Hotel Palmeras Garden

El complejo Palmeras Garden y los 47 apartamentos que lo conforman en el corazón de Playa Blanca en Lanzarote son un enclave privilegiado para los que eligen esta isla como lugar de descanso y una oferta única de playa y sol prácticamente todo el año. Está a veinte minutos a pie de la playa más cercana y a alrededor de dos kilómetros de distancia del puerto de Playa Blanca, donde poder coger un ferry si tu intención es visitar Fuerteventura. Una gran opción de alojamiento donde la comodidad y el confort están garantizados.  

Alojamientos con capacidad máxima para tres personas, piscina al aire libre y terrazas con vistas son algunos de los atractivos de esta posibilidad, en la que también dispondrás de un bar, masajes, servicios de alquiler de coches o bicicletas, así como de una pista de tenis. 

Apartamentos cómodos, de un dormitorio doble con baño privado y aire acondicionado para tu estancia en la isla y donde la ropa de cama y las toallas están incluidas. La cocina equipada será otra de las comodidades que encontrarás en el complejo hotelero Palmeras Garden y que te permitirá estar como en casa con una libertad y una independencia horaria respecto de tus comidas. A la hora que quieras y lo que quieras. 

Respecto a la oferta gastronómica del recinto, destacar que el desayuno y la cena serán servidos en el complejo Natural Palace, justo al lado y a menos de cincuenta metros, salvo en el caso de elegir régimen de todo incluido. En este caso, tendrás servicio en el propio complejo. Existe la posibilidad de una cama supletoria por habitación y el alojamiento de un niño o de un adulto por cada una de ellas. Las camas supletorias habrá que pedirlas con antelación y en el momento de hacer la reserva.

Et complejo Palmeras Garden, ubicado en la calle Lanzarote s/n en la localidad turística de Playa Blanca, destaca por la zona tranquila y pacífica en la que se encuentra. A escasos metros, en total 150, podrás disfrutar de una pequeña playa, mientras que el recorrido que te espera y que podrás hacer a pie hasta la más conocida playa de la isla, la Playa Flamingo, es de 800 metros escasos. Asimismo, un total de tres kilómetros es la distancia que separará tu alojamiento en Lanzarote del centro de la localidad de Playa Blanca.

A un total de 26 kilómetros se encuentra el aeropuerto de Lanzarote y a 46 el de Fuerteventura. Respecto a los lugares de obligada visita durante tu estancia en el complejo Palmeras Garden, encontrarás el Parque Nacional de Timanfaya a 18 kilómetros de tu hospedaje y el Rancho de Texas a la misma distancia, mientras que para visitar las impactantes montañas de fuego tendrás que recorrer solo 19.

Montañas de Fuego

Se trata de uno de los principales atractivos sin lugar a dudas, además de sus playas, en Lanzarote. Un parque de 51 kilómetros, el Parque Nacional de Timanfaya, congrega un total de 25 volcanes y acoge en su seno a las llamadas Montañas de Fuego. Un paisaje un tanto particular por sus características geolíticas, tan poco usuales en nuestros paisajes habituales.

Alquilar un coche es una de las mejores maneras de recorrer la distancia que te separa de esta maravilla geológica porque no existen en la isla servicios de autobuses públicos que te acerquen hasta allí. Otra posibilidad es desplazarte hasta Yaiza y, desde allí, recorrer la distancia restante en taxi. Lo que es seguro es que no te podrás perder un recorrido que algunos aseguran que es como pasear por la luna sin salir del planeta Tierra.

Faro de Pechiguera

Huelga decir que será una pena que te hospedes en este complejo y no visites las conocidas playas de Lanzarote, algunas consideradas como las más bellas del mundo. No obstante, tampoco debes dejar de visitar este faro, ubicado en el estrecho de La Bocayna. Un punto intermedio entre Lanzarote y Fuerteventura.

Esta visita te merecerá la pena por las impresionantes vistas del acantilado. Aprovecha, cómo no, también tus desplazamientos para degustar la gastronomía isleña y sus platos estrella. Una cocina peculiar y de exóticos sabores isleños. Carnes de cerdo con queso, sus verduras o sus pescados aderezados con mojo rojo.