Hotel Nh Collection Gran Hotel De Zaragoza

El NH Collection Gran Hotel de Zaragoza te hará viajar al glamour de la edad dorada. Situado en un edificio de aire modernista, inaugurado en 1929, sabe conjugar el sabor de la historia con la funcionalidad del presente.

Sus 133 habitaciones -divididas en tres tipos: Superior, Junior Suite y Suite-, además de tener baño completo, están equipadas con máquina de café espresso y hervidor de agua; televisión de pantalla plana y cunas a petición. Hay posibilidad de elegir la almohada que más se adapta a las necesidades del huésped.

La decoración de las habitaciones apuesta por el color blanco para crear una sensación diáfana, de calma y amplitud; su mobiliario minimalista y funcional escapa de las distracciones para ofrecer un descanso más profundo y reparador. Las suites disponen, además, de su propio jacuzzi. Hay habitaciones especiales para fumadores.

En el NH Collection Gran Hotel de Zaragoza hay un equipo de Guest Relations que te ayudarán proporcionándote toda la información que requieras sobre la ciudad del Ebro. Este alojamiento es completamente accesible, en el que se pueden celebrar eventos, así como reuniones de trabajo y conferencias gracias a sus amplios salones.

Es en las zonas comunes donde la arquitectura de principios de siglo se luce, sin atosigar, gracias a las paredes lisas y a los elementos contemporáneos que se han introducido en la decoración, creando un equilibrio sereno entre tradición y modernidad.

Es un alojamiento enfocado al huésped que busca algo más que un lugar donde pernoctar. Ya sea por cuestiones de trabajo, ocio o el deseo de descubrir Zaragoza, el viajero que se aloja aquí encuentra una amplia variedad de servicios y comodidades que harán su paso por la ciudad más confortable.

El NH Collection Gran Hotel de Zaragoza acepta mascotas de pequeño tamaño. Los perros guía no pagan recargo.

El NH Collection Gran Hotel de Zaragoza se encuentra ubicado en Joaquín Costa, 5, Zaragoza, España; en una zona en la que se pueden encontrar desde tiendas de firmas de moda de prestigio internacional a reclamos culturales de primer orden.

A solo una manzana del hotel está la Plaza de los Sitios, en la que se halla el Museo de Zaragoza, que alberga numerosas piezas históricas y arqueológicas. Los amantes del arte contemporáneo no pueden perderse el IAACC Pablo Serrano ni el Museo Pablo Gargallo. El Museo de Goya es también muy interesante, así como la Seo, la Catedral de Zaragoza. Pasear a la ribera del Ebro o simplemente perderse por las calles de la capital aragonesa son dos grandes aventuras.

En la cuestión gastronómica hay que destacar el ternasco de Aragón. Los golosos no pueden marcharse de Zaragoza sin probar las famosas frutas de Aragón, confitadas y cubiertas de chocolate, o los caramelos denominados adoquines del Pilar.

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

Es, sin duda, el monumento más conocido de Zaragoza. El edificio actual se comenzó a construir en 1681. Cuatro torres y varias cúpulas conforman su característica silueta, que resulta una vista imperdible desde el otro lado del río. De la visita a su interior hay que destacar la Capilla, una fastuosa obra barroca de Ventura Rodríguez, y el retablo de alabastro policromado de finales del siglo XVI, una fusión muy interesante de los últimos elementos del gótico y las nuevas ideas renacentistas.

La Basílica está abierta de 6:45 a 20:30 horas de lunes a sábado y de 6:45 a 21:30 los domingos.

Restos romanos de Zaragoza

Aún existen muchos vestigios del glorioso pasado romano de Cesaraugusta repartidos por la ciudad. La labor de musealización de los mismos, que se ha llevado a cabo en los últimos años, los ha convertido en una atracción que permite viajar al pasado desde la maravilla, la curiosidad y el asombro.

El gran teatro romano es quizá el más impresionante de todos. Se han excavado la escena y parte del graderío, de forma que es posible pasear por los antiguos pasillos. El puerto fluvial del río Ebro es otro lugar interesante; en las excavaciones de las termas puede descubrirse la importancia que tenían este tipo de edificios en el mundo romano. Finalmente, la visita al antiguo Foro, en la misma Plaza del Pilar, permite bajar, literalmente, a una de las cloacas romanas.