El hotel se encuentra en la pintoresca localidad de Glenfark. Le ofrece un ambiente acogedor y relajado gracias una combinación ideal de tradición y el confort más moderno. Hay una parada de transporte público a pocos pasos del hotel.
Este hotel, construido en el año 1861 y restaurado en el 2004, dispone de 12 habitaciones repartidas en dos plantas. Asimismo, cuenta con una recepción, un bar muy acogedor y un restaurante a la carta con zona para no fumadores. Podrá aparcar su vehículo en el aparcamiento o en el garaje.
Las habitaciones, decoradas y amuebladas con mucho gusto, tienen baño con secador de pelo, calefacción central, teléfono de línea directa, menaje para preparar té o café y televisión.
Asimismo, el hotel también cuenta con un programa de actividades (según la temporada) para su entretenimiento. A seis kilómetros del hotel hay un campo de golf.
Se ofrece desayuno en forma de bufet. A la hora del almuerzo puede pedir un menú y a la hora de la cena puede pedir, además de un menú, a la carta.