos rincones de París.

La Ciudad de la Luz, como también se conoce a París, es una de las ciudades más bellas del mundo. Destaca por su elegancia y el ambiente romántico que desprenden sus calles. París es el destino perfecto para tus vacaciones.

El hotel Riviera está en la Rue Turgot, número 6, en pleno barrio de Montmartre, junto al centro de París. Es la zona del país que más visitas recibe.

El hotel tiene una comunicación perfecta con toda la ciudad y los puntos de interés. Si quieres ver París en su totalidad, será necesario hacer un buen plan de visitas. Es difícil elegir cuando no se tiene tiempo para todo. A continuación se recomiendan dos lugares imprescindibles.

El Sacré Coeur

Desde el punto más alto de la ciudad, en Montmartre, se asoma este lugar de culto cristiano. Su construcción terminó a comienzos del s. XX en un estilo arquitectónico que mezcla lo romano, lo bizantino y detalles modernos. Desde lo alto representa a los caídos en la guerra entre Francia y Prusia.

Para llegar hasta allí, se puede ir andando, en metro o en teleférico. Para los que opten por la última opción, podrán contemplar este maravilloso monumento desde otra perspectiva y comprobarán cómo la luz blanquecina de sus paredes de travertino a pleno sol ilumina todo el lugar.

Su interior contrasta con su brillo externo al ser bastante sombrío. Destaca por sus mosaicos hechos de oro y su cúpula, a la que se puede subir por unas escaleras de 294 escalones. Sin duda, el Sacré Coeur es uno de los lugares más bellos de París.

La torre Eiffel

El símbolo de París. En 1889, y con motivo de la Exposición Universal que se organizó en la ciudad, Gustave Eiffel construyó este gigante de hierro y se colocó en el Campo de Marte. 

Cuando terminó la exposición, se decidió que aquel sería el lugar que ocuparía por el resto de sus días. Al principio, se utilizó como antena de comunicaciones del ejército francés y, en la actualidad, es emisora de radio y de televisión.

Tiene tres plantas que puedes visitar previo pago de entrada. 

En la primera planta, tendrás la sensación de estar caminando en el aire gracias a una plataforma transparente en el suelo. Se puede visitar un pequeño museo que proyecta imágenes históricas del lugar. También dispone de una sala de relajación y de servicio de bufé. Para los que quieran comer a la carta, el Restaurante 58 es perfecto.

En la segunda, se encuentra el famoso restaurante Jules Verne. Mientras degustas sus deliciosos platos, se puede contemplar París al completo.

Y en la parte más alta se puede visitar la oficina de Gustave Eiffel y el bar Champán.