Malgrat de Mar es un pueblo costero de la provincia de Barcelona, en plena Comarca del Maresme. En ese lugar turístico, y sumamente preparado para recibir a cantidad de visitantes, se encuentra el hotel Papi, un alojamiento familiar de tres estrellas con gran tradición.
Está compuesto por un edificio principal de cuatro plantas y otro de dos. Entre los dos inmuebles suman un total de 227 habitaciones, distribuidas acorde a las necesidades de los huéspedes. Pueden reservarse habitaciones individuales o de mayor capacidad de diferentes categorías. Estas son: la Premium Style para dos personas y 16 metros cuadrados, las Clasic Papi y la Premium, para tres personas, y las Premium Family para dos adultos y dos niños. Si se quiere gozar de más espacio puede optarse por la Premium Garde, para tres personas que cuenta con una gran terraza de 12 metros cuadrados; y la Junior Suite, de 24 metros cuadrados y un balcón con bonitas vistas. Los que optan a esta última reciben a su llegada un paquete de amenities especial.
Al llegar a la recepción ya se percibe el mimo y el cuidado de los detalles, que es la nota común de este establecimiento. Un gran hall sirve como distribuidor, con cuatro ascensores. Desde ahí se accede al bar.
En cuanto a la restauración, los huéspedes tienen a su disposición una cafetería y un restaurante en el que se ofrece lo mejor de la gastronomía catalana. Basándose en el producto kilómetro 0, sus platos saben a tradición. Además, cuentan con piscina con aquapark, una de zona de juegos para niños, miniclub y animación especialmente pensada para los más pequeños de la casa en temporada.
Antes de reservar, es importante informarse sobre las ofertas que pueden encontrarse, como los descuentos por reservar con antelación o las promociones de fuera de temporada.