Hotel Nacional

El hotel Nacional es un hotel de 3 estrellas ubicado en pleno centro de la capital de Portugal, Lisboa, a tan solo algo más de un kilómetro de la Plaza de Rossio y a siete kilómetros del aeropuerto. Su ubicación es uno de los factores que hacen de este el alojamiento ideal para todos aquellos que se hayan decidido a visitar la mayor ciudad de Portugal. 

El complejo dispone de 61 habitaciones tranquilas, luminosas y con vistas a Lisboa. Todas ellas están perfectamente equipadas para que te encuentres como en casa; TV satélite, conexión a Internet, minibar, teléfono directo, caja fuerte, climatización y un baño de uso privado y completo con secador de pelo y todo lo necesario para su uso diario y tu higiene personal. En la planta superior se encuentran las suites, podrás ser un huésped VIP y alojarte en una de ellas si así lo deseas, además de todo lo mencionado, en este caso, también contarás con balcón y salón.

El hotel Nacional está perfectamente acondicionado para cualquier tipo de viajero y sus instalaciones son completamente accesibles, pues cuenta con ascensores que comunican cada planta del edificio con todas las demás para un fácil y cómodo acceso a las habitaciones y al resto del complejo.

Además, también está perfectamente comunicado con el exterior, ya que a tan solo cinco minutos caminando encontrarás la parada de metro más cercana, por lo cual, tendrás la posibilidad de desplazarte sin ningún tipo de problema y conocer todos los rincones de esta poderosa urbe. 

Si viajas en familia, hay un dato muy importante que debes conocer, y es que en este complejo portugués los niños y niñas de hasta once años podrán alojarse de forma gratuita, bajo ningún coste. Sin duda, este hotel es la mejor elección si quieres hospedarte en la ciudad de Lisboa.

Como ya sabes, el hotel Nacional se encuentra en pleno centro de Lisboa, Portugal, más concretamente en Rua Castilho, 34. Se trata de una localización muy céntrica y bien comunicada, el emplazamiento ideal para hacer turismo por la capital portuguesa. A solo cinco minutos a pie encontrarás una parada de metro, desde donde podrás desplazarte a cualquier rincón de la ciudad que desees. Además, puedes disfrutar de la Costa de Lisboa, que está a 5 kilómetros. 

Aunque en el hotel Nacional encontrarás comodidad y te sentirás como en casa, debes salir a conocer esta preciosa urbe que cuenta con numerosos lugares de interés turístico que no te debes perder. No obstante, y en cuanto a cercanía al hotel, cabe destacar dos de las visitas que debes hacer antes de marcharte de Lisboa.

Plaza de Rossio

A 1,6 kilómetros del complejo encontrarás el que viene siendo el centro neurálgico de la capital portuguesa desde hace siglos. Debido a su cercanía al hotel es una visita casi obligada si te alojas allí. En el centro de la plaza hay una estatua del primer emperador del Brasil independiente, D. Pedro IV, en cuya base se encuentran cuatro figuras femeninas que hacen alegoría a las cualidades que se le atribuyen al emperador; justicia, sabiduría, fuerza y moderación.

En torno a la plaza, en la cual se suelen celebrar encuentros políticos, se encuentran los edificios de estilo pombalino en los que puedes encontrar diversas tiendas de recuerdos y cafeterías. Además, en la cara norte de la plaza se encuentra el Teatro Nacional Doña María II, llamado así en honor a la hija de D. Pedro IV. Un lugar muy concurrido y gran atractivo turístico para todos aquellos que pasean por la ciudad de Lisboa.

Mirador de Santa Catalina

Es evidente que en pleno corazón de Lisboa las posibilidades son infinitas, ya que se habla de la capital y mayor ciudad de Portugal. Los museos se cuentan por decenas en esta urbe, así como los edificios emblemáticos y plazas por ver. Sin embargo, seguro que te viene genial respirar un poco de aire puro y disfrutar de la naturaleza portuguesa, aunque sea durante un rato.

Para ello, se recomienda una excursión a este mirador ubicado junto a un castillo altomedieval (Bolera de los Moros) y al cual accederás atravesando un bonito bosque, donde se habilitaron tanto una carretera como unos aparcamientos para su acceso. Desde allí podrás contemplar una de las mejores vistas del desfiladero de la Hermida, todo un privilegio que no te puedes perder.