Hotel Santa Rosa (Girona)

El hotel Santa Rosa (Girona) combina dos características que lo hacen muy atractivo para los que desean pasar unos días tranquilos en la costa catalana. Está ubicado a solo 150 metros de la playa, pero no está aislado, sino que está rodeado de comercios y establecimientos de restauración para programar unas vacaciones relajadas y entretenidas.

Con una oferta gastronómica de bufé tanto en el desayuno, como en la comida y en la cena, así como de lavandería e incluso de atención médica, el alojamiento le ofrece todo necesario para que el cliente no se tenga que preocupar en absoluto de nada durante su estancia en Lloret de Mar y pueda disfrutar de unas verdaderas vacaciones al borde del mar.

El Santa Rosa (Girona), aunque cuenta con historia ya que se construyó allá por el año 1962, fue objeto de una reforma integral en el año 2001, con lo que ofrece a sus huéspedes unas infraestructuras modernas y cómodas para garantizarles una estancia agradable. Tiene seis plantas en las que se distribuyen 138 habitaciones, de las que 130 son dobles y las ocho restantes, individuales.

En la amplia entrada que recibe a los visitantes, podrá acceder a los ascensores, a un área de recepción que está abierta para ofrecer servicio al visitante las 24 horas del día y, también, la posibilidad de cambiar divisas. Ya en el interior, el cliente puede relajarse viendo la televisión que dispone de canales vía satélite o tomando una bebida en la cafetería o en el bar climatizado.

Para quien llegue a la ciudad en vehículo, el hotel tiene aparcamiento y garaje; y facilita las cosas para el que vaya en transporte público, con una parada próxima. En un área de 300 metros se puede disfrutar de la vida nocturna, con bares y locales de ocio.

El Santa Rosa (Girona) está ubicado en Lloret de Mar, en la calle Senia Barral número 39, rodeado de comercios y locales de restauración que hacen de la zona un lugar bullicioso. Además, a 150 metros están las playas de la Costa Brava, amplios arenales para disfrutar con tranquilidad del mar. En el paseo, hay también muchos restaurantes y tiendas. 

Las playas de Lloret

Lloret de Mar está enclavado en la Costa Brava catalana y sus playas son un excelente atractivo. A 150 metros del hotel está el arenal que lleva el nombre de la ciudad. Es la que tiene más longitud, 1,5 kilómetros, y tiene un aparcamiento para dejar el coche junto a la playa. También de carácter urbano, la de Fenals es muy atractiva ya que está protegida del viento por barreras naturales. 

Una alternativa para los que prefieren playas solo con paisajes naturales, sin hoteles ni apartamentos, en la Playa de Santa Cristina. Sus aguas se comparan a las de una gran piscina, porque siempre están en calma gracias a los dos montículos que las rodean.

Ya con otro carácter, Cala Boadella destaca por el ambiente tranquilo que se respira en los 250 metros que la componen. Es la opción ideal para los visitantes que deseen alejarse del bullicio de las playas urbanas de Lloret de Mar.

Más animada es Cala Banys, a la que se puede acceder caminando desde la Playa de Lloret. Los amantes de la pesca o del snorkel encontrarán aquí una excelente opción. Sa Caleta es una alternativa muy curiosa para el visitante: está bajo un castillo desde el que se pueden divisar unas excelentes vistas.

El Museo del Mar

Una mañana de la estancia en Lloret de Mar se debe dedicar el Museo del Mar, una infraestructura cultural en la que queda se muestra a los visitantes cómo ha sido el mar, con todo el comercio que se desarrolla en torno a él, el que ha ido creando y modelando la vida e historia de la localidad catalana. Está en la antigua Casa Garriga, de camino a la playa desde el hotel, en un inmueble indiano, construido por los emigrantes que regresaron tras hacer fortuna en Cuba.

Los pequeños disfrutarán, también, de esta visita cultural, ya que los recursos didácticos que se han diseñado hacen que sea muy atractivo conocer allí la historia de un pueblo marcado por el mar y la emigración.