Roma… La mera pronunciación de esta palabra evoca un pasado tan glorioso que resulta difícil atribuirlo a un vocablo de cuatro simples letras.
La capital de uno de los mayores imperios de la Historia nació amparada por siete colinas, como siete dioses que le confirieron sus poderes para ayudarle a alcanzar su inmensa grandeza. Rómulo y Remo no podrían estar más orgullosos de su creación.
Faro del mundo occidental antiguo, Roma ha soportado a la perfección el peso de su legado histórico y hoy en día es una de las ciudades más visitadas del mundo. Sus milenarios monumentos se mezclan con barrios llenos de vida; los restaurantes cosmopolitas con los tradicionales, las Vespas con los coches de alta gama… Y los turistas con los locales. Este crisol temporal y cultural da lugar a una ciudad policromada con una cantidad casi infinita de atracciones para el viajero.

La visitarás mil veces y la redescubrirás otras mil.
Acompáñame en mi paseo por la Ciudad Eterna.
Principales atracciones de Roma
Roma es una de esas pocas ciudades del mundo en las que parece más difícil encontrar lugares sin interés que los que son merecedores de una visita.
La Roma Imperial
La primera vez que me encontré delante del Coliseo de Roma recordé las escenas de una de mis películas favoritas: Gladiator. Mirando la estructura que queda hoy en pie, imaginaba lo que debió parecer en su época de mayor grandeza.
El Amphiteatrum Flavium (su nombre oficial) fue inaugurado en el año 80 de nuestra era. Más de 50.000 gargantas gritaban al presenciar las luchas entre gladiadores y bestias salvajes. El emperador, los patricios y algunas sacerdotisas en la tribuna y la plebe, los esclavos y las mujeres en la parte alta. Todos movidos por el mismo sentimiento de violencia y grandeza.

Cuenta la historia que más de 5.000 animales salvajes fueron sacrificados el día de su inauguración y los casi 450 años que permaneció activo hizo que la población de animales salvajes del norte de África quedara diezmada para siempre.
Justo al lado del Coliseo se encuentra el Foro Romano y Palatino. Te aconsejo que lo visites armado con un plano que muestre cómo era en su época de esplendor (puedes comprar uno en el centro de visitantes que se encuentra en la via dei Fiori Imperiali). Es la mejor manera para hacerte una idea de la majestuosidad del antiguo centro de poder de Roma.
En la colina Palatina, donde, según cuenta la leyenda, Rómulo y Remo tenían sus chozas, se encontraban las fastuosas moradas de los emperadores y los políticos más influyentes. En ella se gestaban planes para derrocar o apoyar al emperador de turno. Un nido de víboras sin igual. No te pierdas la Casa di Augusto.
Los edificios públicos y templos más antiguos del Foro Romano fueron levantados en el siglo VI a. de C. y durante más de un milenio siguió siendo el centro neurálgico de la ciudad.
Otro de los lugares monumentales de la Rompa imperial es la Via Apia y sus catacumbas. En algunas partes de esta “carretera” – construida en siglo IV a. de C. para favorecer el movimiento de tropas y mercancías entre Roma y sus provincias del sur – existen mausoleos que servían de última morada a personalidades ricas e influyentes de Roma.
Y no te pierdas el antiguo puerto mediterráneo de Ostia Antica. Para llegar a él solo tienes que tomar un tren que tarda menos de 25 minutos hasta tu destino. Este puerto – aunque hoy en día sus ruinas se ubican a unos 3 km del Mediterráneo – fue, durante unos 600 años, el lugar más importante de comercio marítimo del Imperio. Aún se pueden apreciar algunas casas, un teatro (en el que aún se celebran eventos y conciertos al aire libre en verano), una zona de baños y, lo que más me llamó la atención, una antigua casa de comidas en cuya pared aún se puede leer, grabado, el menú.

Museos
Los Museos Capitolinos contienen un gran número de artículos de la antigua Roma, incluyendo la escultura de bronce que muestra a la famosa loba amamantando a Rómulo y Remo y una estatua ecuestre de Marcus Aurelius. Estas son solo algunas de las joyas artísticas que los distintos papas estuvieron recolectando durante los 250 años que precedieron a la apertura del museo, en 1734. De otras épocas destacan pinturas de Caravaggio, Tintoretto y Tiziano, así como esculturas de Bernini y otros grandes artistas.

Un museo curioso es el de los Capuchinos, junto con su cripta. Fue remodelado recientemente y la antigua cripta ofrece ahora una completa experiencia que simula la vida de un monje franciscano. Aun así, lo que más me atrajo – aunque me puso los pelos de punta – es la cripta, con la gran cantidad de huesos de monjes enterrados allí. Un cartel en la entrada te va avisando de lo que vas a encontrar: “Tú serás lo que nosotros somos ahora”. Se podría leer más alto, pero no más claro.
La joya de la Corona del Museo del Vaticano es la excusa perfecta para visitarlo. El fresco que Miguel Ángel pintó en el techo de la Capilla Sixtina tiene unos colores vivos y vibrantes desde que se realizó la restauración de finales del siglo XX. Siempre está atestada de gente, así que aprovecha para darte una vuelta por las otras salas y disfrutar de la belleza de obras
Un museo distinto y moderno es el MAXXI (Museo de las Artes del siglo XXI). Situado en el barrio norteño y hípster de Flaminio, su exterior tiene un diseño vanguardista y sus colecciones artísticas se pueden visitar de martes a viernes.

Las mejores cosas gratis que hacer en Roma
Aunque la visita a los mejores monumentos y museos de Roma suele exigir el pago de una entrada, la ciudad tiene una gran cantidad de rincones de los que podrás disfrutar gratuitamente. En realidad, pasear por Roma es hacerlo por un museo al aire libre.
Frente al famoso barrio del Trastévere, en la otra orilla del río Tíber, se erige unas de las siete colinas sobre las que se fundó Roma: el monte Aventino.
Hasta su cima asciende un sendero por el que parejas de romanos pasean cuando el sol comienza a despedirse en las calurosas tardes veraniegas. Primero realizan una parada en el mirador – con aroma a cítrico y pino – del Giardino degli Aranci (Jardín de las Naranjas), uno de los mejores y más íntimos de la ciudad.
Unos minutos más tarde, sus pasos desembocan en la tranquila Piazza dei Cavalieri di Malta (Plaza de los Caballeros de Malta), donde, en su número 3, se alza el Palacio del Aventino, sede de la embajada del Priorato de Malta. Aunque no puedes acceder al interior de la villa, son muchos los que hacen cola frente a su portón. La razón es una pequeña cerradura a través de la que se puede observar, enmarcada por los cipreses del jardín del palacio, la flamante cúpula de la Basílica de San Pedro. Malta, Ciudad del Vaticano e Italia en un solo vistazo por Il Buco della Serratura.
Otro mirador importante es la terraza situada frente a la Plaza Giuseppe Garibaldi, en Gianicolo.
La visita al Panteón de Roma es también gratuita. Durante casi dos mil años, este edificio ha sido la morada de muchos dioses distintos. En su cripta se han enterrado los cuerpos de antiguos reyes de Italia y del grandísimo Rafael.

Para observar la vida romana pasar, dirígete a la Piazza Navona. Entre sus tres fuentes se colocan los caricaturistas y se reparten las terrazas de las cafeterías, donde turistas y locales se mezclan creando un murmullo que intenta elevarse sobre el del agua de las fuentes. De entre las fuentes, destaca la de los Cuatro Ríos de Bernini.
Otras plazas que no te puedes perder son la Piazza San Giovanni in Laterano, con la basílica homónima asomándose a ella; la Piazza de Santa Maria Maggiore, con una iglesia levantada por el Papa Liberius en el año 356; y cómo no la Piazza di Spagna, con las escaleras más famosas de toda Roma, donde personas de todas las edades y nacionalidades posibles se sientan a conversar al caer la noche, rodeados por bellas macetas de flores y una vista impresionante de la vieja Roma.
En la Piazza di Trevi encontrarás la fuente más famosa, no solo de Roma e Italia, sino del mundo. La Fontana di Trevi es visitada por decenas de millones de turistas al año. Y si quieres regresar a Roma, ya sabes, tira una moneda en sus aguas. Además, ten en cuenta que el dinero recaudado (miles de euros diarios) en la fuente se destina a obras benéficas.

Por último, vive los dos barrios más emblemáticos de Roma: Monti y Trastevere.
El primero, situado a poca distancia del Coliseo, es el barrio más antiguo de Roma. En los tiempos del Imperio, y alejado de las aguas del Tíber, fue un lugar insalubre donde las prostitutas se mezclaban con los estratos más bajos de la sociedad romana de la época. Monti mantuvo su halo de suburbio hasta hace unas décadas, cuando fue convirtiéndose en lo que es hoy: una mezcla de barrio hípster y tradicional. Tiendas chic de ropa y bares de moda se mezclan con tiendas y barberías con casi 100 años de vida. Esta dicotomía también se refleja en los habitantes del barrio: jóvenes modernos y los ancianos que llevan aquí toda la vida.
El Trastevere es también un lugar de contrastes. Calles pintorescas, las casas más caras de la ciudad, estudiantes borrachos en la noche y turistas durante el día. Pon todo eso junto, agítalo con fuerza y viértelo en tu vaso de conocimientos: te estarás bebiendo el Trastevere.

Información útil
Transporte en Roma
No te aconsejo que alquiles un coche para conducir por Roma. En Italia se conduce de forma temeraria y su capital es totalmente caótica. Sin embargo, si te gusta sentir la adrenalina y quieres conducir tu propio vehículo por Roma, decántate por alquilar una moto (una Vespa, para ser más exacto). Ganarás unos puntos en tu carnet de romano auténtico.
La forma más cómoda de moverse por Roma es en metro, pero sus dos únicas líneas A y B (roja y azul respectivamente) cubren, principalmente, el centro histórico de la ciudad. Suele pasar un tren cada 7-10 minutos y funcionan de 5.30 am a 11.30 pm (00.30 los sábados). Hay una veintena de líneas nocturnas que operan entre 00.30 am y 5.30 am, con estaciones principales en Termini (Piazza dei Cinquecento) y Piazza Venezia.

Otra opción son los autobuses y los tranvías. Tienes cientos de recorridos y suelen funcionar de 5.30 am hasta la medianoche. En un intento de conseguir que se respire algo mejor en la congestionada Roma, se han incorporado varios autobuses eléctricos a la flota.
Compras
En Roma encontrarás tiendas de todo tipo.
A mí, personalmente, solo me interesan las librerías y los mercadillos. Creo que ambos representan lo máximo de la vida, unas en su vertiente más imaginativa y otros en su realidad humana.
Un par de buenos mercados de comida son F&F (Piazza dell’Unità) y Testaccio. Y mi librería favorita es Almost Corner Bookshop, pintoresca, con libros en inglés y un dueño casi tan extravagante como este pequeño “casi rincón” del Trastevere.

Cómo no, en Roma podrás comprar zapatos en lugares como S…Carpe Diem y Di San Giacomo Sandals.
Tiendas de decoración (Lelli), de vaqueros (SBU) y camisetas (Flanella Grigia – Albertelli), moda (Maurizio Catalioti, Mikiway , joyas (Nicotra di San Giacomo y Materie), perfumes (Castelli Profumeria) y cocina (Eataly y C.U.C.I.N.A).
Dónde comer en Roma
Aunque encontrarás de todo en una ciudad cosmopolita como Roma, hay tres elementos principales del panorama gastronómico romano: cocina italiana, vinos y helados.
En el Trastevere, lleno de restaurantes mediocres para turistas, destaca Glass Hostaria, donde la chef Cristina Bowerman (con estrellas Michelin) te deleitará con sus platos mediterráneos.

La Pergola es el único con 3 estrellas Michelin en Roma y otro de alto standing es Massimo Riccioli Ristorante Bistrot, donde podrás probar el mejor marisco de la ciudad.
Antica Birreria Peroni es una buena y económica cervecería donde también sirven platos de pasta, mezclados con la típica comida de pub inglés: filetes de carne, salchichas, ensaladas, quesos y sopas.
En la zona de Pigneto hay uno de esos lugares con alma: Bar Necci dal 1924. Pier Paolo Pasolini solía venir aquí a tomarse algo cuando tan solo era un viejo bar con mesas de billar. Ahora, con decoración de los años 60, es un restaurante y lugar de reunión para hípsters y demás gente alternativa.
Del Frate, cerca de la Basílica de San Pedro, es un buen bar de vinos, en el que puedes cenar bien por unos 30€. Enoteca Corsi es otra buena opción. Durante la mañana y la tarde es una vieja tienda de vinos y por la noche se convierte en una trattoria inundada de gente. Al lado del Coliseo, puedes probar los vinos de la Enoteca Provincia Romana.
Si quieres comer en el restaurante más antiguo de Roma, hazlo en La Campana. Cocina típica italiana en un lugar que ya existía en 1518.
Si te cansas de la cocina italian, el Green T es el mejor restaurante chino de Roma.

En cuanto al placer del helado, Fatamorgana te conquistará con los típicos sabores y otros tan exóticos como wasabi. Gelateria del Teatro y Gelato Fantasia son otras dos de mis preferidas.
Vida nocturna
La vida nocturna romana es latina, mediterránea. Se vive al aire libre y plazas y terrazas se llenan de gente que charla mientras cena o se toma una copa.
Las zonas de Piazza Navona y Via della Pace son chic, con una gran cantidad de enotecas y cafés jalonando sus laberintos de calles.

En Campo De Fiori encontrarás un poco de todo: turistas, jóvenes romanos, treinta y cuarentañeros, estudiantes…
El barrio de Trastevere posee un aire bohemio, con muy buenos pubs en los que se divierten romanos y turistas.
San Lorenzo es zona universitaria, con el tipo de vida nocturna que eso conlleva en cualquier ciudad: bares de atmósfera informal y animada.
En Testaccio/Ostense hay un buen número de discotecas de todo tipo: música house, salsa, ambiente gay, hip hop o lugares de gente guapa (y rica).

Como puedes ver, Roma, la Ciudad Eterna, tiene algo para todo el mundo. ¿A qué esperas para visitarla?
PRECIOSO VIAJE POR ROMA , MUCHAS GRACIAS , SELE. UN ABRAZO