Dicen que «muere lentamente quien no viaja» y es que viajar reaviva la mente. Nos hace aprender sobre otras culturas, conocernos a nosotros mismos y ser conscientes del mundo que nos rodea. Viajando salimos de la rutina, de lo conocido, dejamos atrás los problemas y el tiempo parece ralentizarse. Son muchos los motivos para viajar y aquí vamos a contarte 20 de ellos.
¿Por qué nos gusta viajar?
1. Rompe con la rutina
Que todos nuestros días parezcan iguales nos apaga poco a poco las ganas de disfrutar. Un viaje es lo mejor para acabar con la monotonía y hacer que cada día sea una página en blanco por escribir. Ahí nosotros somos quienes decidimos el plan, los lugares que visitar y el tiempo que pasar en cada uno de ellos.
2. Evita los prejuicios
Cuantas más formas de vivir, religiones y costumbres se conozcan, menos ideas preconcebidas se tendrán a la hora de juzgar a los demás. Viajar abre la mente dejando que se enriquezca.
3. Permite reflexionar
A veces, todo lo que necesitamos para solucionar nuestros problemas es un poco de tiempo y espacio para ver las cosas con claridad. Un tiempo fuera despejará la mente y nos permitirá mirar las cosas desde otra perspectiva.

4. Descubre nuevos lugares
Ya decidamos colgarnos la mochila a la espalda o surcar el mar en un crucero de lujo, viajar siempre nos llevará a lugares por descubrir. Caminar por parajes naturales, visitar imponentes monumentos o dormir en hoteles bonitos, lo que más nos guste.
5. Sumerge en otras culturas
No hay nada que enriquezca más que aprender de los demás. Cada cultura cuenta con sus virtudes y defectos. Por eso, alguien que ha viajado mucho irá haciendo suyas las que más le aporten de cada lugar y descubrirá cuáles son aquellos puntos negativos de su propia cultura de los que quiere deshacerse. Puede que aprendamos nuevas formas de dar solución a ciertos problemas, de demostrar cariño o de vivir la vida.
6. Facilita hacer nuevos amigos
Por todos es sabido que tener un amigo es tener un tesoro. Allá donde vayamos, hemos de hablar con las personas de la zona y con otros turistas. Puede que ese futuro nuevo amigo sea quien se encuentra detrás del mostrador de la tienda donde vamos a comprar comida, alguien que pasea por el mismo lugar que nosotros o ese grupo de amigos que se queda en la habitación contigua a la nuestra. Seguro que encontraremos personas que estarán encantadas de mostrarnos su ciudad, sus costumbres, los mejores lugares para pasar la tarde o para cenar. Además, podremos establecer vínculos que duren para siempre.
7. Es divertido
Sin duda, viajar es una de las cosas más divertidas que se pueden hacer en la vida. Además, cada persona puede adaptar el viaje a sus gustos, por lo que es un gusto para todos.

8. Libertad
Cuando viajamos nos deshacemos de los horarios y obligaciones que normalmente marcan nuestros días. Tenemos la posibilidad de hacer lo que queramos en cada momento. ¿A quién no le gusta eso?
9. Regala aventuras
Al viajar nos volvemos más atrevidos. Sabemos que el tiempo que tenemos en ese lugar es limitado y queremos disfrutarlo al máximo, por lo que nos animamos a probar cosas nuevas más de lo que lo haríamos en nuestra ciudad. ¿Subir a la montaña más alta del país? ¿Hacer piragüismo por el río que cruza la ciudad? Claro que sí.
10. Da tiempo para cuidarse
Las obligaciones se han quedado en el lugar de partida. Ahora podemos dedicarnos todo el tiempo que necesitemos, eligiendo cuándo queremos descansar y cuándo queremos ponernos en marcha.
11. Relax
En la maleta no hay sitio para el estrés. Ya decidamos quedarnos dándonos un agradable baño o hacer un tour por todos los monumentos y museos de la ciudad, será siempre a nuestro ritmo y a nuestro gusto.

12. Contacto con la naturaleza
Si vivimos en una ciudad, es probable que echemos en falta pasar un tiempo en un entorno más natural. Viajar ofrece la oportunidad de respirar aire puro, bañarse en playas cristalinas y caminar por bosques frondosos en los que perderse.
13. Probar nuevos sabores
Una de las mejores sensaciones de viajar es descubrir nuevos sabores en el paladar. Hay muchos que dicen que si no se prueba la gastronomía autóctona, no se está viajando realmente. Dulces, salados, especiados… cada lugar tiene sus propios sabores. Además, tendremos la oportunidad de llevarnos alguna nueva receta a casa para preparársela a nuestra familia o nuestros amigos.
14. Inspira la creatividad
Para los más creativos, vivir tantas cosas nuevas hará que vuelvan a casa con la inspiración bien cargada y la cabeza llena de grandes ideas.
15. Sabiduría
Los viajes están llenos de enseñanzas y experiencias que se quedarán para siempre con nosotros.
16 Conocerse a uno mismo
Al salir de nuestro entorno habitual conocemos diferentes facetas de nuestra personalidad y nos enfrentamos a nuevas situaciones ante las que, en otro momento, no habríamos sabido cómo actuar. Viajar ayuda a conocerse, comprenderse y aceptarse, y ese aprendizaje será muy útil para la vida.
17. Pasar tiempo en familia o con amigos
Unas vacaciones viajeras nos ayudan a recuperar tiempo perdido con nuestros familiares o amigos. Podremos pasarlo bien junto a ellos y conocerlos mejor. Y cuando volvamos a casa tendremos decenas de anécdotas e historias vividas junto a nuestros seres queridos que quedarán para siempre en la memoria y siempre nos harán sonreír.

18. Practicar idiomas
La forma más efectiva de aprender un idioma es sumergiéndose en él. Visitar un país diferente es una gran oportunidad para añadir nuevas palabras a nuestro vocabulario, perfeccionar el acento y desenvolvernos fácilmente en otro idioma.
19. Ser feliz
Ya sea por lo bien que lo hemos pasado, por los aprendizajes que traemos, por las aventuras vividas, por las nuevas culturas que hemos descubierto o porque hemos descubierto que no se necesita demasiado para ser feliz, viajar siempre sienta bien.