Hotel M.A Sevilla Congresos

El Hotel M. A. Sevilla Congresos está situado en la zona más activa de negocios de la capital andaluza. Como su propio nombre deja adivinar, se halla a apenas 50 metros del Palacio de Exposiciones y Congresos, lo que lo hace ideal para quienes viajan a estos eventos.

Además, el establecimiento, que ha sido reformado por completo hace poco tiempo, cuenta con salas de reuniones adecuadas para todo tipo de actos pues incluyen los principales adelantos tecnológicos. Por si ello fuera poco, hay varios polígonos industriales en las inmediaciones. Es decir, que se trata del hotel más recomendable para quienes vayan a visitar alguna de estas empresas.

No por ello, deja de ser un hotel apropiado para estancias de placer, ya que ofrece todas las comodidades que el visitante necesita. Así mismo, se encuentra perfectamente ubicado para conectar con las principales vías de entrada a la ciudad, como la Autovía del Sur o la Carretera de Málaga, y posee parking propio para dejar el vehículo. E igualmente, para quienes lleguen en avión, el aeropuerto se halla a tan solo cuatro kilómetros.

Por otro lado, hay varios parques en las cercanías del establecimiento, como el Infanta Elena o el de Tamarguilllo, y también todo tipo de servicios, incluidos un centro comercial y el complejo deportivo de San Pablo. El núcleo urbano se encuentra a siete kilómetros, que realmente no son distancia, habida cuenta de las buenas comunicaciones de la ciudad andaluza.

En cuanto a ofertas, el Hotel M. A. Sevilla Congresos, que no admite mascotas, viene aplicando un descuento del 10% en tarifa no reembolsable tanto para alojamiento como para desayuno. Y, además, acepta cupones que bonifican la estancia. Para conseguirlos, tan solo hay que aceptar recibir, vía correo electrónico, las promociones que lanza el establecimiento. El pago puede realizarse con cualquier tarjeta de crédito.

El Hotel M. A. Sevilla Congresos se encuentra en la avenida Alcalde Luis Uruñuela, nº2, Este, de Sevilla (España), una zona relativamente próxima a los principales puntos de interés de la ciudad. Y hay muchos, pues la capital andaluza es la urbe con mayor cantidad de monumentos catalogados del Viejo Continente.

Entre ellos, hay palacios como el de las Dueñas, los Reales Alcázares o el conocido como Casa de Pilatos, con su mezcla de estilos mudéjar y renacentista; monasterios como el de la Cartuja; edificios como la Antigua Audiencia, el Ayuntamiento o el antiguo Hospital de las Cinco Llagas; torres como la del Oro; museos como el de Bellas Artes o el del Baile Flamenco y parques como el de María Luisa. Incluso cuenta con barrios enteros que son una joya.

Así, el de Santa Cruz, con sus estrechas calles y sus casas blancas con balcones de barandilla de hierro forjado y repletos de flores. O el más popular y típico de Triana. Pero, en un viaje a Sevilla, no pueden dejar de visitarse dos maravillas.

Conjunto de la Catedral de Sevilla

El templo sevillano es la catedral gótica más grande del mundo. Además de ese estilo, en sucesivas ampliaciones se le añadieron elementos renacentistas y barrocos. Pero, si por fuera es una maravilla, otro tanto puede decirse del interior, donde hay pinturas de Murillo o Zurbarán; mausoleos como del de Cristóbal Colón y retablos como el de la Capilla Mayor. Así mismo, su campanario es la famosa Giralda, que, a su vez, fue construida como minarete de la antigua mezquita allí edificada.

No termina ahí el complejo arquitectónico de la Catedral. También es imprescindible ver el Patio de los Naranjos, que ejerce como claustro de la misma y la Capilla Real, una extraordinaria obra de arte por sí sola, con su espectacular bóveda casetonada y los sepulcros de reyes como Fernando III el Santo o Alfonso X de Castilla.

Plaza de España

Fue realizada por los arquitectos Aníbal González y Vicente Traver para la Exposición Iberoamericana de 1929. Tiene forma semicircular como símbolo del abrazo de España a los pueblos del otro lado del Atlántico.

Responde al estilo regionalista andaluz y la recorre un estanque en sentido horizontal, entre las dos torres laterales. Igualmente, en cada banco se representa a una provincia y la obra se remata con adornos como medallones con bustos de españoles ilustres, numerosos elementos de cerámica y artesonado en los techos.