Palacio Arias, su primer propietario fue un asturiano don Indalecio García Arias y Coaña que emigró a Puerto Rico e hizo fortuna con los tostaderos de café. Al regresar, decidió construir un palacete de indianos, cuyo proyecto fue hecho por el Ilustre Asturiano Don Luís Menéndez Pidal.
Curiosamente este inmueble es de las contadas obras de nueva planta que hizo el mencionado arquitecto, pues se dedicó mayoritariamente a la restauración de monumentos del pasado. Casi setenta años después, el edificio ha sido restaurado y convertido en un pequeño y acogedor hotel, que aun tiene los muebles de roble y castaño, tapices y relojes de su primer inquilino. Los salones conservan el estilo íntegro de la época, la escalera interior de madera noble es todo un ejemplo de las construcciones que realizaron los que hicieron las Américas. Dispone de 16 confortables habitaciones totalmente equipadas. Rodeado de 2000m2 de jardines esbozados por un hermano del propietario, sacerdote aficionado a estas materias que contó con el asesoramiento del celebre floricultor Pedro Mújica; Magnolias, araucarias, camelias, palmeras y hortensias son parte de la vegetación que envuelve al palacete. Una piscina ha sido reconvertida y ahora se presenta como estanque con surtidores. En el mismo recinto de los jardines del Palacio Arias, se encuentra el Hotel-Apartamentos Arias , más funcional, que consta de 42 habitaciones y 21 apartamentos con varias capacidades, también perfectamente equipados, frecuentado por comerciales y turistas que desean conocer el Occidente.