Hotel Hotel Abba Fonseca

El Hotel Abba Fonseca es el lugar idóneo para hospedarse en Salamanca. Se le ha otorgado una categoría de 4 estrellas, por lo que ofrece un confort de lujo en sus servicios y para el descanso de sus clientes.

Este hotel ubicado en el corazón histórico de la ciudad de Salamanca se erige en un edificio de piedra antigua que armoniza con el entorno. De estilo contemporáneo, la construcción de cuatro plantas con 86 habitaciones, fue inaugurado en el año 2001 y está completamente remodelado. En contraste con su exterior, las instalaciones tienen una decoración moderna, elegante y acogedora.

Las habitaciones, todas con distintas capacidades para adaptarse a las necesidades de sus huéspedes, pueden ser individuales, dobles o matrimoniales, triples, para cuatro personas o familiares. Se puede optar por una suite de 35 metros cuadrados o una habitación estándar de 24 metros cuadrados con vistas a la catedral. Con una decoración clásica y alegre ofrece el mejor descanso para sus clientes.

El Hotel Abba Fonseca además dispone de restaurante La Abadía, el cual es famoso por su exquisita gastronomía castellana e internacional. Con sus platos bien presentados, de calidad, innovadores, hacen las delicias de quienes lo prueban. Con una decoración moderna a la par que elegante, la amabilidad y profesionalidad del personal hacen que sea muy bien valorado por sus clientes.

En las instalaciones, además, hay un gimnasio para los más deportistas, un pequeño spa, WIFI gratuito en todas las instalaciones y cuenta con parking privado en el alojamiento. Además, el hotel es libre de humo, por lo que no está permitido fumar en todo el recinto. Su estructura está adaptada para personas con movilidad reducida. No se permite el acceso con mascotas. Por otro lado, el hotel también tiene salones de eventos para celebraciones, bodas y salas de reuniones.

El Hotel Abba Fonseca se encuentra ubicado en la Plaza San Blas, 2, en la hermosa ciudad de Salamanca. Enclavado en pleno centro de la ciudad, tiene acceso a todos los rincones de esta espléndida ciudad universitaria.

La Plaza Mayor

Salamanca, una ciudad castellana conocida por su hermosura, arquitectura, universidades, ambiente inmejorable, historia… lo tiene todo para disfrutar de la estancia en ella. Desde el hotel se puede acceder a todos sus rincones dando un paseo por sus calles empedradas, entre sus históricos edificios. Pero la primera parada obligada sin duda es la majestuosa Plaza Mayor salmantina. Ubicada a tan solo 600 metros del alojamiento, se puede pasear por sus calles hasta llegar a la plaza considerada más bonita de España.

La Plaza Mayor es el centro neurálgico y social de la ciudad. De estilo barroco, es un lugar diáfano y perfecto para pasar la noche tomando algo en sus múltiples bares, con un ambiente muy acogedor y los cánticos de las tunas que van y vienen. Si de día impacta su belleza, por la noche embelesa con la iluminación, que le otorga un aire romántico y elegante.

Otro lugar con una visita imprescindible es el Huerto de Calixto y Melibea, situado muy cerca de la catedral de Salamanca. Se trata de un jardín de 2.500 metros cuadrados y se llama así porque fue el lugar escogido por Fernando de Rojas para representar la tragicomedia de estos dos enamorados. Entre la antigua muralla medieval y el río Tormes se llega a este romántico espacio para pasear entre su maravillosa flora con vistas al río.

Universidad de Salamanca

Salamanca es por todos conocida por sus universidades, iglesias, conventos, iglesias, plazas… y por los anecdóticos detalles en sus construcciones. El gran icono de la ciudad es la famosa rana de Salamanca. Se trata de un detalle en el ornamento que decora la fachada de la Universidad de Salamanca. Muy difícil de encontrar, se ha convertido en leyenda para quienes logran verla antes que el resto. Se puede acudir en su busca en un paseo de tan solo 500 metros desde el Hotel Abba Fonseca.

Otro de los imperdibles para los buscadores de “tesoros” o los fans de “Wally” es el astronauta de la fachada de la Catedral Nueva. Un adorno también que sorprende porque parece que no se corresponde en un edificio religioso, es otro detalle icónico a ver, junto a un toro bravo en la misma fachada del edificio.