Hotel Gran Hotel Peñiscola

Elegante hotel de 4 estrellas que se encuentra en primerísima línea de playa, dentro del término municipal de Peñíscola, en el norte de la provincia de Castellón. Forma parte de la trama urbana que linda con el paseo marítimo que, con una extensión de 7 kilómetros, conecta los términos de Peñíscola y Benicarló.

Un  moderno establecimiento que cuenta con todo tipo de servicios. Fue inaugurado en 2001 y renovado parcialmente en 2013. Dispone de 422 habitaciones, todas ellas con terraza y en su gran mayoría, con vistas al mar. La mayor parte son dobles estándar aunque también las hay temáticas, grandes suits y mini-suits.

Perfectamente equipado, ostenta desde 2013 el 'Sello de Calidad en Destino Turístico (SICTED)'. Desde 2015 con el reconocimiento oficial de Hotel de Turismo Familiar de la Comunidad Valenciana (sello TOUR$KIDS) y desde 2016 con la certificación de Hotel Children Friendly. 

Además, es un establecimiento con la consideración de Bike Friendly, cuyas instalaciones se encuentran perfectamente adaptadas para bicis. Además de ser un hotel familiar de playa, sus instalaciones reúnen las condiciones necesarias para alojar a un equipo ciclista de competición

Constituye un espacio libre de humos, cuyos servicios de cocina están perfectamente acondicionados para que la estancia de las personas con alergias alimenticias resulte de lo más satisfactoria. Entre los meses de mayo y octubre, ambos inclusive, ofrece un servicio de Funny-Club infantil, en el que diariamente se programan actividades de animación para los niños alojado en el Hotel. 

Para que las familias que viajan con bebés puedan estar cómodas, el hotel ha habilitado dos zonas de lactancia. Todas las noches del año hay actuaciones musicales.

El Gran Hotel Peñíscola está muy cerca del casco histórico de esta localidad, al que se puede llegar dando un sencillo paseo. Rápidamente, una postal de gran belleza se hace presente, en la que preside desde lo más alto el histórico Castillo del Papa Luna.

El Gran Hotel Peñíscola está en la avenida del Papa Luna 132-136, en el paseo marítimo que une esta localidad con Benicarló, en plena Costa Azahar. Está a pie de playa, en zonas de hoteles y apartamentos, cerca del núcleo histórico por el que a lo largo de los siglos han pasado las distintas civilizaciones del Mediterráneo: fenicios, griegos, cartaginenses, romanos, bizantinos o árabes. Todos ellos la admiraron y utilizaron como ciudad fortaleza.

Es una población bañada por el Mediterráneo en la que nunca ha faltado el agua dulce, que mana bajo la roca que se ubica en la vieja ciudadela.

El Gran Hotel Peñíscola está muy cerca de la localidad de Benicarló, a la que se llega avanzando por el propio paseo marítimo, a cuyos pies se encuentra. Benicarló cuenta con estación de tren, oficialmente denominada Benicarló- Peñíscola. La zona no está excesivamente bien comunicada por línea férrea. En Benicarló paran fundamentalmente trenes regionales y algún Talgo. En el norte de la provincia de Castellón no hay servicio ferroviario de Cercanías.

El Gran Hotel Peñíscola se encuentra a 160 de kilómetros de distancia del aeropuerto de Valencia y a 45 kilómetros del aeropuerto de Castellón. Está a 25 kilómetros de Vinaròs, localidad conocida por la exquisitez de sus langostinos. De todas formas, Benicarló y Peñíscola discuten la titularidad de estos crustáceos con el argumento de que sus pescadores echan las redes en los mismos bancos que la flota pesquera de Vinaròs.

El Castillo del Papa Luna

El Gran Hotel Peñíscola está muy cerca del célebre castillo del Papa Luna, cuya visita es obligada. Está en la parte más elevada del núcleo histórico, a 20 metros de altura. Es de una fortaleza del siglo XIII que perteneció a la orden del Temple. A principios del siglo XV, en pleno cisma, fue el palacio residencia de Benedicto XIII, el papa Luna, hasta que fue depuesto y considerado como antipapa.

Casa de las conchas

Está en el casco histórico de la localidad. Su historia se remonta a la década de los cincuenta del siglo XX, cuando comenzaron a llegar los primeros turistas. Justa y Timoteo pasaban por serias dificultades económicas. Decidieron aprenderse la historia de la localidad para convertirse en sus primeros guías turísticos.

Organizaron recorridos por los lugares más emblemáticos de Peñíscola y poco a poco fueron ganando dinero.  Se compraron un solar en el que edificaron esta casa que llama la atención porque su fachada se compone de un sinfín de conchas marinas de muy diversos tipos y formas.