Hotel Goya

El hotel Goya presta sus servicios en la ciudad de Zaragoza. Tiene cuatro estrellas y pertenece a la cadena Palafox. Su magnífica ubicación ayuda a disfrutar de la capital maña de manera sencilla. El edificio que lo alberga tiene siete plantas y consta de 81 habitaciones.

El establecimiento es un clásico de la ciudad que ha sabido amoldarse a los tiempos. La decoración es un buen ejemplo de cómo se han equilibrado los elementos más clásicos con los más renovadores. Sorprende la calidez de las estancias y un gran trabajo para crear espacios acogedores donde sentirse a gusto. Esta sensación se traslada a las habitaciones donde te sentirás como en tu propia casa.

La presencia de la obra pictórica del inmortal pintor es tan apropiada como característica. La dirección hace un ímprobo esfuerzo por que el hotel Goya no sea considerado, exclusivamente, como un hotel de ciudad sino también como un negocio hotelero que ofrece diversas opciones para lograr un alto grado de satisfacción en cada cliente.

El 80 % de los huéspedes califican de excelente su estancia y elogian aspectos como la ubicación, la comodidad, la limpieza y la amabilidad del personal. La plantilla de trabajadores consigue personalizar el trato al cliente restándole frialdad. Tener la certeza de que cualquier incidencia se va a solucionar rápidamente es una garantía de calidad a tu alcance.

La relación entre calidad y precio es muy adecuada. El hotel Goya se amolda a cualquier tipo de turista gracias a su oferta de servicios. Familias, profesionales y parejas elogian esta virtud que ha permitido que este negocio siga adelante y que marque la diferencia con el resto de hoteles de la zona en la que se ubica. En pleno centro histórico, el establecimiento es un perfecto punto de partida para cualquier tipo de ruta por la ciudad.

El hotel Goya se encuentra en la calle Cinco de Marzo, 5 de Zaragoza. En un radio de 500 metros se encuentran el teatro Principal, la plaza de España, el teatro romano, el mercado, la Gran Vía, el museo Provincial y la calle Alfonso. Visitar las diversas ruinas romanas y la catedral es una de las rutas más aconsejables. Se recomienda la visita al siguiente monumento y a una de las calles más animadas de la ciudad.

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

La primigenia iglesia, la primera dedicada a la virgen de la cristiandad, data del siglo IX. En el siglo XII se decide restaurar el templo y al siglo siguiente el papa Bonifacio VIII decide reconocer el culto a la virgen del Pilar. Entre el siglo XIII y el XVI se construye el templo actual. En el siglo XVIII se procede a una ampliación que le da el carácter monumental y barroco que tiene hoy en día. Tras diversas obras, que terminaron en 1961, la basílica se terminó por completo ofreciendo la imagen actual. 

A su enormidad hay que añadirle la importancia de observar sus cuatro fachadas y de pasear por su nave central buscando las características más reconocibles de cada estilo arquitectónico. La nave de la epístola y sus frescos son otro punto clave. Dedícale unas horas a analizar todos los detalles de la basílica. No olvides entrar en la histórica capilla de la virgen para comprobar, en primera persona, la pasión que despierta en la feligresía. A tu salida admira la plaza del mismo nombre y, si te apetece, dirígete al siguiente punto que te exponemos a renglón seguido.

El Tubo

Aunque en Zaragoza hay una amplia variedad de monumentos, también hay espacio para el ocio y la diversión. El Tubo se encuentra a 500 metros del hotel Goya. La acumulación de bares y restaurantes es enorme. Esta circunstancia permite ir de uno en otro tomando pinchos y probando cada especialidad. La contundente gastronomía zaragozana no te dejará con hambre, pero sí te permitirá probar las mejores carnes, la mejor verdura y una forma muy determinada de atender al cliente.

La zona está muy animada durante todo el día si bien al caer la tarde se convierte en el eje del ocio gastronómico. Se aconseja ir con paciencia, con apetito y con ganas de probar combinaciones gastronómicas más que interesantes. Seguro que repites esta experiencia para los sentidos.