Este hotel, que cuenta con una gran tradición, está situado en una soleada colina, en el centro del pueblo de Zermatt. Desde esta ubicación no solamente tendrá vistas de la ciudad, sino que hay unas vistas panorámicas e inolvidables del paisaje de los Alpes y del famoso pico Matterhorn. Con el servicio de traslado del propio hotel podrá ir hasta la estación de ferrocarril de Zermatt (a unos 700 metros de distancia). Muy cerca podrá encontrar tiendas, comercios y una gran cantidad de lugares de interés turístico y cultural, así como preciosos destinos. Para los amantes de la montaña y del esquí hay un amplio abanico de posibilidades que se les abre en este paisaje alpino, y podrá acceder a todas estas posibilidades mediante el teleférico, una estación del cual hay a solamente 300 metros.
Este hotel, construido en el año 1907 y totalmente restaurado en el 2000, destaca por su estilo y elegancia. Dispone de un total de 65 preciosas habitaciones repartidas en seis plantas. En el amplio hall de entrada del hotel hay una chimenea, un ascensor y un área de recepción abierta las 24 horas del día, y la atmósfera es cálida y acogedora. Para que el huésped se pueda relajar y descansar, hay varias acogedoras salas de estar o una terraza para tomar el sol, desde donde también podrá disfrutar de unas preciosas vistas panorámicas. En cuanto a lo gastronómico, hay un restaurante y un bar, donde, además de un atento y cordial servicio, se le servirán riquísimas especialidades internacionales, así como platos locales y de la región. A disposición de los huéspedes que viajen por motivos de trabajo hay algunas salas de conferencias, que cumplen con los niveles estándar y que son perfectas para celebrar reuniones, talleres y conferencias, y que pueden ser usadas como una sala principal o como salas independientes. A su disposición tendrá una plaza de aparcamiento (abonando cargo adicional).