Hotel Gran Victoria

El Gran Victoria es un hotel de 4 estrellas en la costa cántabra de Santander. Su ubicación, a escasos metros de la Playa del Sardinero, lo convierte en todo un referente para los amantes del turismo costero.

Santander cuenta con excelentes playas de arena fina y dorada, muy bien cuidadas y con una amplia cantidad de servicios de calidad. Puedes elegir entre un buen número de arenales para familias, para amantes de los deportes náuticos, para los que buscan entornos tranquilos…

En Santander, sin duda, encontrarás la playa que deseas. Pero también descubrirás mucho más: pueblos con encanto y parajes montañosos de gran belleza, vestigios testigos de la historia y monumentos indispensables, gastronomía típica y lugares de ocio y compras. Sin duda, una visita inolvidable que repetirás, descubriendo lugares nuevos en cada visita.  

El hotel Gran Victoria es un edificio de peculiar arquitectura, restaurado en el año 2004, que cuenta con 64 habitaciones y 6 suites repartidas en 5 plantas. Su privilegiada ubicación posibilita que la gran mayoría de habitaciones tengan vistas al mar.

Están decoradas con un estilo contemporáneo de tonos suaves y claros. Cuentan con suelo de madera, climatización frío-calor, televisión de pantalla plana, conexión wifi gratuita, caja fuerte, baño completo, que incluye secador y artículos de aseo, y balcón con estupendas vistas al mar.

Santander te ofrece un gran número de posibilidades para disfrutar del tiempo libre. Tanto si quieres turismo de playa como turismo de interior, encontrarás estupendas opciones. Sin duda, lo mejor es combinarlas para empaparte bien de sus tradiciones y su historia.

Aparte de sus playas, su interior te ofrece pueblos increíbles, repletos de cultura popular y rincones maravillosos. Descubrirás monumentos con historia, rutas de senderismo por parajes espectaculares de montaña y una gastronomía rica en productos naturales y frescos con platos de cuchara de toda la vida. 

El Hotel Gran Victoria se encuentra en la calle María Luisa Pelayo, número 38, 39005 de Santander. Está ubicado entre el Gran Casino de Santander y el palacio de la Magdalena, a solo 100 metros de distancia de la playa del Sardinero.

Tiene buena conexión de transporte público: a unos metros del hotel dispones de parada de autobús al centro de la ciudad. Sin embargo, si prefieres ir caminando, es un agradable paseo de veinte minutos.

Aparte de sus trece espectaculares playas, como las dos del Sardinero, la playa del Puntal o la de La Magdalena, Santander también ofrece zonas verdes como el parque Piquio, el parque de La Magdalena, Pereda o La Marga.

De visita por el casco antiguo de la ciudad, descubrirás lugares tan interesantes como el Museo de Bellas Artes y el Museo de Prehistoria, la iglesia neobarroca de Santa Lucía o la Biblioteca Menéndez Pelayo.

Palacio de la Magdalena  

Quizá el lugar más emblemático de Santander. Antigua residencia veraniega de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, se construyó en los inicios del siglo XX. Está situado en la península de la Magdalena, frente a la isla de Mouro. En 1982 fue declarado monumento histórico-artístico.

Durante la Segunda República fue sede de la Universidad internacional Menéndez Pelayo. Años más tardes tuvo que ser restaurado debido a su deterioro y abandono en la década de los cincuenta. Actualmente, es utilizado como lugar para reuniones y celebraciones.

Durante los meses de verano, continúa siendo sede de la UIMP. Tiene horario de visitas para descubrir sus lujosos interiores o pasear por sus jardines y asomarse al acantilado junto al que se alza.   

Casco histórico

Al ser una zona pequeña, resulta muy agradable recorrerla paseando sin prisas, admirando la arquitectura de sus fachadas. Así descubrirás lugares como la Plaza Porticada, punto habitual de encuentro de los vecinos de la ciudad o la Plaza del Ayuntamiento. Muy cerca de estas plazas se encuentra la Catedral de Santander.

Callejeando llegarás al Museo Municipal de Bellas Artes o hasta la Casa-Museo de Menéndez Pelayo, ilustre vecino de Santander. Si prefieres conocer el ambiente popular de la ciudad, lo mejor es darse una vuelta por el Mercado de la Esperanza, que ofrece excelente pescado fresco y productos de la tierra.

Entre las calles Jesús de Monasterio y San Fernando, se encuentra la zona comercial donde adquirir productos típicos y recuerdos de la visita a la ciudad.