Hotel Studio 17 By Atlantichoice

Situado en Portimão, un enclave inmejorable de la región de Algarve, el encantador hotel Studio 17 By Atlantichoice pone a disposición de todos sus huéspedes calidad, profesionalidad y un entorno sin igual.

Dentro de sus instalaciones encontramos todas las comodidades para poder vivir una experiencia única y disfrutar de unos días de descanso en unas estancias inigualables. Tanto es así que es normal que los clientes se animen a repetir la estancia.

Gracias a su gran edificación, este alojamiento acoge en su interior 65 habitaciones totalmente equipadas. Entre ellas, podemos escoger la que mejor se ajuste a nuestras necesidades: estudio o apartamento. En cualquiera de los dos casos, estos espacios se encuentran completos con un salón comedor que dispone de televisión vía satélite, conexión Wi-Fi, una cocina totalmente amueblada y con todo tipo de electrodomésticos y un cuarto de baño privado con bañera y todo lujo de detalles a nuestro alcance.

Asimismo, tanto los estudios como los apartamentos son exteriores y cuentan con balcón privado, con lo que ofrecen unas excelentes vistas a la ciudad para disfrute de los huéspedes. Tomar el aire disfrutando de este precioso paisaje añadirá singularidad y exclusividad a los días de vacaciones en la localidad. También cabe destacar que el establecimiento no permite la entrada de ningún tipo de mascotas.

Paralelamente a todos estos equipamientos, el hotel Studio 17 By Atlantichoice cuenta con un equipo de profesionales que ofrecen la mejor atención posible. Cualquier petición o requerimiento será resuelto por ellos siempre con un trato amable y cordial, lo que hará que cualquiera que se aloje en el hotel se sienta totalmente acompañado y atendido. La tranquilidad de saber que se está en las mejores manos hará del Studio 17 By Atlantichoice la mejor opción para pasar unos días únicos en esta bella ciudad portuguesa.

El hotel Studio 17 By Atlantichoice goza de una localización perfecta y estratégica en la urbanización de Alto do Quintao. Se encuentra a tan solo 200 metros escasos del centro del pueblo de Portimâo, punto neurálgico de la localidad, pudiendo llegar a pie a multitud de lugares de interés. También se halla a tan solo dos kilómetros de la hermosa Praia da Rocha. Se puede acceder al Puerto deportivo y al aeropuerto internacional de Fato fácilmente en coche.

Fortaleza de la Praia da Rocha

Uno de los puntos de mayor interés de la ciudad es la fortaleza que se alza sobre la Praia da Rocha. Se trata de un excelente mirador desde el que poder disfrutar en primera persona de las mejores vistas de este magnífico paraje portugués. Además, también se vislumbra desde este punto el río y el mar que bañan la ciudad. Todo adquiere un encanto aún más especial a última hora de la tarde, cuando cae el sol y se puede visualizar una auténtica puesta de postal que es como estar dentro de una verdadera película.

Algunas de las playas más características de la zona también se dejan ver desde lo alto de esta edificación. La playa de Três Castelos, la playa de Careanos, de Vau, de Barranco das Canas, de João d’Arens, de Prainha y de Três Irmãos son algunas de ellas. Este marco desemboca en el extenso arenal de la playa de Alvor, un auténtico espectáculo para la vista.

Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción

Los que prefieran visitar algún monumento histórico que se alce como emblema de la ciudad, sin duda deben marcar en su itinerario la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Construida a finales del XV, se ha convertido en todo un referente. Su estilo gótico, sometido a una importante remodelación después del terremoto sufrido en 1755, es uno de sus grandes atractivos.

La iglesia consta de una cabeza triple, cuatro capillas laterales en su interior y tres naves completamente separadas. Sus columnas, que exhiben capiteles toscanos, son también un gran distintivo de esta maravillosa construcción. De su forma medieval originaria aún subsiste el portal principal, que recuerda en gran medida al Monasterio de Batalha.

En la fachada destaca su cuidado frontón característico del siglo XVIII, mientras que en su interior su mayor riqueza se encuentra en los retablos barrocos de la capilla mayor y de la Capilla del Santísimo Sacramento.