Hotel Eurostars Araguaney

El Hotel Eurostars Araguaney goza de una privilegiada situación en la ciudad de Santiago de Compostela. Porque, si bien no se halla en su magnífico casco histórico, está al pie de él. Y, por otra parte, la calle donde se encuentra tiene fácil acceso desde las vías de circunvalación de la localidad. A todo ello debe añadirse, igualmente, que la estación de ferrocarril esta próxima al establecimiento.

El Hotel Eurostars Araguaney debe su nombre al árbol más característico de Venezuela y a la palabra que define al color amarillo en árabe. Y es que su fundador es de origen palestino y se casó con una venezolana. Es, por tanto, un establecimiento con un encanto especial y uno de sus rasgos distintivos es la pasión por el arte. Sus pasillos y habitaciones son como una exposición de pintura, ya que de ellos cuelgan obras de Quintana Martelo, Felipe Criado o Antón Patiño.

No por eso, este hotel de cinco estrellas deja de ser funcional y, sobre todo, cómodo. Incluso ofrece ventajas exclusivas a sus clientes. Entre ellas, la entrada a la habitación antes de las 12 de la mañana y la salida después de esa misma hora hasta las 14 de la tarde. Y también cuenta con promociones o paquetes especiales.

Así, el paquete "Romántico", que añade sauna, cava y bombones al alojamiento; la "Experiencia Gourmet", con una cena en el Restaurante Caney, dentro del propio establecimiento, o el denominado "Arte y Arquitectura en Santiago", con una visita guiada por el casco histórico.

No es la única actividad que propone el Araguaney, pues también organiza planes para familias y grupos de amigos. Así mismo, dispone de 13 salones de distintos tamaños y capacidades que resultan perfectos tanto para celebraciones como para todo tipo de eventos de empresa e incluso para la organización de congresos.

El Hotel Eurostars Araguaney se encuentra en la calle Alfredo Brañas, nº5, de Santiago de Compostela (España). Es una zona céntrica en la cual abundan comercios de todo tipo, bares y restaurantes. Así mismo, en las proximidades están el parque da Alameda, con su famosa estatua del escritor Valle-Inclán y el mirador desde el que se ve toda la ciudad, así como la plaza de la Constitución, donde se encuentra el Parlamento de Galicia.

Pero, sobre todo, se halla cerca del casco histórico, donde están los principales puntos de interés de la ciudad, que son muchos y muy valiosos. No en balde, esa zona vieja figura entre los lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Entre sus joyas, se cuentan los pazos de Rajoy, una construcción del siglo XVIII que hoy alberga el Ayuntamiento de Santiago, y de Gelmírez, edificio románico del XIII.

También, el antiguo Hospital de los Reyes Católicos (actualmente, hotel), de estilo plateresco y con dos grandes escudos adornando la puerta. Y monasterios como el de San Martín Pinario, el más grande de España tras El Escorial y de estilo barroco, o el de San Francisco, con sus valiosos retablos. De hecho, lo mejor de la ciudad se halla en el entorno de la Catedral.

Catedral de Santiago de Compostela

Tan impresionante es el templo santiaguín que podría decirse que engloba varias joyas del arte. Para empezar, la conocida fachada del Obradoiro, de rasgos barrocos, pero que cobija los restos de la primitiva, románica. Igualmente, la fachada sur o de las Platerías y la norte o de Azabachería. Pero también capillas como la Mayor, la del Pilar o la de San Juan, sin olvidar el Panteón Real ni el famoso "Botafumeiro".

Plaza del Obradoiro

El espacio urbano que conforma la fachada antes mencionada es toda ella una obra de arte, pues también incluye los palacios de Gelmírez y de Rajoy así como el Hostal de los Reyes Católicos, todos ellos ya aludidos. Pero, además, el Colegio de San Jerónimo, fundado en el siglo XVI aunque su portada es románica.

Así mismo, esta plaza es el "kilómetro 0" de todos los caminos de Santiago. Y no es la única digna de ver en los alrededores de la Catedral. También esta la de Platerías, que al templo y su claustro une la Casa del Cabildo, que fue construida en el siglo XVIII siguiendo los cánones del Barroco y en la cual destacan dos enormes gárgolas.