Podrás entrar o salir del hotel a cualquier hora y tener al personal de recepción a tu completa disposición las 24 horas del día, al cual podrás recurrir para cualquier consulta o incidencia. Además, contactando con recepción tendrás a tu alcance muchos extras como el servicio de habitaciones, lavandería, servicio despertador, alquiler de coches o acceso al cuarto de bicicletas para poder guardar la tuya. Todas estas facilidades están pensadas para que en tu estancia no tengas que preocuparte por nada y sólo te dediques a descansar, desconectar y relajarte.
También hay que destacar que las instalaciones han sido renovadas pocos años atrás, por lo que todo se encuentra en perfecto estado. Tanto zonas comunes como habitaciones siguen un estricto régimen de limpieza y mantenimiento, todo ello para garantizar tu máximo confort.
Uno de los pequeños detalles distintivos del Eduardo VII está en su restaurante, el cual se sitúa en la décima planta del edificio y ofrece unas maravillosas vistas donde admirar la ciudad mientras estás degustando la gran cocina que ofrece. Además, está decorado con una estética cuidada y elegante, apostando por un estilo clásico con gran gusto por el detalle para otorgarle un encanto muy especial.
Y si lo que quieres es venir al hotel Eduardo VII para que acoja tus propios eventos, las diferentes salas se adaptan a cualquier necesidad, desde bodas hasta conferencias de empresas. Cuentan con equipos audiovisuales, acceso a Internet a través de Wifi para todos aquellos que acudan al acto y la posibilidad de servir catering. El equipo del hotel te asesorará en todo lo que requieras, con el objetivo de poder satisfacer tus necesidades al más mínimo detalle. En este sentido, la clave de un buen servicio reside en la versatilidad y flexibilidad, y en este caso se te ofrecerán sin ningún tipo de problema.